La tarifa de Transmilenio ha aumentado un 33% desde 2016 y un 46% para el SITP. Bocarejo debe publicar el estudio que demuestra que el aumento no afecta la capacidad de pago de los usuarios. El servicio en lugar de mejorar ha empeorado. Déficit del sistema pasó de $677.000 millones en 2016 a $734.758 en 2018.
El concejal Manuel Sarmiento rechazó el aumento a $2.400 y $2.200 de los pasajes de Transmilenio y el SITP, y afirmó que esta medida, además de encarecer el acceso al transporte público, no servirá para mejorar la calidad del servicio. “Con esta nueva alza, Peñalosa completaría cuatro años con un incremento tarifario del 33% en el caso de los buses rojos y del 46% para los azules, muy por encima de la inflación que en el mismo periodo fue del 19,8%”.
Señaló que “este encarecimiento desmesurado del transporte no solo golpea con dureza los bolsillos de los usuarios, también refuerza los incentivos para que las personas prefieran modos distintos al transporte público como las motocicletas“.
De acuerdo con el último informe de Bogotá Cómo Vamos, “hay una baja accesibilidad para las personas de menores recursos, la cual se refleja en altos tiempos de viaje, alto gasto en transporte (respecto a su ingreso), mayor cantidad de viajes a pie e incluso, la necesidad de uso de modos alternativos como la moto”, situación que se agravará con el aumento anunciado por el Gobierno distrital.
Por esta razón el concejal del Polo exigió que la Secretaría de Movilidad publique el estudio que ordena el Decreto 309 de 2009 y que debe demostrar que el alza no afecta la capacidad de pago de los usuarios.
Sarmiento también calificó como mentirosos los argumentos expuestos por la Administración para justificar el incremento en los pasajes. “Cada año Peñalosa echa el mismo cuento, que el alza es para mejorar la calidad del servicio, sin embargo los datos demuestran que el sistema en lugar de mejorar ha empeorado en los últimos años”.