El próximo sábado la Región Administrativa y de Planeación Especial (RAP-E) región Central firmará un pacto regional por la preservación del sistema de páramos y para garantizar la seguridad alimentaria del país. El gerente de la RAP-E, Fernando Flórez, explica a EL NUEVO SIGLO el alcance de este acuerdo
EL NUEVO SIGLO: para la RAP-E el próximo sábado 29 va a ser un día clave para los próximos años. ¿Qué pasa exactamente ese día?
FERNANDO FLÓRES ESPINOSA: en esa fecha firmaremos un pacto regional por la preservación del sistema de páramos más grande de Colombia y un nuevo plan de abastecimiento alimentario para el centro del país.
En este día se posesionarán los nuevos mandatarios de la región Central, entonces la esencia de la fecha radica en que esto se institucionalice para que cada cuatro años los gobernantes se comprometan a incluir dentro de sus planes de desarrollo, todas las iniciativas que tenemos para preservar los páramos. Esto, con el fin de mantener el Plan de Abastecimiento, más otras actividades que desarrollamos aquí y que son de gran impacto para el desarrollo de la región.
ENS: ¿Por qué tomaron la decisión de hacer este pacto regional para preservar los páramos?
FFE: cuando uno ve la institucionalidad de la región, hay muchas zonas que tienen incidencia, trabajos, exigencias y obligaciones sobre los páramos, pero no se están haciendo las cosas integralmente.
En la región tenemos ocho corporaciones autónomas regionales. Como son páramos tenemos la incidencia de Parques Nacionales, las secretarias de Medio Ambiente de cada departamento y las alcaldías tienen obligaciones e inversiones que deben hacerse, pero todos estamos haciendo acciones individuales. Por eso el llamado es a hacer un solo proyecto, lidérelo quien lo lidere.
ENS: claro, pero este pacto es para preservar el agua. ¿Cuál es la situación de este recurso?
FFE: ya hay problemas de agua. No podemos decir que apenas comienzan pero si podemos decir que los efectos del cambio climático ya se comienzan a sentir, ya son palpables las altas temperaturas y vamos a estar abocados a dificultades mayores si no se toman acciones inmediatas.
Es increíble: estamos haciendo una inversión de $32.000 millones en restauración y reconversión en los páramos de la región Central y estamos tratando de impactar 1.000 hectáreas. Eso ya lo estamos haciendo y vamos por el 95% de la meta, en todos los departamentos, y en dos días, se quemaron 2.000 hectáreas. Entonces, ahí es en donde nos asalta la mayor preocupación. Esta semana en La Macarena se incendiaron 200 hectáreas. Este es el momento más oportuno para hacer esto, porque hay una voluntad política de los mandatarios.
ENS: el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García, dijo que para esta protección de páramos la cifra conjunta para su cuidado podría estar siendo superior a los $250.000 millones en inversión. ¿Esa cifra es correcta?
FFE: podría ser más. Los recursos máximos y aceptando la invitación del presidente Iván Duque de la siembra de árboles, podría hacer que sea mayor.
ENS: usted mencionaba que están haciendo un balance de daños ambientales. ¿Cuál es el más delicado y cómo planean combatirlo?
FFE: yo creo que a lo largo de todo el territorio estamos viendo cómo se está estrechando la frontera agrícola. A pesar de las disposiciones nacionales sobre la prohibición de las siembras sobre 3.000 metros, aun no se han implementado acciones justas para que quienes cuidan los páramos tengan una oportunidad, no solo de cuidar debidamente el páramo, sino de que no los expropien y saquen de su territorio.
Por eso una de nuestras grandes propuestas es la de hacer un pago por servicios ambientales adecuado. Es decir: un reconocimiento a esos moradores. Hay que cuidar esa frontera agrícola. Quizá este es el problema más complicado que afrontamos ahora.
Plan de Abastecimiento
ENS: la RAP-E ya tiene un Plan de Abastecimiento Alimentario. ¿Cuál es el objetivo máximo de este plan?
FFE: bueno, la idea inicial es la de ordenar el territorio en cuanto a su producción. Ese es uno de sus objetivos. Pero lo primero en lo que hemos pensado es en la injusticia, que además ha sido permanente, que han sufrido el pequeño y el mediano productor.
Porque ellos están produciendo y viviendo de una economía de subsistencia y quienes sí se están beneficiando, son todos aquellos que componen la cadena de intermediación que hay. Hemos encontrado que hay productos que pasan por ejemplo por ocho intermediarios.
Y te digo algo más: aquí a la central de abastos llegan productos de Boyacá, del Meta, del Tolima, de todos los departamentos y que luego regresan a los mismos lugares para ser vendidos allá. ¿Por qué no se compran allá? Este plan busca organizar todo lo que es oferta y demanda, contemplando que tenemos al mayor consumidor del país.
ENS: hablemos de eso. ¿Cómo funciona la RAP-E con el desequilibrio en tamaño y fuerza que implica Bogotá?
FFE: solo Bogotá produce en su zona rural lo que la ciudad consume en un día y medio al año. Si la Capital tuviera que vivir de lo que ella consume, se podría alimentar un día y medio.
Y compara esa cifra con la que te voy a dar: anualmente se están perdiendo $3.8 billones en desperdicios de alimentos. Entonces el tema es que si no organizamos el territorio, si no tenemos un sistema de información adecuado y si no regulamos la intermediación, los precios van a seguir aumentando y los alimentos van a escasear. Este escenario no contempla el hecho de que el campo se está envejeciendo.
ENS: ¿Por qué el envejecimiento del campo es un factor de riesgo?
FFE: en el campo el promedio de edad está cercano a los 60 años y el joven campesino quiere migrar a los centros urbanos porque el campo no es atractivo. No es económicamente atractivo. Entonces está disminuyendo el trabajador en el campo y aumentando la demanda de alimentos de la población urbana.
Se debe pensar en asistencia técnica. Aquí, escasamente en algunas oportunidades, se consigue una rentabilidad pero en la mayoría de los casos el campesino tiene que regalar su trabajo. Hay que subir el nivel de ingreso de los campesinos y toca hablar de educación, salud, dotar de condiciones dignas al campo para que se vuelva atractivo y los jóvenes no se quieran ir.
ENS: ¿Entonces podríamos decir que Bogotá no está en riesgo de un desabastecimiento?
FFE: Un desabastecimiento pronto no lo veo, pero si no comenzamos a tomar las medidas contempladas en este plan, yo creo que después del 2030, en unos diez años, podríamos verlo. Es que, hay que ver las cifras de las grandes capitales a nivel mundo.
ENS: ¿Cuál es la inversión para este Plan de Abastecimiento?
FFE: hablando de 47 proyectos, algunos son programas de los cuales se originarán 10 o 15 más pero no tenemos la cifra. Si vamos a priorizar y cuantificar cuanto valdrán.