El permanente intercambio de información con autoridades internacionales y los análisis hechos por los investigadores de la Fiscalía General de la Nación a las modalidades de envío de cocaína detectadas en aeropuertos del país, permitieron identificar un cartel responsable de la salida fraccionada y sistemática de cocaína líquida hacia Estados Unidos, Canadá y países de Europa.
En cuatro años de investigaciones fueron recopilados elementos que pusieron al descubierto el engranaje narcotraficante y los presuntos integrantes de la organización denominada ‘Morfhox’, que se habría dedicado a reclutar y preparar viajeros para que llevaran en su cuerpo cápsulas de látex que contenían droga diluida, y utilizar la misma maniobra ilegal de correos humanos para que los pagos en dólares y euros llegaran a Colombia.
El origen
En 2014, la Fiscalía recibió una alerta de las autoridades de Canadá sobre la presencia en Colombia de Steven Douglas Skinner, un ciudadano canadiense buscado con circular roja de Interpol por homicidio. En la ubicación del prófugo internacional, los investigadores identificaron que efectivamente habría ingresado con un socio al país y, en una alianza criminal con Daniel “El Loco” Barrera, empezó a organizar una red narcotraficante.
Durante las investigaciones se constató que Skinner habría asesinado a su cómplice en Sabaneta (Antioquia), y escapó a Venezuela, donde fue capturado y extraditado a Canadá. Actualmente, está condenado a prisión perpetua. Precisamente, la organización que Steven Douglas Skinner montó en Colombia, es la que hoy desarticuló la Fiscalía General de la Nación.
Gracias a la evidencia física, los controles técnicos y varias incautaciones realizadas en Colombia, Estados Unidos, Holanda y Francia, la Fiscalía puso al descubierto la modalidad narcotraficante en la que eran ubicados adultos mayores, mujeres cabeza de hogar y ciudadanos extranjeros, muchos de ellos de nacionalidad venezolana, para que aceptaran viajar en pareja a los destinos en los que la red criminal tenía contactos.
Estas personas eran reclutadas en Bucaramanga, Medellín, ciudades del eje cafetero, Leticia y otras zonas del país, y no se conocían entre sí; luego las hospedaban en municipios de Cundinamarca cercanos a Bogotá y allí las preparaban para que ingirieran cápsulas de látex, que contenían cocaína líquida, estado que la estructura ilegal obtenía a través de diferentes procesos químicos.
A los supuestos viajeros les conseguían pasaportes, tiquetes aéreos, vestuario y les daban dinero para costear sus gastos en el extranjero, con la promesa de que si lograban entregar el estupefaciente a los enlaces narcotraficantes en Norteamérica y Europa, recibirían en un pago adicional en Colombia.
Las indagaciones permitieron dar con la detención de varios de los pasantes de droga, algunos fueron detectados en los aeropuertos nacionales, y otros que creían que por su avanzada edad o por llevar cocaína líquida iban a pasar desapercibidos, fueron interceptados en otros países.
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Capturas
Los presuntos integrantes de esta red fueron individualizados y la Fiscalía obtuvo ante los jueces de control de garantías las respectivas órdenes de captura, gracias a ellos 27 detenciones se hicieron efectivas en procedimientos cumplidos simultáneamente por investigadores del CTI, con apoyo del Gaula Militar de la Brigada 13 del Ejército Nacional, en Bogotá, Medellín y Cúcuta.
El material probatorio recaudado por la Fiscalía permitió conocer un esquema que, al parecer, le permitió a la red ingresar a Colombia millones de dólares y euros producto del narcotráfico, a través de transacciones internacionales o remesas que llegaban a personas que prestaban sus cuentas para recibir las sumas de dinero y, posteriormente, se las entregaban a los cabecillas de la estructura.
En esta modalidad de lavado de activos que sería dirigida por dos familias, de apellidos Henao y Castro, también habrían sido utilizadas casas de cambio, empresas formalmente constituidas y oficinas privadas, y sirvió para consolidar un patrimonio ilícito el cual fue rastreado paralelamente, mientras eran individualizados los presuntos integrantes de la organización.
En ese sentido, la Fiscalía impondrá medidas cautelares con fines de extinción del derecho de dominio a 46 bienes inmuebles, cuatro establecimientos de comercio y 12 vehículos, los cuales serán ocupados y entregados a la Sociedad de Activos Especiales (SAE) para su administración.
La evidencia física en poder de la Fiscalía da cuenta que los encargados del blanqueo de capitales habrían suplantado a empresarios nacionales, ajenos a toda la operación ilegal, para justificar ante las autoridades financieras el alto flujo de divisas. También fueron detectados casos en los que integrantes de una misma familia de Medellín, al parecer, ingresaron dólares enrollados que daban la apariencia de cigarrillos, camuflados entre miles de cajetillas.