Para revisar los efectos de las marchas del jueves y el posterior cacerolazo nacional el presidente Iván Duque realizó este viernes un consejo extraordinario de ministros.
Durante varias horas, el Jefe de Estado con su equipo de gobierno hizo un balance del orden público pero sobre todo sobre las demandas ciudadanas que masivamente expresaron su inconformidad con algunas políticas adoptadas y las reformas anunciadas.
El Consejo se prolongó por cuatro horas y se espera algún tipo de pronunciamiento oficial.
Tras ello, el jefe de Estado se traslado a la sede de la Policía Nacional, donde está ubicado el puesto de mando unificado y tras ver los videos de los vándalos saqueando supermercados en algunos lugares de la ciudad, así como el robo de un bus del Sitp, en comunicación directa con el alcalde Enrique Peñalosa estudiaban las medidas a adoptar para retomar el control del orden público en estas zonas.
El presidente reiteró que durante las movilizaciones nacionales del jueves su gobierno garantizó la seguridad tanto de los colombianos que marcharon como de los que no lo hicieron y que "no permitiremos que ningún vándalo amedrente contra la sociedad".
Los colombianos se unieron para exigir un salario mínimo digno, el rechazo a supuestas reformas gubernamentales para flexibilizar el mercado laboral y cambiar el sistema de pensiones y el cumplimiento de los acuerdos entre el Gobierno y los distintos sectores sociales.