Tras las últimas declaraciones de las secretarías distritales del Hábitat y de Planeación, Camacol Bogotá-Cundinamarca sostuvo que el proyecto radicado en el Concejo para el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT) desconoce a los profesionales jóvenes, a los inmigrantes en busca de nuevas oportunidades, a solteros o parejas que han decidido no tener hijos o a las personas en fases de transición como divorciadas, al prohibir las viviendas de una sola habitación.
“Lo que esperamos, según lo ha prometido la Administración, es que en el trámite en el Concejo se logren detectar todas estas contradicciones en el Proyecto de Acuerdo y se hagan los ajustes necesarios para que realmente la ciudad pueda contar con el mejor POT posible, una norma que cumpla con ese espíritu cuidador e incluyente con el que todos nos identificamos”, dijo Alejandro Callejas, gerente de Camacol B&C.
El gremio enfatizó que, con el argumento de procurar una vivienda digna o la oportunidad de vivir en residencias colectivas, “la desafortunada redacción de la norma corta de tajo con la posibilidad de que estas personas puedan hacerse a una vivienda de una sola habitación si así lo quieren”.
“La norma propuesta establece áreas mínimas de vivienda, y desde el Gremio insistimos en el riesgo que acarrea esta exigencia, pues elevará el precio de la vivienda al punto de reducir la oferta de vivienda social dentro de la ciudad, afectando justamente a la población que pretende ayudar; es decir, las familias de menores recursos que se verán obligadas a buscar vivienda en los municipios circunvecinos rompiendo la promesa de una ciudad de 30 minutos”, indicó el gremio.
Recomendaciones
Ante esta situación, claramente preocupante para el gremio, Camacol añadió que es necesario que el Proyecto de Acuerdo que se estudia en el Concejo se ajuste en varios componentes que definen que los bogotanos realmente puedan encontrar la ciudad que el mismo documento promete.
Aclaró que la norma prohíbe el desarrollo de apartamentos de un solo cuarto en todas las zonas de ciudad, tanto en vivienda de interés social como la no VIS (definido en el Artículo 384 de la propuesta). También reiteró que este POT sí limita la oferta de vivienda tanto VIS como no VIS en las diferentes zonas de la ciudad cuando solicita que la vivienda debe tener al menos un área de 36 y 42 metros cuadrados.
Asimismo, Camacol también se refirió a las cifras del Dane, que contemplan que el 21,7% de los hogares bogotanos se componen de una sola persona y que esta cifra se proyecta en ascenso en los próximos años; y que sube a 44,8% sumando los hogares conformados por dos personas.
Este, indicó el gremio, es un porcentaje importantísimo que se desconoce en la propuesta de la Administración, pues al poner una limitación mínima en las áreas se reduce de inmediato la oferta de vivienda social en diferentes lugares de la ciudad, manteniendo a la población que necesita este tipo de vivienda en la periferia. Esto termina afectando a más personas de las que se pretende ayudar.
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El hábitat
Por su parte, la Secretaría de Hábitat indicó que el trabajo es para que los hogares en Bogotá tengan cada vez mejores condiciones de habitabilidad y sus viviendas cumplan con los estándares mínimos de calidad, teniendo en cuenta las características reconocidas por ONU-Hábitat.
Estas incluyen la habitabilidad para garantizar la seguridad física de sus habitantes con tamaño suficiente, accesible y funcional, para reducir el hacinamiento. La disponibilidad de servicios, materiales, instalaciones e infraestructura. La accesibilidad, la cual representa los elementos de diseño y materialidad de la vivienda, teniendo en cuenta ambientes libres de barreras que permitan la libre circulación y acceso. Y por último la seguridad de los habitantes con protección jurídica contra el desalojo forzoso, el hostigamiento y otras amenazas, entre otros.
La secretaría aclaró que este POT exige que los proyectos que construyan los denominados apartaestudios, que actualmente el mercado produce desde 17 metros cuadrados, generen espacios para prestar los servicios como son lavanderías, espacios para el estudios y el trabajo, salas, espacios para el deportes, cocinas, entre otros, de tal manera que si una persona o pareja compra una de estas viviendas cuente con una calidad de espacios para el desarrollo de sus actividades, cuente con vivienda de calidad y digna. Apartaestudios SÍ, pero dignos. Es lo mínimo que debemos pedirle al mercado”.