Este cuerpo antidisturbios ha sido protagonista en los últimos días controlando desórdenes que se han generado en algunas marchas

_________________

La muerte del joven Dilan Cruz en medio de las protestas que se han presentado en el país en los últimos días puso de nuevo en el centro del debate al Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad).

No obstante, tanto el Gobierno como muchos ciudadanos defienden su trabajo como instrumento efectivo para controlar la violencia en las manifestaciones.

En días pasados el presidente Iván Duque salió en defensa del Esmad señalando que “aquí lo que tenemos nosotros que valorar es lo que ese instrumento, que es un instrumento no solamente disuasivo frente a situaciones de riesgo, tiene por objeto, que es la defensa de la propiedad, de los ciudadanos”.

Por ello manifestó su intención de que este cuerpo “pueda seguir adelante con sus tareas, obviamente observando siempre las mejores prácticas y los mejores protocolos”.

Vale recordar que uno de los pilares del gobierno Duque es el principio de la paz con legalidad, es decir sin impunidad. “Los únicos enemigos de la paz son los que quieren, con la violencia y por la violencia, arrebatarles a los colombianos sus libertades, sus derechos, su vida, su honra, sus bienes”, ha señalado el Jefe de Estado.

La Fundación Paz y Reconciliación indicó en un informe que publicó el año pasado que “desde su creación (hace 20 años) como Comando Antidisturbios, el uso de la fuerza se le ha salido de las manos al Esmad, pues se ha cobrado la vida de varias víctimas. Entre ellos, 18 muertos en Bogotá”.

Sin embargo, también hay que anotar que en el tiempo que ha operado el Esmad nueve de sus integrantes han muerto de forma violenta en el control de manifestaciones, en tanto que más de 2.000 han resultado heridos leve y otros gravemente.

En un balance que entregó la Policía indicó que en los desórdenes que se registraron en los últimos días han resultado heridos 341 uniformados. Entre los policías por el accionar de los vándalos hay 26 mujeres.

El caso más reciente es un policía herido en Neiva con una papa-bomba, quien se encuentra en estado crítico porque uno de sus pulmones fue afectado gravemente.

Al debate sobre el futuro de este cuerpo se sumó la alcaldesa electa de Bogotá, Claudia López, quien pidió al presidente Duque que el funcionamiento del Esmad haga parte de la conversación que está sosteniendo con varios sectores luego del paro nacional.

“No puede pretender el Presidente que tras evidencia de uso abusivo de la fuerza y muerte violenta por homicidio de Dilan la reforma del Esmad no haga parte de la conversación con los jóvenes y la ciudadanía”, publicó López en Twitter.

Caso Cruz

Dilan Cruz participaba el pasado domingo en una marcha de protesta en el centro de Bogotá. Ante la intervención del Esmad con gases lacrimógenos corrió como los demás manifestantes, siendo alcanzado por un proyectil Bean Bag, balines recubiertos con un textil, que se incrustó en su cabeza. El joven murió el pasado martes en el hospital San Ignacio.

El pasado jueves Medicina Legal entregó los resultados de la necropsia de Cruz, expresando a través de su directora Claudia García que “los elementos analizados cumplen con la ficha técnica de la casa fabricante y no han sido modificados”.

El ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, explicó que “todos los elementos que usa el Esmad están contemplados en la legislación nacional, están contemplados en instrumentos internacionales, son reconocidos en muchísimos países. En 105 países existen grupos antimotines o antidisturbios”.

En su dictamen, Medicina Legal concluyó que se trató de una muerte violenta bajo la modalidad de homicidio. Sin embargo, ello fue rechazado por el abogado Abelardo de La Espriella, quien representa al uniformado del Esmad que disparó: “Deploro las declaraciones de la directora de Medicina Legal, quien ha prejuzgado a mi cliente”.

Por su parte el abogado Iván Cancino consideró que Medicina Legal debió concluir que se trató de una “muerte violenta con arma de fuego”. Por ello dijo que la institución actuó con “inexperiencia y presión… Tal vez por hacer un show o figurar”.

Los contrastes

En medio del clima de tensión que han generado las recientes marchas han contrastado en todo el país manifestaciones de apoyo y rechazo al Esmad.

Por ejemplo en redes sociales surgieron páginas y numerales de respaldo a este cuerpo. De igual forma en Bogotá y otras ciudades del país los agentes del Esmad han sido vitoreados por ciudadanos que les han manifestado su reconocimiento por su labor para controlar a los vándalos en las protestas.

A la par, los uniformados han sido también objeto de insultos por parte de personas que los señalan de supuesto abuso de fuerza y les gritan el nombre de Dilan, para recordar al joven asesinado.

En este escenario una de las imágenes que más impactaron se vio en Bogotá en donde en un sector los Esmad y ciudadanos, en su mayoría jóvenes, compartieron un chocolate y un pan, enviando un mensaje que más allá de las diferencias somos colombianos.

Cambio de tono

Otra estampa que le dejan al país el segundo paro nacional del pasado miércoles y las últimas marchas en diferentes ciudades es que en general se han desarrollado de forma pacífica, por lo que la acción del Esmad se ha limitado en la mayoría de los casos a la de un observador vigilante.

Entre los hechos para destacar en este contexto el pasado miércoles hubo un cacerolazo sinfónico en el parque de Los Hippies, en Bogotá, en donde un grupo de músicos se unió para manifestar de esta manera. Lo que fue entendido y acompañado por cientos de personas que se congregaron en el lugar.

Este cambio de comportamiento de las marchas en los días recientes contrasta con la violencia y actos de vandalismo, incluso saqueos, que se vieron el 21 y 22 de noviembre, que obligaron al Esmad y a la Policía en general a emplearse a fondo y, además a decretar en este último día toque de queda en Bogotá y Cali.

El Jefe de Estado ha advertido en esta coyuntura que “la protesta social pacífica es un derecho de los colombianos y es un deber del Estado y de los gobernantes locales garantizar el ejercicio de la protesta pacífica. Pero también es un deber de todos rechazar, censurar, acusar, develar y sancionar ejemplarmente a quienes pretendan apelar a la violencia, al vandalismo y al pillaje para atentar contra los derechos de los colombianos”.

De otra parte en cuanto a los costes Fenalco calculó en $1 billón las pérdidas para el país por las movilizaciones y marchas en la última semana; mientras que el sector de restaurantes, gastronomía, bares y hotelería cifró en $12.400 millones por menores ventas y en los días más fuertes de vandalismo $1.750 millones por daños a locales.

Protesta social

En el Congreso están pendientes de debate dos proyectos para regular la protesta social, uno del senador Jonatan Tamayo para prohibir las manifestaciones entre semana, con el fin de que no se impida el derecho a la educación y al trabajo; y otro del representante Víctor Joya para judicializar a quienes se valgan de la protesta para cometer actos violentos que dañen bienes públicos o privados.