En la platea alta del Estadio El Campín, en donde se ubica la tribuna lateral norte, reinó el caos en el intermedio del partido entre Santa Fe y Atlético Nacional el martes de la semana pasada. Las bancadas del Centro Democrático, del movimiento político Bogotá para la gente y la concejal de la Alianza Verde, Lucía Bastidas, radicaron tres proposiciones para adelantar un debate de control político a la Administración Distrital, por el manejo que la misma le dio a este primer encuentro deportivo.
Si bien es cierto que un día después del hecho la alcaldesa Claudia López socializó cuatro medidas para garantizar, en adelante, el comportamiento en el estadio, además de dos sanciones (una que prohíbe por un año el ingreso de las barras del Atlético Nacional y otra que restringe a todas las barras por lo que resta de este año), la lectura de estos hechos debe ser mucho más profunda a juicio de los concejales, quienes no quedaron satisfechos con la respuesta de la Alcaldía.
EL NUEVO SIGLO habló con cabildantes que citaron este debate, que debería estarse agendando en algún punto de la semana entrante, y en efecto además de evaluar exactamente qué fue lo que pasó ese día, se le hará control a la aparente “improvisación” de la Alcaldía de Bogotá en materia logística, lo que conllevó a que se le diera continuidad al partido, acción que muchos vieron como una normalización de la violencia; y por último se plantearán críticas frente a la forma en la cual la alcaldesa López volvió a volcar la responsabilidad de los hechos en la Policía Metropolitana, algo que varios concejales coinciden, ha sido una constante de esta administración.
Responsabilizar a la Policía
En la mañana del martes la Secretaría de Gobierno había indicado que para el partido de fútbol se dispondrían de tres anillos de seguridad en los que participan cerca de 1.500 policías, acompañados de 450 personas de logística, y 50 gestores de convivencia, entre estos los de brigadas contra incendios y del Plan de Manejo de tráfico.
No obstante, un día más tarde la Alcaldesa indicó que no había tal cifra en el estadio. Ante dicha declaración, el concejal Andrés Forero, quien frente a este debate tiene la vocería de su partido, indicó que “a nosotros nos preocupa mucho la forma en la que la alcaldesa salió, otra vez, a responsabilizar a la Policía. Ella parece desconocer un acto constitucional para los alcaldes municipales, en este caso del Distrito Capital de Bogotá, de ser la máxima autoridad de la Policía en las respectivas circunscripciones".
Agregó que "lamentablemente la Alcaldesa parece que eso no lo entiende, se lava las manos y nuevamente le echa la culpa a la Policía diciendo que no habían dispuesto el personal necesario y suficiente, que era un partido clase A y a pesar de eso no contaban con los 1.200 efectivos y que ella se dio cuenta de ello mientras estuvo en el estadio”.
También aseveró Forero que esta no es una actitud nueva sino por el contrario recurrente, y carece de sentido que la mandataria de una ciudad tan compleja como Bogotá actúe más como una influencer que se toma fotos e invierte cifras astronómicas en mantener su imagen y no asume responsabilidades.
“Sí estamos un poco disconformes con que la Alcaldesa otra vez esté responsabilizando a la Policía y no asuma esa promesa de campaña en la que dijo que iba a ser la jefa de Policía de Bogotá. Eso nos preocupa, porque no es la primera vez que le vemos esta actitud”, concluyó.
Falta de logística
Punto aparte, con relación a las explicaciones dadas por la alcaldesa López un día después del partido, de acuerdo con el concejal de Bogotá para la gente, Carlos Fernando Galán, esa fue una explicación “insuficiente”, pues no explicó cuál fue el rol del Distrito en la planeación de los protocolos de seguridad.
“La planeación de los protocolos de seguridad se hace con la participación y tienen el aval final de la Alcaldía, entonces la pregunta es: ¿si había un número de policías insuficiente porque fueron insuficientes?, ¿por qué la administración permitió que se desarrollará el evento sin el número de efectivos que se requerían para poder cumplir con los protocolos de seguridad?, ¿o es que los protocolos fueron mal diseñados?, ¿cuál fue la actuación de la administración en el PMU, por ejemplo, frente a la reacción que fue tardía?”, le planteó a este medio el concejal Galán, quien pasó a referirse al “pésimo” mensaje que fue el darle continuidad al partido.
Frente a esta falta de logística la concejal de la Alianza Verde, Lucía Bastidas, dijo que "fue muy irresponsable, hubo falta de planeación y hubo problemas de logística porque pusieron la tribuna norte sin separadores para la tribuna familiar y los dejaron muy pegados".
Precisó, además, que siempre hay una comisión de fútbol que previo a un partido revisa si se está cumpliendo con la logística, el número de policías y los esquemas de seguridad, “antes, durante y después del encuentro. Esas son las tres etapas que tiene que abordar la comisión distrital de fútbol y no lo tuvieron en cuenta".
“Si bien el estadio está alquilado a los clubes, aquí no podemos decir que la culpa es de ellos. Es una responsabilidad compartida. La explicación de la Alcaldesa no fue suficiente porque Claudia López fue a tomarse una foto, estuvo en el estadio y cuando vio que había problemas ahí sí responsabilizó a los culpables. No fue suficiente y cerrar el estadio no es una solución. Bogotá necesita espacios de recreación, deporte, que las familias puedan ir al estadio”.
También el concejal Forero dijo que es preocupante el tema de la preparación y la logística que hubo de cara al primer partido después de la pandemia. “Uno hubiera esperado un poco más de planeación y eso parece no haberse dado. No puede seguir pasando que las cosas salen mal en Bogotá y todo es culpa de alguien menos de la Administración Distrital y de la alcaldesa Claudia López”, añadió.
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Suspender el partido
Finalmente, el concejal Galán explicó que la Administración debió haber suspendido el partido, pese a que el Distrito ha sostenido que hacerlo sin tener el esquema de seguridad para la salida era peligroso.
“Bueno es que esperaron cerca de 35 a 40 minutos antes de reanudar el partido y ese tiempo no fue suficiente. ¿Qué habría pasado si esperan 15 ó 20 minutos más para que llegara el refuerzo necesario para poder cumplir con los protocolos de salida adecuados que permitieran garantizar la seguridad en la salida? ¿Por qué no esperaron a eso?”.
Al no hacerlo, continuó explicando el excandidato a la Alcaldía, el mensaje que se terminó enviando “fue equivocado”.
“En cierta forma a los que estaban ahí y a quienes estaban viendo el partido, este fue un mensaje de normalización de la violencia como si fuera un evento secundario lo que ocurrió en la gradería y eso no se puede permitir. Yo creo que habría sido más acertado montar el esquema completo de protección de las personas a la salida y cuando lo tuvieran listo ahí sí anunciar que se suspendía el partido y que se invitaba a todos a salir por las evidentes razones de violencia en el estadio y porque varias personas fueron trasladadas a hospitales por cuenta de la misma”, finalizó diciendo el concejal Galán.
En esto coincidió Lucía Bastidas, quien fue enfática al afirmar que “no es posible que un partido en donde casi matan a un joven y hubo más agresiones, decidieran continuar el partido y no suspenderlo. Están demostrando que la vida les vale poco y por eso estamos presentando una proposición de control político para que responda el IDRD y las secretarías de Seguridad y de Gobierno”, añadió
Por último, Bastidas dijo que la reflexión de fondo que será abordada en el debate es que en Bogotá hay un serio problema de convivencia en la ciudad y lo que pasó en el estadio es apenas una expresión de lo mismo. “Los vecinos de los portales ya se están peleando y están divididos entre los que apoyan el vandalismo y los que no. La Alcaldía debe comenzar a intervenir, en todo”.