LA MEDIDA del racionamiento de agua que tomó la Administración Galán el 11 de abril de este año, ya cumple hoy dos meses de haber empezado.
Esta coyuntura se dio debido al bajo nivel de los embalses que abastecen a Bogotá y municipios aledaños de agua potable, pues se encontraba por debajo del 20 % y llegar a esa cifra se convirtió en la meta de la alcaldía de Carlos Fernando Galán a corto plazo.
Hoy, tras dos meses de racionamientos a los que ha sido sometida la capital, salvo la localidad de Usme, con corte al domingo 9 de junio, el nivel del Sistema Chingaza está al 35,47 %.
Por otro lado, el nivel de consumo diario de agua fue de 15,44 % m3; sobre este punto vale decir que la meta es llegar a 15 %, pero ha sido difícil alcanzarla, pese a la pedagogía que se ha hecho desde la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, la Alcaldía Mayor aunado a las diversas carteras de la ciudad.
Multas y sanciones
En medio de la situación crítica en la que se encontraba la capital del país, la Administración Galán tomó la decisión de imponer medidas económicas para aquellos que superaran el consumo mensual de 22 m3.
“Vamos a evaluar aquellos comportamientos que sean reportados para determinar la viabilidad de posibles medidas como comparendos, multas, suspensión de actividad económica o llamados de atención pedagógicos según sea el caso”, sostuvo Galán el 19 de abril, cuando la medida fue anunciada.
El alcalde Mayor de Bogotá señaló que se haría pedagogía por parte de los gestores de las Alcaldías Locales, la Secretaría de Gobierno y la Policía Metropolitana.
“De esa forma vamos a buscar posibles infractores que podrán ser sujetos de multas que pueden llegar a ser de 690.000 pesos a 1.200.000 pesos si hay reincidencias. Vamos a empezar a imponer multas por acciones irresponsables que lleven al despilfarro de agua en Bogotá. Por ejemplo, el lavado de carros, vehículos, motos, bicicletas. También, en temas que tienen que ver con arrojar desperdicios en cuerpos de agua de la ciudad, arrojo de sustancias como jabón o aceites en fuentes de aguas de la ciudad, entre otros”, añadió el mandatario distrital.
El artículo 100 del Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana, contiene los comportamientos que atentan contra el adecuado uso del recurso hídrico con sanciones que van desde la amonestación hasta la multa tipo 4. Las sanciones pueden ir desde amonestación hasta multa de $694.000 o en caso de reincidencia hasta por $1.213.000, según el artículo 100 y 180 de la Ley 1801 de 2016.
Comportamientos punibles
Los comportamientos señalados son los siguientes:
- Utilizarla en actividades diferentes a la respectiva autorización ambiental.
- Arrojar sustancias contaminantes, residuos o desechos a los cuerpos de agua.
- Deteriorar, dañar o alterar los cuerpos de agua, zonas de ronda hídrica y zonas de manejo y preservación ambiental en cualquier forma.
- Captar agua de las fuentes hídricas sin la autorización de la autoridad ambiental.
- Lavar bienes muebles en el espacio público, vía pública, ríos, canales y quebradas.
- Realizar cualquier actividad en contra de la normatividad sobre conservación y preservación de humedales, y sobre cananguchales y morichales.
Cabe mencionar que estas sanciones continúan estando vigentes, pese a que el estado crítico ha disminuido representativamente, así como la medida que fue organizada en nueve turnos por centenares de barrios en la ciudad, se mantiene.
Por otro lado, hay que decir que, en los fines de semana con puente festivo, el consumo, evidentemente, se ha reducido debido a que las familias suelen desplazarse hacia otras ciudades y municipios del país.
Ahorro
Así las cosas, la Administración Galán ha sido enfática en que no se trata de guardar agua, sino de consumir menos. Con duchas de tres minutos, evitar el lavado de carros, ventanas o fachadas y no acumular más agua de la necesaria para lo básico.