En el marco de la V Conferencia Regional de Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe, la Cepal alertó sobre un hito preocupante en la región: en 2024 se registró la peor tasa de fecundidad documentada hasta la fecha. Según el informe presentado por Simone Cecchini, director del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (Celade), la tasa de fecundidad ha disminuido en un 68,4 % desde 1950, cuando la región ocupaba el segundo lugar mundial en este indicador.
"En 1950 teníamos la segunda tasa de fecundidad más alta del mundo, solo superados por África. Hoy, lamentablemente, nos encontramos con la tercera más baja", expresó Cecchini durante la presentación del informe en el Centro de Convenciones de Cartagena de Indias.
El documento titulado 'Población, desarrollo y derechos en América Latina y el Caribe', que forma parte de la evaluación del Consenso de Montevideo firmado en 2013 por 38 países de la región, destaca la preocupante evolución demográfica. Actualmente, la media de hijos por mujer en la región es de 1,83, comparada con los 5,5 hijos por mujer en 1950, una reducción que ha generado inquietud entre los líderes regionales.
El informe también subraya que, a pesar de la disminución generalizada, los grupos socioeconómicos desfavorecidos presentan niveles de fecundidad más altos debido a la falta de acceso a métodos anticonceptivos modernos. Según datos recogidos, en varios países de la región, entre un tercio y menos de la mitad de las mujeres indígenas utilizan métodos anticonceptivos modernos, lo que evidencia una brecha persistente en el acceso a la planificación familiar.
A pesar de estos desafíos, el informe también señala avances significativos en el acceso a métodos anticonceptivos entre las mujeres indígenas en países como Bolivia, Guatemala, México y Perú, reflejando un cambio positivo en las políticas y prácticas de salud reproductiva en la región.
Este segundo informe sobre el Consenso de Montevideo, de más de 200 páginas, analiza los progresos y desafíos en la implementación de políticas educativas y de derechos en la región durante los últimos once años, destacando la necesidad urgente de fortalecer las estrategias para enfrentar la actual crisis demográfica y sus implicaciones para el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe.