La Secretaría de Ambiente y la Policía Ambiental y Ecológica incautaron 391 artículos provenientes de animales silvestres, en un operativo de control realizado a un establecimiento comercial en el barrio Restrepo, localidad de Antonio Nariño.
“Es muy importante recordarle a la ciudadanía que adquirir este tipo de artículos es contribuir con una cadena criminal que no solo afecta nuestra biodiversidad, sino que está vinculada con altísimos niveles de sufrimiento animal. Además, puede estar correlacionado con la deforestación, que es el principal problema que enfrenta el país en materia ambiental”, explicó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
En el operativo se lograron recuperar siete elementos provenientes de aves, ocho de mamíferos y 371 de reptiles. Estas actividades de control y seguimiento se vienen adelantando en diferentes zonas de la ciudad con el fin de frenar el tráfico de especies silvestres.
Los artículos confiscados corresponden a partes de halcones, águilas, avestruces, venados, babillas (caiman crocodilus), serpientes de las familias Pythonidae, Boidae y Viperidae, una tortuga morrocoy (chelonoidis carbonaria) y caimanes aguja (crocodylus acutus).
Es importante señalar que los caimanes aguja son parte de un grupo clasificado en peligro de extinción por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites). Además, según la Unión internacional para la Conservación de la Naturaleza, este espécimen se encuentra amenazado en la categoría vulnerable.
Se estima que cerca de 300 animales silvestres fueron sacrificados para elaborar los artículos incautados, entre los que figuran botas, bolsos, cinturones, billeteras, carteras, hebillas, fundas, puff y tocados de plumas.
Durante este operativo, la autoridad ambiental de Bogotá logró constatar que el establecimiento no contaba con los permisos de aprovechamiento de fauna silvestre y que las pieles no demostraban una procedencia legal.
“Recordemos que es nuestra responsabilidad como ciudadanos e individuos no colaborar con esta cadena criminal. Seamos responsables con la forma de consumir y con el comportamiento para cuidar el medioambiente”, concluyó la secretaria Urrutia, quien hizo un llamado especial a todos los ciudadanos para que se abstengan de tener o comercializar cualquier tipo de fauna silvestre.
La Ley 1333 de 2009, proceso sancionatorio ambiental, establece multas diarias hasta por cinco mil salarios mínimos mensuales vigentes (SMMLV), más de $4.000 millones para quienes transporten, tengan o comercialicen fauna silvestre en Bogotá.