El último ha sido un buen mes para los indicadores de crecimiento para la ciudad capital. Primero el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas presentó los resultados del primer trimestre, que evidenciaron un crecimiento del PIB de más de 11 puntos con respecto al mismo periodo del año pasado, y posteriormente publicó los resultados del mercado laboral.
El secretario de Desarrollo Económico, Alfredo Bateman, hizo una lectura sobre el comportamiento de la ciudad en materia económica y se refirió a las proyecciones que tiene esta cartera con relación al programa de Bogotá a Cielo Abierto 2.0.
EL NUEVO SIGLO: Recibimos del DANE los últimos indicadores del PIB y Bogotá subió 11,5 puntos. ¿Cuál es su lectura de cómo va el desarrollo económico de la ciudad?
ALFREDO BATEMAN: Lo primero que resaltaría es que desde la pandemia Bogotá venía creciendo a tasas muy similares a las del país y lo que destacaría del dato del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, del primer trimestre del 2022, es que la capital creció de manera significativa, por encima del promedio nacional.
Bogotá creció el 11,5% frente al mismo periodo del 2021 y la nación creció 8,5%. Este es el primer periodo en el que hay una diferencia tan significativa en las tasas de crecimiento y para la ciudad es muy importante el dato porque significa que la capital viene jalonando el crecimiento del país.
Y en una segunda medida resaltaría que, a pesar de que hace ya algunos trimestres la ciudad había superado los niveles de producción previos a la pandemia, 12 de las 14 actividades económicas ya superaron ese nivel previo; la mayoría de actividades económicas ya están en una senda muy clara de reactivación en materia de producción.
ENS: Doce de 14. ¿Cuáles siguen sin alcanzar los niveles prepandemia?
AB: Las dos que están un poquito rezagadas son la construcción y una actividad que en realidad es demasiado pequeña y por tanto no es representativa en la estructura económica, y es la explotación de minas y canteras. La construcción está a un 95% y con los últimos datos es claro que está muy próxima a superar el 100%. Hay una senda de recuperación muy marcada, de manera generalizada, y eso es muy importante.
ENS: Bogotá representa hoy la cuarta parte del PIB nacional. ¿Cómo explicarlo? Es decir, ¿qué está haciendo bien Bogotá para que tenga este marco de representación tan alto?
AB: La participación del Producto Interno Bruto de Bogotá en el PIB nacional no es coyuntural. En los últimos 15 a 20 años la participación de la ciudad ha estado entre el 25% y el 26%, y lo que sí representa esto es que es la principal ciudad en términos económicos del país. Es el nodo económico y si uno quiere que a Colombia le vaya bien en materia económica tiene que pensar en el comportamiento de Bogotá, que jalona hacia arriba o hacia abajo el promedio nacional. Estos resultados reflejan la potencia y el valor que tiene el tejido empresarial capitalino.
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Empleo
ENS: Usted indicó la semana pasada que Bogotá ya está creciendo a doble dígito pero que eso no se ha traducido en generación de empleo. ¿Qué está pasando con el empleo?
AB: Efectivamente lo que nosotros estamos viendo es que la economía crece en términos de producción pero en mejora del empleo estamos teniendo un rezago. Va primero la mejora de la producción y del valor agregado, y unos meses más tarde se ve la recuperación del empleo.
Lo que estamos viendo en las cifras del mercado laboral del mes de mayo, que ya publicó el DANE, es que Bogotá tuvo una caída muy significativa en la tasa del desempleo, pasando del 17,6% para el trimestre marzo-mayo de 2021, a 11,5%. Bogotá ya es una de las ciudades con una tasa de desempleo baja pero nos falta un pedacito de recuperación.
A diferencia del PIB (frente al cual ya estamos en el 110% del valor de la producción del 2019, diez puntos porcentuales por encima), en el caso del empleo estamos en el 98,6% de los niveles de empleo que había en el 2019 pero falta.
Estamos viendo resultados de los programas y estrategias de recuperación del mismo durante este primer trimestre pero seguimos teniendo unas brechas, sobre todo en jóvenes y mujeres. Mientras los hombres ya recuperaron el 101% del total de los empleos que tenían previo a la pandemia, las mujeres recuperaron el 97%; es decir, que están cerca pero sigue habiendo una brecha con relación a los hombres.
ENS: ¿Hay alguna forma de saber cuánto aporta la población migrante a la economía bogotana? A nivel nacional es un punto del PIB, ¿hay algún estimativo de cuánto aporta a la economía capitalina?
AB: No tenemos un dato específico pero hacemos muchos seguimientos a los análisis que hace el DANE y yo creo que es muy importante hacer pedagogía sobre el hecho de que esos procesos migratorios son fuente de productividad y de crecimiento.
Puede que en el corto plazo uno vea cierta competencia por los trabajos, pero hoy la población migrante genera incluso más empleo que el que de alguna manera ocupa, porque también hay ideas de negocios y emprendimientos. No te podría dar cifras concretas, pero sí te puedo decir que en este momento estamos haciendo un estudio sobre el tema que esperamos tener listo en este segundo semestre. Lo que sí es claro es que son un aporte muy importante en términos económicos.
Bogotá a cielo abierto
ENS: El programa de Bogotá a cielo abierto fue el programa insignia de la Secretaría en el marco de la pandemia y está por comenzar la segunda fase del mismo. ¿Cuál es su balance general?
AB: Este fue uno de los programas hito porque nos mostró la manera en que podemos aprovechar económicamente el espacio público y hacer mejor uso de la infraestructura de la ciudad. Cuando uno ve los impactos del programa, para quienes participaron fue la diferencia entre la vida y la muerte, pero en términos de volúmenes todavía son pocos los establecimientos que hicieron parte del mismo: fueron 276 establecimientos participantes en 41 zonas de Bogotá a cielo abierto.
El desafío para la ciudad durante este año y el próximo es el de tratar de multiplicar esa cifra y que haya mucho más aprovechamiento económico del espacio público. Pero para quienes participaron, así como para zonas muy emblemáticas, este programa fue un antes y un después.
ENS: Usted indicó que el objetivo es que para Bogotá a cielo abierto 2.0 aumente el número de participantes. ¿Qué proyecciones tienen?
AB: Esperaríamos poder duplicar, entre este semestre y el primer semestre del año siguiente, lo que ya se hizo entre el 2020 y el 2021. Que logremos tener no 41 zonas sino por lo menos 100 y duplicar los establecimientos involucrados en estos procesos de aprovechamiento económico del espacio público.
Hay que decir que la responsabilidad principal del programa no es de Desarrollo Económico, el liderazgo es del Dadep y hoy el momento es distinto. Este ya no es un programa de reactivación y de emergencia; ya no es un piloto temporal, no. Lo que nos permite el decreto es darle una legislación permanente y entender que Bogotá a cielo abierto llegó para quedarse.