El desminado humanitario, que permite seguir salvando vidas, evitando que civiles y militares sufran amputaciones o heridas graves, avanza en Colombia, al punto que 212 municipios ya fueron declarados libres de sospecha de contaminación por este tipo de artefactos.
Esta labor la desarrollan 5.000 hombres y mujeres de la Brigada de Desminado Humanitario del Ejército, quienes se exponen a morir o ser mutilados por estos artefactos explosivos improvisados sembrados por las guerrillas y otros grupos armados al margen de la ley.
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De acuerdo con la información oficial, desde 1990 a la fecha, esas minas han cobrado la vida de 2.316 personas, entre civiles, militares y policías, a la vez que han herido a otras 9.603.
El comandante de la Brigada de Desminado Humanitario, coronel Hoover Yarley Ríos, en diálogo con EL NUEVO SIGLO explicó que el trabajo de los hombres y mujeres bajo su mando es de 24 horas los siete días de la semana, porque “las minas antipersonal son un arma letal, diseñadas para herir, matar o mutilar a sus víctimas. Su diseño está pensado para atentar en cualquier momento o circunstancia, lo que quiere decir que aún en la emergencia sanitaria que vive el país por la pandemia del covid19, la amenaza continúa y las comunidades afectadas siguen en peligro”.
Afirmó que “por esta razón no podemos parar nuestras operaciones y el Covid-19 no ha sido impedimento para el desarrollo continuo de nuestra misión y por esta razón seguimos estrictamente todos los protocolos establecidos de bioseguridad para el desarrollo de estas tareas que todos los días salvan vidas de hombres, mujeres, niños, militares y policías”.
Destacó que el desminado humanitario es realizado por profesionales cuyas condiciones personales han permitido tener un entrenamiento diferencial, basado en estándares nacionales e internacionales, el cual ha permitido avances significativos en la misión de descontaminar el país de artefactos explosivos.
El coronel dijo que “de acuerdo con las cifras oficiales de Descontamina Colombia, autoridad competente para la Acción Integral contra Minas, se han registrado desde 1990 a la fecha un total de 11.919 víctimas por minas antipersonal y munición sin explosionar, siendo el 2006 el año más crítico, pues se presentaron 1.228 víctimas, el mayor número en toda la historia de Colombia”.
“En la última década, la tendencia ha venido cayendo, con excepción del año 2012, hasta ubicarse en 2016 en niveles que no se presentaban desde el año 1999. En lo corrido del año 2020, se han presentado 114 víctimas. Las actividades se han desarrollado principalmente en Antioquia, Caquetá, Santander, Cauca, Caldas, Meta y Putumayo, entre otros departamentos, mediante el desminado manual, canino y mecánico”, señaló.
Aseguró que “esta problemática arroja la muerte de 2.316 personas, es decir, el 19,5% de las víctimas y heridas a 9.603 personas, entre hombres, mujeres, niños, militares y policías, un 80,5%. Los análisis dan cuenta que una de cada cinco personas, blanco de la acción de los artefactos explosivos improvisados, muere. Colombia ha sido uno de los países del mundo con mayor cantidad de víctimas de la Fuerza Pública y esto ha significado que del total de víctimas, el 60 % han sido miembros de la Fuerza Pública y el 40 % restante, corresponde a civiles”.
Las víctimas
Acotó que “la mayoría de las víctimas, el 90%, han sido personas mayores de edad, es decir, 10.694 y una gran parte de ellas pertenecen a la Fuerza Pública. Si bien, al solo tener en cuenta las víctimas civiles, el grupo demográfico más afectado, de nuevo, son las personas mayores de edad de sexo masculino por el orden del 65%; el segundo grupo que muestra mayor afectación son los niños con un 20% y luego, están las personas mayores de edad del sexo femenino con un 8% y las niñas con un 6%”.
“Cada operación tiene riesgos, porque cualquier descuido puede acabar en tragedia y hasta el momento, contamos con cerca de 7.000 artefactos explosivos destruidos por los soldados ‘desminadores’, logrando liberar de la sospecha de minas antipersonal un total de 10.800.000 metros cuadrados en todo el territorio nacional”.
“hasta el momento, contamos con cerca de 7.000 artefactos explosivos destruidos por los soldados ‘desminadores’”
El oficial denunció que “Colombia tiene una particularidad ante el resto de los países con la misma problemática en el mundo y es que los grupos armados ilegales han utilizado su ingenio para fabricar el mal y es por esta razón que la mayoría de los artefactos encontrados son de fabricación no convencional que aumentan el grado de dificultad a la hora de buscar ese enemigo silencioso, que aún está en algunos campos, esperando pacientemente a su víctima”.
De otro lado, reveló que en 513 municipios de los 32 departamentos del país se han presentado accidentes por las minas antipersonal (MAP), municiones sin explotar, (MUSE) y Artefactos Explosivos Improvisados (AEI), desde que se tiene registro. A su vez, los 5 municipios con mayor número de víctimas de 1990 a la fecha han sido Vistahermosa, en el Meta, con 370 víctimas; Tame, Arauca, con 348 víctimas; Tumaco, en Nariño, con 309; Tarazá, en Antioquia, con 269 y San Vicente del Caguán, en el Caquetá, con 262 víctimas”.
Explicó el Oficial que son cinco los departamentos con mayor número de víctimas civiles: Antioquia con 1.182, Nariño con 636, Meta con 421, Norte de Santander con 283 y el Cauca con 275.
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El coronel Ríos reiteró que “nuestra principal misión es realizar operaciones de desminado humanitario en todo el país, con la firme intención de eliminar las minas antipersonales de los campos. Para ello contamos con la ayuda de estudios técnicos, estudios no técnicos y de despeje con las técnicas de desminado manual, mecánico y canino. Una vez los terrenos están libres de sospecha de contaminación, se entregan a la comunidad para sus faenas agrícolas”.
De otro lado, el coronel Ríos, dijo que al mismo tiempo la Brigada de Desminado Humanitario del Ejército cuenta con un exigente programa de recuperación integral de los ecosistemas estratégicos de la Nación, la biodiversidad y los recursos naturales. Para cumplir con este propósito, la Brigada cuenta con 7 viveros forestales que anualmente producen aproximadamente 75.000 plantas que son sembradas en un esfuerzo para mitigar el fenómeno de la deforestación en las áreas donde se realiza el desminado humanitario”.
“Los grupos armados ilegales han utilizado su ingenio para fabricar el mal y es por esta razón que la mayoría de los artefactos encontrados son de fabricación no convencional”
Señaló que desde que se inició este programa se han sembrado más de 113.000 árboles, al tiempo que se han ejecutado 243 jornadas de capacitación ambiental, 52 de limpieza de fuentes hídricas y 47 Proyectos Ambientales Escolares.
Contó que se trabaja en varias regiones del país para recuperar la economía en las tierras que estaban abandonadas por los artefactos explosivos y “mediante la acción unificada del Estado, se implementó la ejecución, participación y asesoría en 17 proyectos productivos por parte de los soldados desminadores para beneficiar a más de nueve mil familias campesinas”.
Agregó el comandante de la Brigada de Desminado Humanitario del Ejército, que “todos los días cuando sus hombres y mujeres salen a su difícil tarea de erradicar las minas antipersonal, les pide prudencia y sabiduría, porque sabemos que no es un trabajo fácil, ya que el primer error podría ser el último. Confío plenamente en ellos porque están dispuestos a dar todos sus esfuerzos, incluso su propia vida, por ver en un futuro no muy lejano una Colombia libre de la sospecha de contaminación por minas antipersonal”.