EL ALCALDE de Bogotá, Carlos Fernando Galán, a través de su cuenta en X, emitió un pronunciamiento frente a los hechos ocurridos, cuando las manifestaciones sociales de este jueves 8 de febrero derivaron en disturbios alrededor del Palacio de Justicia, el edificio donde sesionan las altas Cortes del país, ubicado en la carrera octava con calle 12.
“El asedio al Palacio de Justicia y las presiones a la Corte Suprema de Justicia son inaceptables. Hago un llamado a la calma y la sensatez, y a que protejamos la institucionalidad”, expresó el alcalde.
Aseguró en su post, que existió comunicación constante con los integrantes de la Rama Judicial para evaluar la situación y evitar hechos que pusieran en peligro su integridad.
“Durante varias horas trabajamos de manera articulada con los magistrados de la Corte y la Policía para que, a través del diálogo, se pudiera levantar el bloqueo en las entradas y salidas del Palacio de Justicia. Después de varios intentos, y a pesar del apoyo de los gestores de Bogotá, se agotó esta instancia y se pasó a intervenir para desbloquear los accesos y garantizar la libre circulación de los magistrados”, explicó el alcalde Mayor.
Y, por último, enfatizó en las libertades constitucionales y los deberes ciudadanos al momento de ejercer estas garantías. “Bogotá es una ciudad respetuosa del derecho a la protesta pacífica, pero estas manifestaciones no pueden, por ningún motivo, derivar en violencia ni producir un bloqueo a la libre circulación de los magistrados de las altas Cortes. Debemos rodear a la Corte Suprema de Justicia y garantizar que pueda elegir libremente a la próxima Fiscal General de la Nación”, concluyó el alcalde Carlos Fernando Galán.
Caos en la ciudad
Ante la imposibilidad de irrumpir en el Palacio de Justicia, el tumulto que mantuvo sitiado por casi seis horas el lugar generó disturbios, vandalismo y enfrentamiento con la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (Undmo) que fue desplazado al céntrico lugar bogotano para garantizar el orden público.
Los uniformados cumplieron la orden del director general de la Policía de no hacer uso de la fuerza contra los manifestantes, entre los que había miembros de la guardia indígena, para presionar la pronta elección de la Fiscal General por parte de la Corte Suprema de Justicia. Sin embargo, ante el constante lanzamiento de objetos contundentes contra esa fuerza, así como aerosoles y actos de vandalismo contra las rejas que protegían el Palacio y algunos comercios del lugar, tuvieron que reaccionar.
Asimismo, la operación de Transmilenio resultó afectada por las manifestaciones, razón por la que debieron cerrar las estaciones San Diego, San Victorino, Las Nieves, Universidad y Museo del Oro. Además, varios buses se desviaron o retornaron antes de llegar a sus destinos.
Es importante recordar que durante la mañana del jueves la Policía Metropolitana de Bogotá indicó que, para las manifestaciones, anunciadas por Fecode y otros sectores sindicales del país, habían dispuesto de 900 uniformados para acompañar y garantizar la jornada de movilización social.
De igual forma, las secretarías de Gobierno, Seguridad, Integración Social, gestores de Transmilenio y gestores locales, realizaron acompañamientos de estas marchas con el fin de ayudar en la gestión del tráfico y tránsito de vehículos particulares, buses de Transmilenio, SITP y otros.
También estuvieron presentes los gestores de la Red de Diálogo que tenían por objetivo garantizar la paz y el respeto a la protesta y a Bogotá. Hasta el momento de publicación de esta nota, se desconocía si hubo capturas por los actos vandálicos registrados en el centro de Bogotá.
Asimismo, el último reporte del Puesto de Mando Unificado registró un total de 10.000 personas que se movilizaron durante la jornada de protestas en Bogotá.