EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo está la situación con el Eln, usted ve alguna salida para reabrir el diálogo?
JUAN CAMILO RESTREPO: Pues veo por el momento casi que imposible que se reactive el proceso, el Eln ha hecho todo lo posible para hacerlo imposible, el Eln le ha sumado un atentado tras otro, una violación de los derechos humanos tras otra. Se ha encargado de hacer casi que imposible el proceso de negociación, de manera que veo muy comprometido el proceso de diálogo de paz con el Eln por culpa del Eln.
ENS: ¿Cree usted que el Gobierno podría hacer algo más frente a la postura que ha mantenido? Pablo Beltrán en La Habana dijo que están dispuestos a renegociar las condiciones del proceso
JCR: Pues es que eso es lo que se viene oyendo, paradójicamente desde La Habana llegan algunas voces como la de Beltrán, supuestamente interesadas en el proceso de paz, pero aquí en el país no se oyen sino bombas, atentados, secuestros. Se está dando como una dicotomía entre el lenguaje que se le oye a los que todavía están en La Habana con los que están aquí en Colombia.
ENS: ¿Esto podría responder a que dentro de la organización federada del Eln hay una especie de rueda suelta?
JCR: Pues puede ser que hay algo de eso, pero ante todo es un lenguaje guerrerista acompañado de acciones guerreristas de los integrantes del Eln en Colombia y unas declaraciones de interés en lo del diálogo de paz, cada vez con menos credibilidad, que se escuchan desde La Habana.
ENS: Si no hay margen de maniobra para negociar con el Eln, ¿solo queda lugar para la confrontación armada?
JCR: Pues por el momento es difícil hablar de todo lo que le resta al Gobierno, pero en el corto plazo no veo posibilidades de restablecer un diálogo de paz.
ENS: Sin desconocer la gravedad de los atentados del Eln, algunos consideran como un hecho importante del anterior gobierno sentarlos a la mesa y que por ello se debería hacer por el presidente Duque todo lo posible para salvar este proceso, ¿usted qué piensa?
JCR: Pues sí, evidentemente se lograron avances y el cese al fuego que con ello se logró de 101 días fue bueno. Según las certificaciones de las Naciones Unidas hubo un grado muy aceptable de cumplimiento, pero expirado ese plazo el Eln, comenzando por el atentado a la Escuela de Policía General Santander, siguiendo con los atentados al oleoducto, los secuestros, que no los termina, se han encargado de desdibujar y hacer más improbable lo que se pudo haber avanzado con ellos mismos en la negociaciones de Quito.
ENS: ¿Ve la posibilidad de una mediación de la Iglesia, de la sociedad civil, para tender puentes y de pronto hacer una propuesta al Eln?
JCR: Esa posibilidad siempre está abierta y ellos ya han mandado varias cartas, los prelados, en ese sentido. Pero el Eln tiene que comprender que lo está dejando el tren de la historia, el Eln tiene que comprender que desaprovechó las posibilidades de paz que se le abrieron en el Gobierno anterior y el Eln tiene que entender que si unilateralmente no suspender las acciones de terrorismo y de secuestros, va a ser muy difícil que se reanuden bilateralmente conversaciones de paz.
Hay que recordar que las Farc en su momento, mostrando mucho más pragmatismo y más realismo que el Eln, renunciaron unilateralmente al secuestro. Cosa que ni siquiera eso que es repudiado por la opinión pública se ha atrevido a hacer el Eln.
ENS: ¿Qué piensa sobre la discusión acerca de los protocolos de La Habana?
JCR: Me manifesté ya, inclusive en EL NUEVO SIGLO, diciendo que estaba de acuerdo con la interpretación de que los protocolos que se firmaron deben cumplirse, pero el Gobierno tomó una posición diferente.
Pero más allá de la discusión sobre los protocolos es el Eln el que se ha encargado de que las posibilidades de paz sean cada vez más estrechas y más lejanas.