Recientemente se cumplieron tres años de la promulgación de la Ley 1805 que convierte a todos los nacionales en donantes
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Cifras recientes, entregadas por el Ministerio de Salud, indican que en Colombia se cuenta con entre ocho y nueve donantes por cada 1.000.000 residentes y con 24 trasplantados por cada millón de habitantes. Esta cifra es muy lejana de países, como España, que tienen 48 por millón de habitantes.
Recientemente, se cumplieron tres años de la promulgación de la Ley 1805 que convierte a todos los colombianos en donantes, a menos que en vida manifiesten lo contrario a través de un documento autenticado y radicado ante el Instituto Nacional de Salud (INS). EL NUEVO SIGLO dialogó con el senador Rodrigo Lara, su autor, para conocer su impresión sobre el avance de esta iniciativa.
EL NUEVO SIGLO: Hace poco se cumplieron 3 años de la promulgación de la Ley 1805 de 2016 con la que se estableció que todos los colombianos son donantes de órganos y tejidos a menos que en vida expresen lo contrario, ¿qué balance hace usted, que fue el impulsor en su implementación?
RODRIGO LARA: Los resultados son extraordinarios, aún cuando la implementación ha tardado más de lo esperado. Si bien, es cierto que el INS ha realizado un buen trabajo, también es cierto que les han faltado recursos para avanzar más rápidamente. Todavía falta mucho por implementar de la ley, pero debo decir que los avances son impresionantes.
En particular, cabe destacar el trabajo que han venido realizando en la construcción de criterios para la asignación de órganos y los sistemas que han implementado para que, en tiempo real, los especialistas de todo el país puedan saber qué órganos hay disponibles y cuáles son los más compatibles con cada paciente. Si antiguamente los trasplantes se realizaban con los órganos disponibles para cada institución, ahora pueden encontrar los más compatibles de todo el país y estos, son asignados por el sistema, lo que le da mayor transparencia a todo y asegura que el órgano a recibir por el paciente es el más compatible. Esto, ya se ha logrado para los trasplantes de riñón, con el denominado Matching renal y pronto será posible para los demás órganos.
El balance que hago desde lo personal es el siguiente: si bien, he sentido algo de frustración por la demora en la implementación, comprendo que se trata de un proceso complejo que no iba a dar frutos de la noche a la mañana. Por otra parte, siento el orgullo del deber cumplido. Creo que en la vida me he encontrado con muy pocas ocasiones tan conmovedoras como cuando un trasplantado o alguno de sus familiares se me acerca para agradecerme por ser el autor de esta Ley, con la que lograron una segunda oportunidad en la vida.
ENS: ¿Qué cifras se tienen sobre aumento en la donación de órganos?
RL: En estos primeros años de vigencia de la Ley, el comportamiento de la donación ha sido más bien estacionario. Si bien, el primer año hubo un aumento de trasplantes de casi el 30%, para el 2018 bajó y el 2019 volvió a subir. Así, pasamos de una tasa de 7 trasplantes por millón de pobladores en el 2016 y subió a 8,9 en el 2017, luego bajó a 8,0 en el 2018 y subió a 8,4 en el 2019.
Estos cambios tienen que ver con los ajustes del sistema, pero la tendencia es al aumento. Con la entrada en operación de los nuevos avances de la Red Nacional de Trasplantes esperamos que los incrementos en donación y trasplantes serán mucho mayores. Esta ley salva vidas.
ENS: ¿Cómo ve el trabajo del Gobierno para impulsar la donación de órganos?
RL: En el artículo 6 de la norma, establecimos la obligación a todas las entidades del sector salud del Estado para que destinaran el 15% del presupuesto asignado a pauta, para campañas de promoción de la donación. No es muy claro qué tanto se ha cumplido y eso es algo a lo que vamos a tener que hacerle control político. Con todo, siento que en Colombia se ha venido desarrollando una importante cultura de la donación, que permitirá salvar la vida de muchos de nuestros compatriotas, pero aún hay mucho trabajo por hacer por parte de distintos sectores de la sociedad.
ENS: Hace poco usted participó de una rueda de prensa junto a la directora del INS en la que hablaba de tres tareas que se deben impulsar sobre esta materia, ¿cuáles son estas?
RL: La doctora Martha Lucía Ospina se refirió a tres temas importantes en los que ya estamos trabajando. En primer lugar, en cuanto a la cuestión de agilizar el pago o realizar el giro directo a los equipos médicos por sus servicios de trasplante y la recuperación de órganos.
En segundo lugar, debemos mejorar los mecanismos de controlar a las IPS para que en las UCI y Unidades de emergencias de los hospitales se realicen de manera adecuada todos los protocolos para preservar adecuadamente los cuerpos de los donantes. En Bogotá, por ejemplo, bajó la tasa de trasplantes debido a que la alcaldía de Peñalosa hizo más difícil que una persona fuese atendida en cuidados intensivos, lo que nos hace perder opciones de rescate de órganos. Finalmente, es necesario promover la creación de programas educativos para capacitar a los médicos colombianos en todo lo necesario para el trato adecuado tanto de los pacientes donantes como de aquellos en lista de espera, además de los trasplantados.
Recuadro: mitos sobre la donación
A continuación, se presentan tres mitos sobre la donación de órganos que fueron abordados en un estudio liderado por Astellas Farma Colombia y desarrollado por Invamer que se llevó a cabo en las principales ciudades del país.
1. “Para donar órganos debo registrarme como donante, pero no sé dónde ni cómo hacerlo”
La donación de órganos tuvo un giro con la Ley 1805 que entró en vigencia en febrero de 2017, la cual convierte a todos los colombianos, que en vida no hayan expresado por escrito su negativa, en donantes de órganos. Algunas personas aceptan no tener clara la legislación que existe en el país que regula el procedimiento. El estudio demostró que el principal motivo por el cual afirman no ser donantes es porque desconocen dónde deben registrarse o cómo es el proceso para hacerlo, lo cual no es necesario.
Los que no quieran ser donantes deben hacer la declaración ante un notario público y enviarla al INS o expresar la negativa al momento de afiliarse a una EPS.
2. “Ser donante es un blanco fácil para tráfico de órganos”
Todo el proceso de donación y trasplantes es vigilado por entidades como el Ministerio de Salud y Protección Social, el INS y las Secretarías de Salud. El estudio reveló que las personas creen que al convertirse en donantes se vuelven propensos a ser secuestrados por traficantes con el objetivo de extraer sus órganos y obtener beneficios económicos.
Sin embargo, estos procedimientos son complejos por lo que solo instituciones que cuenten con la infraestructura adecuada y el personal entrenado pueden hacerlo.
3. “El nivel socioeconómico determina la prioridad para decidir las personas que serán trasplantadas”
La lista de espera se organiza teniendo en cuenta la compatibilidad del donante y el paciente, así como la urgencia con la que se necesita hacer el procedimiento. Las entidades del Gobierno garantizan que la equidad de asignación se genere sin discriminación por razones de origen familiar, estrato socioeconómico, sexo, raza, religión, entre otros. De acuerdo con el estudio, existe la creencia que, aquellos que cuentan con un nivel socioeconómico más alto reciben los trasplantes de manera más rápida que las personas de bajos recursos, sumado a que los extranjeros tienen prioridad sobre los colombianos.