La ministra que acabó Ser Pilo Paga | El Nuevo Siglo
Foto archivo El Nuevo Siglo
Domingo, 9 de Septiembre de 2018
Mario F. Hurtado

EL PASADO miércoles María Victoria Angulo anunció el fin del programa Ser Pilo Paga (SPP), que hizo un esfuerzo enorme por llevar a la educación superior de calidad a jóvenes con niveles de pobreza tan altos que ni siquiera podían acceder a la educación superior. En entrevista para la W Radio, afirmó que solo se garantizarán los recursos para las familias beneficiarias hoy, para que puedan finalizar sus estudios, y que en próximos días presentará un nuevo programa que adelantó, tendrá como eje central las universidades públicas.

El fin de SPP representa  la derrota de la calidad, del acceso a los más pobres y del mérito. No pudo sobrevivir a las mentiras que se construyeron en torno a él, como que era el responsable del desfinanciamiento de la educación superior pública, que las universidades privadas se enriquecían y la incapacidad de la nueva Ministra de Educación para entender un Conpes en el que establecen  las vigencias futuras y por eso, saliera en medios a decir que el programa estaba desfinanciado.

El programa tuvo muchos aspectos positivos no reconocidos. Gracias a él, el debate de la educación pasó a primer plano. En las pasadas elecciones fue tema central en las entrevistas a todos los candidatos. Contradictoriamente Iván Duque fue el único que manifestó un compromiso total con el programa y aseguró su continuidad. Evidenció muchos de los problemas que padece la educación superior: dificultad de acceso, la limitada capacidad de las universidades  públicas en recibir estudiantes, la calidad, los entornos sociales.

Representó para cientos de familias la oportunidad de tener por primera vez un estudiante en una universidad. Hizo más diversas las universidades privadas acreditadas, aprovechó la capacidad instalada de IES  para ofertar programas de calidad. Hoy el asunto no es de cobertura, es de ofrecer calidad y formar profesionales que encuentren en el mercado laboral respuesta sus esfuerzos. Por eso  la acreditación fue algo que el programa benefició. Exigirle a instituciones de dudosa reputación que no engañen a los jóvenes que hacen enormes esfuerzos para estudiar.

Lo que vendrá ahora

Las universidades públicas no tienen la capacidad para recibir a 40.000 estudiantes y garantizar el acceso a los menos favorecidos. Las cifras son crueles y contundentes. De 1.000 personas que se presentan a la Universidad Nacional de Colombia solo 100 ingresan,  y hoy todas las universidades públicas exigen un examen de ingreso, donde descartan al 40% en promedio. Sin contar con todos los que no tienen ni para comprar el formulario para presentarse. Es decir hoy el acceso es muy limitado. ¿Cómo se va a responder a los cupos que se van a eliminar?

La demanda de recursos de las universidad públicas son para pago de nómina, carga pensional, infraestructura, mantenimiento e investigación. Así que si se destinan todos los recursos del programa, es posible que se pierdan la mayoría de esos cupos.

María Victoria Ángulo se ha caracterizado por ser una política de tierra arrasada en sus gestiones. Se presenta como experta en el sector, y una primera estrategia es responsabilizar a los anteriores de todo y justificar por falta de recursos los programas que venían funcionando. Lo hizo con los programas de deportes, música y emprendimiento de la jornada extendida en Bogotá. Y hoy lo hace con el programa Ser Pilo Paga. En Bogotá desmontó y no dejó una estructura sobre la jornada única, es decir dejó menos de lo que encontró. Por eso, hay que hacer un seguimiento, a ver si en dos años se recuperarán los 40.000 cupos de SPP y cómo debería ser aumentaran, para demostrar que con los mismos recursos se podría hacer más.

Por otro lado, estos cambios no van a frenar los paros y movilizaciones que se avecinan. Estudiantes la semana que acaba de pasar, profesores la próxima semana. Los problemas que tiene la universidad pública no son de cupos o de SPP, son estructurales y necesitan de un trabajo a largo plazo. Por ahora, quedará como la Ministra que de un plumazo acabó con los sueños de miles de familias pobres sin acceso a la educación.

 

(*) Mario Hurtado es especialista en educación. Twitter: @hurtadobeltran  “La opinión del autor no refleja necesariamente la posición del medio y es responsabilidad exclusiva del que la escribe”