Hace dos días comenzó la obra del Regiotram de Occidente, el que será el primer tren 100% eléctrico del país y que va a movilizar a cerca de 130 mil personas por día. Entrará en operación, si el nuevo cronograma se cumple (pues ya presenta un retraso de tres años), en el 2027.
Serán 39 km, 17 estaciones, y va a reducir los tiempos entre Facatativá y el centro de la ciudad de tres horas a 55 minutos. Esta es una gran noticia no solo para Cundinamarca sino también para Bogotá, en la medida en la que es un proyecto que está siendo financiado por la nación y por el departamento, y que va a beneficiar a millones de cundinamarqueses y bogotanos.
De hecho, este es un proyecto frente al cual concejales y políticos de distintas corrientes políticas han coincidido en que no solo deberán ser prioritarios sino que se deben cobijar bajo el lema de “construir sobre lo construido”, pues este Regiotram es apenas una de las varias fichas que moldearán un sistema de movilidad férrea y limpia, acorde a un mundo consciente del cambio climático, así como de la imperiosa necesidad de frenar las emisiones de carbono y revertir el calentamiento global.
Más específicamente, además de este tren de cercanías habrá un Regiotram del Norte y un Regiotram del Sur para conectar a Bogotá con el departamento en el que se inscribe, y si bien es cierto que estos otros dos son proyectos que aún están muy en borrador, es un clamor generalizado que se materialicen, se tome el tiempo que se tome.
Obras que deben avanzar
Por ejemplo, el concejal de la Alianza Verde Julián Rodríguez Sastoque se refirió a cómo la agenda que se consolide entre el gobierno entrante del presidente electo, Gustavo Petro, y la alcaldesa Claudia López “deberá contemplar los proyectos de Regiotram, en específico el tren de cercanías de Occidente, para que siga andando, y el del Norte, para que se pueda comenzar a estructurar de una manera más solida”, indicó a EL NUEVO SIGLO hace algunas horas el cabildante.
Y también el excandidato a la Alcaldía por la coalición Colombia Humana-UP-MAIS, Hollman Morris, quien fue claro al advertir que en la agenda que se consolide entre el Palacio Liévano y la entrante Casa de Nariño está “todo el tema de las energías renovables, lo que implica pensar en una movilidad sostenible, eléctrica, y ahí es en donde se deben rescatar los cables aéreos para Bogotá, incluido el de San Cristóbal, y por supuesto impulsar el tema de los trenes. El tren del Norte, del Sur y del Suroccidente para la ciudad de Bogotá. En este sentido, yo veo que toda la agenda ambiental de la ciudad va acorde a lo que ha expresado el presidente Petro de convertir a Colombia en una lucha contra el cambio climático”, indicó por su parte el excandidato Morris.
Dicho esto, ¿qué contempla este modelo de movilidad eléctrica, sustentado en los Regiotram, uno de los cuales ya comenzó a construirse?
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Regiotram de Occidente
Pues bien, de las 17 estaciones que tendrá el trazado de este tren de cercanías que movilizará a cerca de 45 millones de pasajeros al año, ocho estarán en Cundinamarca y otras nueve en Bogotá, en donde conectará con el Sistema Metro. Tendrá, además, dos patios, un taller y 18 trenes conformados por 36 coches que operarán en tres recorridos: Bogotá–Funza, Mosquera; Bogotá–Madrid y Bogotá–Facatativá, en frecuencias cada 6, 12 y 24 minutos, respectivamente.
Las tarifas del sistema serán diferenciales y dependerán del municipio de origen y destino de cada pasajero; serán similares a las de los medios de transporte tradicionales.
De hecho, se espera que antes de que concluya la Administración Distrital de Claudia López se consolide un sistema de pago y financiación integral, que permita que los usuarios usen una sola tarjeta para movilizarse en el Regiotram, el Transmilenio y el Sistema Integrado de Transporte Masivo (SITP).
Por último, vale referir que la semana pasada se aseguró el presupuesto para financiar la fase de estudios y diseños de las obras adicionales del tercer carril Bogotá-Girardot, para descongestionar las salidas de Bogotá.
Regiotram del Norte
Punto aparte, vale referir que la última semana de marzo el Gobierno nacional, en cabeza del Ministerio de Transporte, y la Alcaldía Mayor de Bogotá, a través de la alcaldesa Claudia López y del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), lanzaron el Plan Vial del Norte, una hoja de ruta para duplicar el número de carriles para el Borde Norte de Bogotá-Región, con una inversión de 4 billones de pesos. En dicho Plan está incluido, dicho sea de paso, el tren de cercanías Regiotram del Norte.
En principio y como está estructurado, el Regiotram del Norte será un proyecto de 47,5 kilómetros que conectará a Bogotá con los municipios de Sabana Norte, y será desarrollado entre la Gobernación de Cundinamarca y el Distrito. La inversión estimada de este tren de cercanías es de $16,4 billones.
“Esta obra será histórica para Bogotá. Es una mega intervención que no se hacía desde hace más de 50 años. Por primera vez, habrá transporte público eléctrico y masivo entre la Sabana y Bogotá con el Regiotram del Norte”, subrayó la Mandataria de los bogotanos a comienzos de abril de este año.
A este respecto, vale referir que el experto en movilidad urbana Darío Hidalgo indicó a EL NUEVO SIGLO que en estos momentos “la 80 está colapsada, Suba-Cota está colapsada, la calle 13 está colapsada y la ciudad necesita de todas estas ampliaciones, pero sin duda el Regiotram del Norte es una obra obligada”.
“Ayudarán mucho más los proyectos de transporte masivo. Esos son mucho, muchísimo más importantes que las construcciones de infraestructura vial y de ahí que tenga que mantenerse en pie la construcción del Regiotram del Norte, del Regiotram de Occidente y la extensión de la Primera y consolidación de la Segunda Línea del Metro hacia el norte”, indicó el profesor Hidalgo.
No obstante, es importante referir que, a finales de abril, desde el Concejo de Bogotá se advirtió que este es un proyecto que se está empantanando.
En tal sentido, la concejal de la Alianza Verde María Fernanda Rojas advirtió que este proyecto avanza a paso de tortuga y que su contratación está en riesgo si no se pisa el acelerador a su estructuración.
De acuerdo con la cabildante, a pesar de que la estructuración técnica, legal y financiera firmó contrato en abril de 2020, con un plazo inicial de 15 meses, que terminaban en agosto del año pasado, a la fecha se encuentra en un estado inicial y Findeter, cabeza del convenio, ha dado el primer semestre de 2023 como fecha para terminar la estructuración, lo cual pone en riesgo su contratación en este periodo de gobierno.