Heidy Patricia Baldosea Perea, abogada y magistrada de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), falleció este miércoles a los 45 años en Bogotá, víctima de un paro cardiorrespiratorio. Era una figura destacada en la entidad, donde formaba parte de la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas desde 2018. Su muerte ha causado un profundo pesar en el ámbito judicial y entre las comunidades afrocolombianas que veía en ella un símbolo de esperanza y cambio.
Nacida en Bogotá el 1 de octubre de 1978, Baldosea fue una abogada comprometida con los derechos humanos. Se graduó de la Universidad Libre de Colombia y amplió sus estudios con especializaciones en Investigación Criminal y Juzgamiento en el Sistema Penal Acusatorio en la Universidad Católica de Colombia, así como en Derechos Humanos en la Universidad Complutense de Madrid.
Su trayectoria profesional incluyó roles en la Defensoría del Pueblo, la Secretaría Distrital de la Mujer, el Centro Nacional de Memoria Histórica y la Procuraduría General de la Nación.
La JEP ha expresado su profundo dolor por la pérdida de la magistrada a través de un comunicado en el que destaca su humanidad, compromiso y sensibilidad. "El ejemplo, humanidad y sensibilidad de la magistrada Heydi nos abraza y rodea en este difícil momento. Reconocemos en ella su gran trabajo por las víctimas del conflicto armado y su vocación por la justicia y por restaurar los derechos humanos y la paz", señala el comunicado.
En una reciente conferencia en La Haya, Baldosea destacó la importancia de su papel en la JEP: “Uno de los aspectos más significativos, en lo personal, ha sido unir este paradigma restaurativo a mi realidad social. Lo que representa para las víctimas y las comunidades, para las niñas negras, que una magistrada negra vaya a recibir un informe, esto cambia la perspectiva y el acercamiento de la justicia en las comunidades y en los territorios”.
Su contribución al proceso de paz y a la justicia transicional en Colombia es ampliamente reconocida. La JEP también destacó el impacto positivo que su presencia tuvo en la comunidad afrocolombiana, especialmente en las niñas, jóvenes y mujeres afrodescendientes, quienes encontraron en Baldosea un referente de superación y dignidad.