Con el objetivo de reducir la producción de cultivos ilícitos, el desarrollo de las zonas rurales y la protección de los recursos naturales, el gobierno de los Estados Unidos presentó una nueva estrategia para fortalecer la lucha contra las drogas en el país.
Mediante un comunicado, la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca (Ondcp por sus siglas en inglés) explicó que esta iniciativa fue ejecutada conjuntamente entre varios funcionarios norteamericanos, con el objetivo de impactar positivamente la lucha contra los estupefacientes de ambos países.
Inicialmente, Estados Unidos sustentó que, para reducir la oferta del narcótico en el territorio nacional, al igual que los esfuerzos contra el lavado de dinero, la erradicación, prohibición, reducción de la demanda y destrucción de los laboratorios de procesamiento, se requiere de una elaboración de acciones de los gobiernos para que los delincuentes sean llevados ante las autoridades competentes para que respondan por estos delitos.
De igual manera, el comunicado menciona que la manera en la que se debe invertir en la seguridad y desarrollo de las zonas rurales es con la implementación del acuerdo de paz logrado por el Estado colombiano y la guerrilla de las Farc en el 2016, así se facilitará el acceso a la justicia de los firmantes y víctimas del conflicto armado.
En este punto, la Casa Blanca indicó que se incluirá a los líderes comunitarios que promuevan la aplicación de la ley, así como la reducción de la dependencia de los cultivos de coca, ampliar la regulación de los títulos de propiedad de las tierras y planear la forma en que Estados Unidos y Colombia evalúan constantemente esta materia de interés público.
Siembra de cultivos ilícitos
Por otra parte, la estrategia del gobierno norteamericano señaló que las naciones unirán esfuerzos para vigilar y combatir los delitos ambientales cometidos por los grupos narcotraficantes que operan en el territorio colombiano, por lo que adoptarán medidas como la restauración de los bosques tropicales y la eliminación tanto de las zonas sembradas con cultivos de coca como de los refugios para los laboratorios, entre otras disposiciones.
Uno de los puntos que llaman la atención es que en este documento no mencionan la erradicación forzosa de cultivos ilícitos por aspersión aérea de glifosato, una medida que está siendo contemplada por el gobierno de Iván Duque y que ha generado opiniones divididas en la clase política colombiana.
Le puede interesar: Más de 12.000 personas en riesgo por disidencias en Norte de Santander
Algunos dirigentes como el senador Carlos Felipe Mejía mencionaron la importancia de retomar esta actividad, teniendo en cuenta que después de la firma del acuerdo de paz, se registró un incremento en la siembra de cultivos en el país. “Muchos congresistas han reiterado que los campesinos son las víctimas y estamos de acuerdo, por eso los grupos narcotraficantes se han multiplicado mucho más que antes, ellos se van a las zonas apartadas del país y ponen a trabajar a los campesinos”, mencionó.
Sin embargo, otras voces como el congresista Antonio Sanguino consideran que se debe prohibir esta práctica para prevenir cualquier afectación a la vida de los campesinos nacionales, acogiéndose a estudios internacionales. “Hemos propuesto este camino en relación con la política antinarcóticos con la protección del ambiente, proponer esta prohibición para nada nos hace aliados del narcotráfico y del terrorismo”, recalcó.
Cabe recordar que en 2015, la Corte Constitucional suspendió la aspersión del glifosato, al reconocer las consecuencias adversas para la salud de los colombianos. Pero, en los últimos años, tanto el expresidente Donald Trump como el actual mandatario estadounidense Joe Biden, han ejercido presión para que Duque notifique la reanudación de las fumigaciones en los cultivos de coca.
Visita de Blinken
Durante su visita oficial al país, el secretario de Estado de los Estados Unidos, Anthony Blinken, reconoció que la cooperación en la lucha contra el narcotráfico debe profundizarse atacando por igual todos los eslabones del flagelo, como la equidad o “reducir la demanda en EE.UU. que es la que está alimentando toda la actividad ilícita”, aseguró.
De acuerdo con el informe presentado por la Unodc, Colombia presentó una reducción de 143 mil hectáreas de este estupefaciente en el 2020, lo que representa un 7% menos de lo sembrado en el 2019.