Emilio Tapia, el empresario relacionado con el escándalo de Centros Poblados y señalado por irregularidades en la cárcel, vuelve al pabellón ERE de la Penitenciaría El Bosque en Barranquilla.
Este pabellón fue cerrado hace un año debido a denuncias sobre salidas irregulares de internos, incluyendo políticos como Kiko Gómez y el recién trasladado Jaime Saade Cormane, vinculado al homicidio de Nancy Mestre en 1994.
Este hombre había estado recluido en la Unidad de Tratamiento Especial (UTE) de la Penitenciaría El Bosque, regresa al pabellón que había sido clausurado por corrupción. Esto se da después de una orden judicial emitida por el juzgado primero promiscuo municipal de Malambo, como resultado de una acción de tutela presentada por la esposa de Tapia y sus dos hijos menores, solicitando un traslado que garantice sus derechos fundamentales y condiciones dignas de detención.
La decisión de trasladarlo nuevamente al pabellón ERE surge en medio de investigaciones de la Procuraduría por denuncias previas sobre supuestas salidas irregulares de Tapia de la cárcel, las cuales indicaban que salía en un vehículo de alta gama con presunta permisividad de funcionarios del INPEC. Este traslado responde a una orden para cumplir un fallo enmarcado en la acción de tutela emitida el tres de junio del 2022.
El retorno de Tapia al pabellón cerrado levanta interrogantes sobre la gestión del INPEC en el control de internos y la seguridad en la cárcel. Además, pone de manifiesto la presión judicial ante la posibilidad de desacato por incumplimiento de órdenes, situación que podría derivar en arrestos de directivos del INPEC como el teniente Coronel Daniel Fernando Gutiérrez Rojas.
En resumen, la reincorporación de Emilio Tapia al pabellón ERE de la Penitenciaría El Bosque evidencia la complejidad y los retos en la administración penitenciaria frente a casos de corrupción y control de internos con altos perfiles delictivos.