Según la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, agosto fue el mes más seco en el Sistema Chingaza en los últimos 55 años y esta situación llevó a la baja de los embalses que abastecen a Bogotá. Además, es importante resaltar que el consumo de agua ha estado por encima de los 17 metros cúbicos por segundo.
Frente a este panorama, se hace aún más necesario continuar con las medidas de ahorro para garantizar el abastecimiento de agua durante el 2024 y 2025, según afirmó el Distrito.
Tras el aumento de consumo de agua en la ciudad, acompañado del tiempo seco y las pocas precipitaciones en Chingaza, el alcalde Carlos Fernando Galán aseguró que el 21 de septiembre se tomarían nuevas medidas para cuidar el abastecimiento de agua en la ciudad.
De esta manera, se hizo un llamado a la ciudadanía para que no baje la guardia en el ahorro de agua. ''No podemos bajar la guardia, porque este esfuerzo no solo es para abastecer de agua a Bogotá en septiembre y octubre, sino también para enero, febrero y marzo del 2025'', enfatizó.
En promedio, en la ciudad se consumían 17,28 m³ de agua por segundo. Durante la primera fase de restricciones el consumo fue de 15,8 m³ y durante esta segunda fase ha sido de 16,89 m³. Otro de los datos importantes son los 18,8 millones de m³ de agua que hay en Chuza producto de las medidas de racionamiento.
El alcalde destacó que en diferentes edificios públicos se ha logrado reducir el consumo de agua. ‘‘Hemos logrado avanzar el consumo de agua en edificios públicos o del Distrito, una reducción cercana al 26 %, y en los edificios del Gobierno Nacional se ha logrado entre el 16 y el 18 %’’, señaló.
Ampliación de la planta Tibitoc
Desde la planta de tratamiento de Tibitoc, que desde el pasado 1° de julio entró a reforzar el abastecimiento de agua potable para la ciudad, el alcalde mayor, Carlos Fernando Galán, y la gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), Natasha Avendaño, dieron importantes anuncios sobre el abastecimiento de este líquido vital en la capital y 11 municipios aledaños.
“Hemos hecho un seguimiento permanente al abastecimiento de agua, por lo que se ha evaluado la situación del sistema Chingaza y la capacidad de la planta Tibitoc, como también las proyecciones en términos de precipitaciones que impactan el llenado de los embalses”, explicó el alcalde Carlos Galán.
Históricamente Bogotá se ha surtido de agua por tres fuentes principales: el sistema sur - planta El Dorado, que aportaba un 5 %; el sistema norte - planta Tibitoc, que suministraba 25 %, y el sistema Chingaza, que generaba el 70 %. Es importante resaltar que desde el pasado 1° de julio de 2024, los aportes de agua han tenido una importante variación: gracias a los trabajos en la planta Tibitoc, esta infraestructura hoy está entregando un 46 % del agua que consume la ciudad, disminuyendo así la presión en Chingaza, sistema que ahora aporta el 49 %.
Las obras de optimización y modernización en Tibitoc permiten bajar el consumo de los embalses San Rafael y Chuza, que integran el sistema Chingaza, mientras que el sistema El Dorado se mantiene en el mismo porcentaje.
“Recibimos el sistema Chingaza en alrededor del 40 % de su capacidad, ese sistema ha estado históricamente por encima del 55 % cuando arranca el año; las precipitaciones de enero, febrero, marzo y abril estuvieron por debajo del promedio, en mayo tuvimos mayores afluencias, pero en junio bajó. Con estos elementos y las proyecciones del Ministerio de Ambiente y el Ideam sobre el fenómeno de La Niña pasamos de la restricción que teníamos a una más reducida”, detalló Galán.
Por su parte, la gerente de la EAAB, Natasha Avendaño, confirmó que “desde que comenzó el año se empezaron a hacer movimientos operativos para llevar más agua de Tibitoc a Bogotá y reducir la presión del sistema Chingaza. Con esto y las campañas de consumo responsable se ha logrado optimizar agua”.
Las obras en Tibitoc están en un 71 % de avance, terminarán en el segundo trimestre de 2025 y consisten en la aplicación de alta tecnología, implementación de un sistema de nanoburbujas para aumentar la concentración de oxígeno en el agua y un sistema de sedimentación de partículas sólidas para mejorar la calidad del líquido que se suministra a los bogotanos.