A pesar de los avances en materia de seguridad, Colombia continúa enfrentando numerosos desafíos derivados de la mutación y capacidad de adaptación del Eln, del Epl, los grupos residuales de las Farc, las bandas criminales y su multiplicación con el reclutamiento de niños, jóvenes y venezolanos, así como su fortalecimiento económico con el narcotráfico y la minería ilegal.
Ante este panorama el Ejército mantiene su cuota de 80 mil soldados profesionales, aunque registra una disminución en la incorporación de uniformados regulares, en desarrollo del proceso de transformación.
Las fuentes oficiales afirman que antes se incorporaban 100 pelotones de soldados regulares, pero actualmente, solo se registró la incorporación de 70.
Precisamente, el comandante general de las Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro, dijo que en 2019 por la aprobación de la nueva Ley de Reclutamiento y el incremento del 30% de bonificación para los soldados, se redujo la incorporación de 20 mil uniformados regulares, quienes recibían $90 mil mensuales por su servicio militar y ahora pasaron a ganar $340 mil, un poco más del 30% de un salario mínimo legal.
El Comando de Personal del Ejército aseguró a EL NUEVO SIGLO que “los soldados regulares no van a la guerra, no adelantan operaciones de control territorial, ni son enviados a las zonas de frontera y tampoco son destinados a prestar protección a los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR) donde se encuentran instalados los ex combatientes de las Farc que firmaron el Acuerdo de Paz con el Gobierno nacional”.
Explica que los soldados regulares están destinados para la seguridad de las unidades militares y sectores estratégicos a nivel urbano, pero no integran o hacen parte de los Batallones de Operaciones Terrestres en los que participan activamente los soldados profesionales.
Un muchacho, luego de prestar el servicio militar obligatorio, si decide continuar en la Fuerza y hacer de esta su profesión, luego de recibir un reentrenamiento, adquiere el escalafón de Soldado Profesional y por su trabajo recibe un salario, primas y tiene derecho a prestaciones sociales y se jubila a los 20 años de servicio.
“En 2020 se alista el retiro por 20 años de servicio de 1.400 hombres, pero en la Escuela de Formación de Soldados Profesionales, en el municipio de Nilo, en Cundinamarca, se preparan 1.900 efectivos. Por supuesto que tenemos una leve reducción por los procesos de rotación, por cuanto no se cuenta con los que están siendo reentrenados ni con los que son dados de alta”, precisan las fuentes consultadas.
Expresan que es necesario contar con los soldados profesionales en regiones del territorio nacional donde se registra la presencia de grupos armados organizados y delincuencia común por la actividad de las economías ilícitas que facilitan el imperio de la ilegalidad y la actividad criminal con homicidios, secuestros, extorsiones y otros hechos de alteración del orden público.
Acotan que “actualmente se conoce del desarrollo de algunas estrategias de movilización por parte de las guerrillas del Eln, del Epl, de los grupos residuales de las Farc, del Clan del Golfo y de Los Puntilleros, entre otros grupos armados al margen de la ley, para el control de las economías ilegales y por su nivel de organización y actividades armadas, presentan amenazas y alteraciones del orden público, al tiempo que afectan los derechos de los ciudadanos”.
Mientras tanto, los servicios de inteligencia denuncian que preocupa al alto gobierno, a la Fiscalía General, a las Fuerzas Militares y la Policía, el “reclutamiento” forzoso de niños y niñas, de jóvenes y venezolanos. También se registra el “reclutamiento” en las zonas de frontera con Ecuador y Perú.
Señalan que de acuerdo con esos procesos, la guerrilla del Eln viene experimentando un crecimiento en sus destacamentos, al igual que las estructuras de los grupos residuales de las Farc y de las bandas criminales, entre ellas el Clan del Golfo.
Transformación Militar
A pesar de la firma del Acuerdo de Paz y que se reduciría la intensidad del conflicto, las Fuerzas Militares iniciaron un proceso de transformación, pero no redujeron su gasto y el Gobierno nacional tampoco bajó su presupuesto.
El sector de Defensa en el nuevo presupuesto en cuanto a recursos asignados cuenta con $35,8 billones, de los cuales $34,7 billones pagarán los gastos de funcionamiento y $1,01 billones irán para inversión. El Gobierno nacional también hizo una adición de $385.000 millones con el propósito de mejorar el equipamiento de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional.
El incremento en la inversión militar obedece a la firma del Acuerdo de Paz para fortalecer al Ejército Nacional, la Armada de Colombia, la Fuerza Aérea y a la misma Policía Nacional y no debilitarlas para no correr con la experiencia de El Salvador donde los espacios abandonados por los grupos insurgentes terminaron ocupados por las llamadas Maras y las pandillas criminales.
Con el proceso de transformación de las Fuerzas Militares se busca coadyuvar a la terminación del conflicto armado, la consolidación de la paz y la concordia, el desarrollo socioeconómico, la defensa de los intereses nacionales y por supuesto en el mejoramiento de la seguridad pública y ciudadana con unas Fuerzas Militares y de la Policía Nacional modernas, fortalecidas, motivadas y operativas, precisa el Ministerio de Defensa Nacional.
De acuerdo con el Plan Estratégico del Sector Defensa y Seguridad se busca combatir las nuevas y tempranas expresiones de crimen organizado que amenacen la seguridad y el funcionamiento transparente del Estado, usando todas las capacidades de la Fuerza Pública y garantizar la soberanía e integridad del territorio nacional, protegiendo los intereses nacionales.
La mayoría de las tropas están operando en las extensas regiones del Catatumbo, en Norte de Santander; en el Chocó, en el Meta, Caquetá, Guaviare, Nariño, Valle, Caquetá y Cauca, entre otras regiones.
Las fuentes precisan que en el año 2014, el Ejército contaba con 239.495 uniformados, entre ellos doscientos mil soldados, de ellos 80 mil profesionales; 142 helicópteros; 333 vehículos blindados; 142 obuses; 142 sistemas antitanque y otros equipos para el desplazamiento de las tropas.
Actualmente las Fuerzas Militares cuentan con 12 Fuerzas de Tarea Conjunta, un Centro de Fusión de Inteligencia, una Red Integral de Comunicaciones, tres Comandos Conjuntos Regionales, un Comando Conjunto de Operaciones Especiales y un Comando Conjunto Cibernético.
Y, la Jefatura de Operaciones, Jemop, cuenta con un área de operaciones G-3, una
Coordinación de Fuegos de Ejército, Coofe y Nueve Divisiones, también conocidas como unidades operativas mayores, una División de Aviación de Asalto Aéreo del Ejército Nacional y un Comando de Apoyo de Combate de Inteligencia Militar.
Igualmente a lo largo y ancho del territorio nacional el Ejército Nacional cuenta con 31 Brigadas, Unidades Operativas Menores. Las brigadas móviles fueron reemplazadas por Batallones de Operaciones Terrestres, integrados por soldados profesionales y que están diseminados en todo el país.