La Contraloría General de la República (CGR) declaró en decisión de primera instancia responsables fiscales, a título de dolo y en cuantía de $10.700 millones, al exgobernador de Córdoba, Alejandro José Lyons, a la Fundación para el Conocimiento y Desarrollo de la Diversidad Biótica de Colombia George Dahl, y a la Corporación Centro de Investigación y Enseñanza Agroecológica (Ceniagroecológico), por las irregularidades que se dieron en la estructuración, celebración y ejecución del proyecto de investigación denominado “Investigación en recursos hidrobiológicos del Caribe Colombiano”.
A través de un comunicado, la CGR explicó que con este proyecto se pretendía generar mejores condiciones de trabajo para la población pesquera artesanal del Departamento de Córdoba.
Se buscaba mejorar el proceso de adaptabilidad de los cultivos de tilapia, bocachico, bagre blanco, pargo manglero y otro tipo de peces.
Según la Contraloría, desde la planeación de este proyecto se fijaron condiciones abierta y premeditadamente desfavorables a los intereses de Córdoba con el fin de lograr el desvío de los recursos derivados del Sistema General de Regalías, apropiarse de los mismos y satisfacer los intereses particulares de servidores públicos y de terceros.
Se pudo constatar que se contrataron y subcontrataron personas jurídicas carentes de toda idoneidad para el desarrollo de un proyecto de investigación de esa naturaleza.
Además, esto se hizo sin que mediaran las garantías de cumplimiento suficientes y mediante la transferencia de casi la totalidad de los recursos a través de la modalidad de anticipo lo cual facilitó el desvío de los recursos públicos y el consecuente incumplimiento de los objetivos del proyecto.
Este proceso de responsabilidad fiscal tiene su origen en los resultados de una Actuación Especial de Fiscalización que adelantó en 2016 la CGR en Córdoba y en la que encontró que allí se habrían dilapidado millonarios recursos de regalías destinados a proyectos de ciencia, tecnología e innovación.
Tal situación se dio a través de convenios especiales de cooperación, en los cuales los cooperantes, entre ellos la Fundación George Dahl, subcontrataron la mayoría de actividades con Ceniagroecológico, fundada seis meses antes de iniciar los proyectos y liquidada siete meses después, dejando una estela de incumplimientos y dineros perdidos.
Además de subcontratar las tareas que debían adelantar, los cooperantes se quedaron con parte de los recursos que les giró la Gobernación del Departamento de Córdoba, hecho que dio lugar a la mayoría de hallazgos fiscales detectados en esa Actuación Especial de la CGR.
Vale recordar que las normas sobre ciencia, tecnología e innovación indican que los asociados o cooperantes no pueden tener pretensiones económicas o de utilidad, por tratarse de convenios de cooperación técnica.