DURANTE EL primer semestre de 2024 y con el propósito de garantizar ambientes de aprendizaje adecuados y seguros, al menos 82.000 bienes inservibles fueron dados de baja.

Esto en medio de una estrategia para el retiro, baja y disposición final de elementos inservibles en los colegios distritales, así como la puesta en uso de espacios útiles que se encontraban sirviendo como almacenamiento.

Durante la etapa piloto de la estrategia, se dieron de baja a 82.371 elementos inservibles entre mobiliario, implementos de cómputo, de comunicación, elementos musicales, deportivos y libros en 160 colegios oficiales, direcciones locales de educación y en áreas administrativas del nivel central.

Al respecto, Alejandro Cáceres, director de Dotaciones de la Secretaría de Educación, manifestó: “En los últimos tres meses, hicimos un proceso de bajas de más de 82.000 elementos en más de 160 colegios en toda la ciudad. Este retiro ayuda a tener espacios más seguros y además contribuye a que los espacios educativos realmente existan para lo que son, de tal manera que garanticemos que las niñas, las niñas y los jóvenes tengan la mejor calidad educativa posible”.

Asimismo, Cáceres explicó que este es un proceso que empezó con 21 instituciones educativas, en el que se buscó identificar de manera precisa cuáles son esos elementos que no estaban siendo usados y que se podían dar de baja y retirar para liberar el espacio físico de las infraestructuras educativas.

Los elementos sólidos son entregados a la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP), mientras que la recolección de residuos de aparatos electrónicos y eléctricos inservibles estará a cargo de la Secretaría de Ambiente (SDA), entidades que emiten el certificado de disposición final exigido por las autoridades ambientales que acreditan que no se está afectando el medio ambiente.

Problemas en modelo de manejo de residuos

Entre tanto, en un debate de Control Político a la directora de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP) la doctora Consuelo Ordóñez, el concejal Leandro Castellanos manifestó su preocupación sobre el nuevo modelo de gestión de residuos sólidos que la administración Distrital pretende implementar en la ciudad.

“Pienso que eso de cambiar los acuerdos a los que usted ya había llegado con los recicladores es una “jugadita” y no creo que nosotros a esta altura en el Gobierno estemos para “jugaditas”, necesitamos soluciones y necesitamos que esas soluciones lleguen pronto. Es urgente darle claridad a las dudas que los recicladores están expresando”, indicó el concejal.

Sin embargo, según señaló el alcalde Carlos Fernando Galán a EL NUEVO SIGLO, el modelo actual termina su vigencia en el primer semestre del 2026, es por ello que será presentado un nuevo esquema de aseo, el cual el mandatario indicó que fue uno de los temas clave en la reunión con el presidente Gustavo Petro.

“El marco regulatorio vigente hoy día no permite avanzar en elementos que sí están en el espíritu del Plan de Desarrollo del Gobierno nacional, en temas de manejo de reciclaje, de manejo de residuos orgánicos, entre otras cosas”, aseguró el dirigente distrital.

Castellanos cuestionó la falta de claridad en la implementación y en la financiación del modelo que se está buscando implementar, asegurando que no existen respuestas, ni documentos claros y aún no se ha socializado la forma en la que se implementará el nuevo modelo.

De igual manera, el concejal puso en duda la justificación de la solicitud de nuevas Áreas de Servicio Exclusivo (ASE) ante la Comisión de Regulación de Agua Potable, argumentando que la ciudad tiene prácticamente el 100% de cobertura en recolección de basuras.

Castellanos hizo un llamado al Concejo para ejercer control y vigilancia sobre este proceso, advirtiendo sobre posibles responsabilidades disciplinarias, fiscales y penales si se configuran irregularidades y deficiencias en la planeación.

El funcionario resaltó la preocupación que tienen algunos ciudadanos encargados del manejo y la separación de residuos, asegurando que serían los más afectados con el nuevo modelo de basura, debido a que la ciudad cuenta con más de 24.000 trabajadores.