La organización colombiana Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) anunció mediante su informe anual ‘Prensa acorralada: un juego de violentos y poderosos’ que durante 2018 hubo 477 ataques contra comunicadores.
El informe mencionó que la cifra de ataques representa un incremento del 120% y que es un indicativo de que la violencia contra la prensa colombiana está muy lejos de ser “un asunto del pasado”.
“Secuestros, hostigamientos, amenazas, obstrucciones a la prensa, eliminaciones de material periodístico, acoso judicial, violencia de género, exilios y desplazamientos internos impidieron que los periodistas de todo el país pudieran desarrollar su labor libremente”, mencionó la Flip.
El documento detalló que las amenazas contra la prensa generan preocupación en departamentos como Tolima, Norte de Santander, Putumayo, Antioquia y Santander.
“La situación de violencia causó tanta alarma que 19 embajadas y organizaciones internacionales firmaron un comunicado rechazando las crecientes amenazas en contra de periodistas y manifestando su preocupación por la violencia contra la prensa”, mencionó la organización.
La FLIP informó que dentro de los ataques se encuentra el asesinato de tres periodistas que fueron los integrantes del equipo del diario El Comercio, Paúl Rivas, Javier Ortega y Efraín Segarra. Los homicidios fueron cometidos por el grupo disidente de la guerrilla desmovilizada de las Farc.
Mediante el informe, la FLIP describió que la violencia contra la prensa es menos letal de lo que era a principios de siglo, pero mencionó que “tiene la fuerza suficiente para intimidar, silenciar y configurar atmósferas de autocensura sobre todo en la prensa regional”.
El informe detalló que los programas de protección a la prensa en Colombia requieren reformas estructurales como la inclusión de estrategias preventivas efectivas para encarar el origen de la violencia, mediante, por ejemplo, la aplicación de sanciones judiciales contra los que ejercen la violencia contra la prensa.
La publicación indicó que 180 de los 477 casos de ataque a periodistas en 2018 tuvieron su origen en desconocidos. Otros 105 fueron ejercidos por funcionarios, 91 por particulares, 36 por la Fuerza Pública, 28 en bandas criminales, 17 en guerrillas, 10 en paramilitares, seis en delincuencia común y cuatro en políticos.