La furia del agua no dio tregua en Floridablanca la madrugada del pasado 28 de enero, pero tampoco lo hizo el compromiso de la CDMB por el bienestar y la tranquilidad de sus habitantes.
Siete meses después del torrencial aguacero que provocó el desbordamiento del Río Frío y dejó 130 familias afectadas, la CDMB verificó las obras de mitigación que se ejecutaron en el Jardín Botánico Eloy Valenzuela, para prevenir futuras emergencias en el sector.
“Desde el primer día con el alcalde de Floridablanca, Miguel Ángel Moreno, visitamos la zona. Vimos una afectación directa por presencia de lodo, de material rocoso y material vegetal afectando no solamente la flora sino también la fauna. Hubo un lodazal completo que afectó de manera directa los dos lagos; en uno de ellos se encontraban patos, peces y alrededor de 100 tortugas que murieron. Las plantaciones que se encontraban alrededor de nuestro jardín también se vieron afectadas, así como el punto de captación de agua que se encuentra en la parte alta del río, que además perjudicó el conjunto residencial Paragüitas”, explicó el director de la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, Juan Carlos Reyes Nova.
Frente a estas afectaciones y para garantizar la apertura del herbario, que ante la emergencia tuvo que cerrarse de manera indefinida, la CDMB garantizó la ejecución de obras de rehabilitación y reconstrucción, con una inversión de $1.480.000.
Las ejecutorias consistieron en la construcción de muros en gaviones para proteger los bordes y dragado del Río Frío para mejorar la capacidad hidráulica del cuerpo de agua; limpieza y retiro manual de material sedimentado para canaleta de concreto; construcción de baranda metálica con malla eslabonada y recuperación de la estructura de captación en la bocatoma, desde donde se surten las aguas de los lagos.
Como parte de las intervenciones, la autoridad ambiental logró que las aguas de los logos volvieran a lucir cristalinas, tras haber quedado completamente cubiertas de lodo y material de arrastre. Allí, de nuevo los patos, los peces y las tortugas recorren de lado a lado estos complejos acuáticos.
Otras de las intervenciones que se llevaron a cabo fueron la canalización de la tubería y el cableado para luminaria en el sector del lago; la acometida eléctrica en el sector de la cafetería; el embellecimiento de los jardines y la construcción del sendero peatonal en piedra Barichara y ladrillo de arcilla. De esta manera el Jardín Botánico, de la mano de la CDMB, volvió a florecer y ya está listo para que tan pronto el Gobierno nacional de ‘luz verde’ pueda volver a abrir sus puertas para uso, goce y disfrute de los santandereanos y amantes del turismo de naturaleza.