Un fiscal de la Dirección Especializada contra la Corrupción imputó por el delito de interés indebido en la celebración de contratos a Néstor Eugenio Ramírez Cardona, director del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) para el período 2007-2010. El procesado no aceptó su responsabilidad ante un juez de control de garantías de Paloquemao.
La decisión obedece a que el investigado aparentemente creó las condiciones contractuales para favorecer a la empresa que ejecutó la obra de la Fase III de Transmilenio por la calle 26.
Se trató del contrato 137 del 2007, cuyo objeto era la construcción de la tercera troncal de Transmilenio, inicialmente otorgado al Grupo Nule, pero que, a raíz de su incumplimiento, fue entregado a una nueva compañía mediante una cesión, en febrero de 2010. Para tal fin, a través de un otrosí supuestamente se amplió el valor contractual en $219.000 millones.
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Se presume que, con la suscripción de al menos 4 otrosíes, modificó los precios globales a unitarios, lo que aumentó el costo total del contrato; aumentó el valor del pago anticipado, aprobó la eliminación de obras no priorizadas por valor de $63.000 millones, entre otras irregularidades que se habrían cometido.
Además, se evidenció que se habrían suscrito actas de adición presupuestal por $30.000 millones y prórrogas para ejecutar la obra. Con estas inconsistencias, el proyecto quedó sin recursos, al punto que el contratante requirió presupuesto adicional para culminarlo.
En criterio de la Fiscalía, Ramírez Cardona tendría pleno conocimiento de las acciones que debía realizar para concretar el supuesto favorecimiento del cesionario; pues se cree que sabía de antemano de las referidas modificaciones contractuales, de las adiciones presupuestales y de las prórrogas.