Maduro y migración serán los temas de Duque en la ONU | El Nuevo Siglo
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Viernes, 20 de Septiembre de 2019
Redacción internacional
El próximo martes el Presidente de la República participará por segunda vez en la Asamblea General con la mirada puesta en el patrocinio del régimen venezolano a grupos terroristas y en los desafíos de la crisis migratoria. Analistas estiman que habrá un respaldo “simbólico”

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LA AMENAZA que representa Nicolás Maduro para la seguridad regional y los desafíos del éxodo de ciudadanos venezolanos hacia Colombia, serán los temas que marcarán el discurso del presidente Iván Duque en el marco de  la Asamblea General número 73 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, han dicho los analistas.

“Creo que habrá dos temas en los que Colombia ha llamado la atención: lo primero es una condena contra el gobierno de Venezuela por provocaciones en la zona de frontera. Me parece que para Colombia es esencial denunciar lo que el gobierno considera es una etapa previa a una agresión militar”, dice el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, Mauricio Jaramillo, a propósito de la Asamblea que comenzará este martes.

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“Lo que a juicio de Colombia y otros Estados es lo más grave es que Venezuela se convirtió en una amenaza a la seguridad y estabilidad regional”, explica a EL NUEVO SIGLO.

En línea con las posiciones diplomáticas del Gobierno nacional, que ha tenido como última medida la aprobación de la convocatoria del órgano consultivo del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) por parte de la OEA, Duque buscará más apoyos para denunciar el soporte del régimen de Maduro a grupos terroristas colombianos, como Eln y las Farc, y las consecuencias que se derivan de esta alianza para la tranquilidad de la región.

Además de la convocatoria del órgano de consulta del TIAR, que ha abierto de nuevo el debate sobre una posible acción militar en Venezuela, descartada de momento por Estados Unidos, Colombia y sus aliados, la delegación nacional encabezada por Duque, en armonía con el derecho internacional y la Carta de las Naciones, intentará demostrar como el gobierno chavista ha vulnerado la normativa internacional que regula el apoyo de los Estados a grupos terroristas.

La ONU, en un largo compendio de normas y tratados, además de resoluciones dictadas desde la Asamblea General y el Consejo de Seguridad, como la resolución 1373, ha dicho que ningún Estado debe patrocinar organizaciones que sean consideradas terroristas.

Según la citada resolución, en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones, se exhorta a los Estados a que: a) se abstengan de proporcionar todo tipo de apoyo, activo o pasivo, a las entidades o personas que participen en la comisión de actos de terrorismo, en particular reprimiendo el reclutamiento de miembros de grupos terroristas y poniendo fin al abastecimiento de armas a los terroristas. 

Para los analistas este es el centro del argumento que Colombia presentará en la ONU, ya que ha sido ampliamente probado en instancias nacionales e internacional la connivencia entre Maduro y los líderes de las guerrillas colombianas, como lo describió el canciller Carlos Holmes Trujillo en la sesión extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA) el miércoles pasado.

Aunque la resolución 1373 regula específicamente el patrocinio del terrorismo por parte de un Estado, otras normas y declaraciones, como el Documento Final de la Cumbre Mundial de 2005 y las resoluciones de la Asamblea General 49/60 (1994), 51/210 (1996) y 46/51 (1991) también han definido lo que significa el apoyo, patrocinio y connivencia de un Estado con grupos terroristas.

La interpretación armónica de estas normas se convierte en la principal herramienta de Colombia para demostrar, como explicó el canciller de Argentina, Jorge Faurie, a propósito del TIAR, que “Venezuela amenaza la paz, la seguridad regional, al tiempo que compromete la seguridad internacional”.

A pesar del apoyo de un sector importante de la comunidad internacional en denunciar a Maduro, visto además en instancias como la OEA a través de la invocación del órgano de consulta del TIAR, es claro que Colombia no logrará más que un espaldarazo simbólico en la Asamblea General de la ONU.

“La invocación del TIAR no implica el uso de la fuerza, implica contemplar acciones previas, que van desde algunas sanciones diplomática, comerciales, económicas, y en último el recurso de la fuerza que yo creo que está prácticamente descartado porque no va a haber consenso en América Latina porque no van a haber los votos suficientes para llegar ello”, dice el profesor Jaramillo.

No quiere decir, en todo caso, que las sanciones contra Venezuela y Maduro se hayan agotado. De acuerdo con varios analistas, aún quedan una serie de medidas para cercar al régimen que gobierna desde Miraflores, como la suspensión total de las operaciones de Chevron en territorio venezolano, el embargo total del petróleo, como ocurrió con Saddam Hussein, y más sanciones contra terceros que compren crudo de este país.

 

La peor crisis en 2020

La crisis migratoria en Venezuela, cuyo principal receptor es Colombia, también será otro de los temas determinantes de la agenda de Duque en la ONU. A medida que pasan los meses, el éxodo de ciudadanos proveniente de ese país ha llegado a dimensiones más grandes que la oleada de refugiados de Siria, generando una respuesta tímida de la comunidad internacional.

Según el último informe del DANE, en los últimos cinco años han llegado al país 1.641.000 millones de ciudadanos venezolanos, de los cuales 878 mil están empleados (formal e informalmente) y unos 147 mil no tienen trabajo.

Para el reportero experto en la crisis migratoria, Dylan Baddour, esta cifra puede ser mucho más alta. En un informe presentado por él en Ginebra, que fue replicado en Twitter, Baddour explicó que la “migración venezolana se ha convertido en el éxodo más grande del mundo en 2020”.

Ante la dimensión del éxodo, el presidente Duque le apuntará a una mayor cooperación por parte de organizaciones multilaterales y países, para lograr enfrentar el desafío migratorio calificado por el encargado de la política migratoria de la Unión Europea, Joseph Borrell, como “una crisis bíblica”.

Así lo ha pedido Carlo Holmes Trujillo en su último anuncio hecho desde Europa, donde adelanta una agenda por diferentes países, diciendo que Colombia “ya ha acogido a 1.4 millones de personas, necesita más cooperación (…) más ayuda, más atención, más sentido humanitario”.

Las últimas estimaciones de organismos internacionales muestran que las ayudas per cápita para los refugiados sirios ascienden a los 560 dólares, mientras que en el caso de los venezolanos representa solo 68 dólares.