Ya pintaba a show mediático, la ministra de Educación, María Victoria Angulo junto con el Contralor de la República, Carlos Felipe Córdoba, anunciaron hace dos semanas que el pasado 12 de agosto ofrecerían una rueda de prensa para anunciar acciones de presión y denuncias sobre atrasos en las obras de infraestructura educativa del país. ¿Y por qué sonaba a show?
La situación del sector es una de las más afectadas por la crisis de Covid -19. Cinco meses de educación remota, falta de conectividad, ausencia de un currículo para la enseñanza desde la virtualidad y de entornos educativos virtuales, ausencia de materiales educativos para que los estudiantes, un paro “virtual” de Fecode, una realidad latente de continuar de forma indefinida sin asistir a clases presenciales con todas las inversiones que se requieren y altos niveles de deserción, entre otros aspectos en el sector de la educación primaria y básica.
Desde hace cinco meses Educación debería estar al igual que Salud liderando las acciones para enfrentar la crisis. Sin embargo, ha sorprendido la pasividad del sector y que se anuncie una rueda de prensa para el tema de construcción de colegios. Un sector que no es de las prioridades del momento cuando no se sabe si en 2021 se vuelva a la presencialidad de las clases y más cuando hay resistencia de tantos sectores por el regreso presencial.
Además, los atrasos en la infraestructura educativa se agravaron desde la llegada de María Victoria Angulo al Ministerio. El programa que fue bandera de la administración de Santos y que mostraba avances, fue parado, pues desde el principio la administración de Angulo se quiso sembrar un manto de duda sobre el trabajo hecho, se frenaron los proyectos, se abrieron investigaciones y pretendió desprestigiarlo desde las primeras semanas de su posesión. Solo hay que ver sus primeros discursos como Ministra, y ver las afirmaciones que hizo entre agosto y diciembre de 2018 sobre infraestructura educativa.
Han pasado dos años y solo se ha entregado lo contratado en la administración anterior. Por eso causa curiosidad que, con tantas necesidades del sector, hoy se una con el Contralor para hacer ruido de un tema que no es la prioridad. Hasta ahí las cosas regulares.
Pero lo lamentable es salir a trasmitir una imagen de violencia con un zurriago. El Contralor amigo de la ministra es de Risaralda, una región donde se utiliza el rejo para hacer mover a los animales de carga. Las bestias como se le llama en la región. Pretender tratar a los contratistas y constructores como bestias es más que ofensivo, es discriminatorio y mucho más cuando viene del Contralor y de la Ministra de Educación.
El mensaje fue nefasto, el Contralor dándole a la líder de la política educativa nacional un rejo, cuando el rejo es sinónimo de violencia, azotar a otros, maltratar, lastimar. Cuando lo que deben hacer ambos es educar, en la transparencia, en la gestión, en la calidad, educar en la medición de indicadores, evidenciar que se puede trabajar en equipo y de forma concertada, con control. Queda muy mal el Contralor, quien muestra una visión de querer controlar con rejo, como en los regímenes autoritarios, en lugar de hacerlo con apego a los procedimientos, a la normatividad y a los principios fiscales.
Por otra parte, si lo que se quiere es construir simbolismos, el rejo no es lo recomendable ni da un mensaje positivo para un país en crisis, que está saliendo de un conflicto armado y que desde la administración anterior vio en la educación el camino para la paz y el cierre de brechas en el país. Desacertado ministra Angulo, lamentable, después de un rejo ¿una pistola? ¿Miedo, amenazas? ¿Así se construye la educación del país? ¿Esa es la política educativa del gobierno actual?
Una persona que afirma tener toda su trayectoria profesional en el sector educativo, sabe que el rejo es el peor mensaje, que los asesores de imagen se equivocaron de forma contundente. Por su experiencia en el sector, debió de forma educada no aceptarle el rejo al Contralor y explicarle que la pedagogía y la educación son el mejor camino para corregir.
Ojalá recapacite, se excuse con todos los involucrados y con un sector que no quiere violencia, que quiere acciones pedagógicas para superar la crisis que estamos viviendo.