Desbordamiento de quebrada en Usme enciende las alarmas | El Nuevo Siglo
Los bomberos acompañaron a la comunidad tras el hecho.
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Lunes, 16 de Noviembre de 2020
Redacción Bogotá

Bogotá y el país ya comenzó a sentir con fuerza la temporada de lluvias, y si bien la capital no está padeciendo los efectos del fenómeno que sí está afectando severamente a departamentos como San Andrés, el invierno ya empieza a pasar factura. Durante este fin de semana ocasionó el desbordamiento de la quebrada Piedra Gorda y del Río Curubital en la localidad de Usme. 



Considerando que a esta temporada le quedan por lo menos dos meses de invierno y precipitaciones, ¿a qué se deben estos desbordamientos? y lo que es aún más importante: ¿en dónde es más propenso que se presenten?

“En términos generales, los cerros circundantes de Bogotá tienen altas pendientes que, cuando hay fuertes precipitaciones, generalmente en el suelo se presentan infiltraciones, la porosidad del mismo hace que se absorba mucha agua, y ese es uno de los causantes para que la saturación del agua genere deslizamientos de la capa más superficial del suelo”, explicó a EL NUEVO SIGLO el geólogo y profesor del Departamento de Geociencias de la Universidad del Rosario, Juan Manuel Moreno.

Adicionalmente, el geólogo señaló que por lo menos en la ciudad de Bogotá, otro de los fenómenos que ha hecho que se produzcan desbordamientos y deslizamientos es la desordenada construcción de viviendas, así como el mal manejo del suelo en las zonas altas de las laderas, en donde precisamente por las altas pendientes, no se debe construir.

El desbordamiento que ocurrió en la localidad de Usme es resultado de la saturación de precipitaciones, pero también porque la zona del páramo de Sumapaz, muy cercano a Usme, es una región que tiene altos caudales, altas precipitaciones y hay que decirlo: se ha hecho un mal uso del suelo”, añadió el profesor Moreno.

Al respecto,  explicó que Bogotá tiene distintos tipos de suelo, pero que fenómenos como los desbordamientos y los deslizamientos serán siempre más propensos en los bordes de los cerros, por la “fuerza gravitatoria en pendientes altas y con alta concentración de suelo”.

Prevención y mitigación

El profesor añadió que en aquellas zonas en donde ya se sabe que son más recurrentes estos fenómenos, hay que priorizar dos acciones clave: la primera de ellas es la de mantener las corrientes limpias y libres de basuras para que la circulación del agua se facilite.

Y la segunda, es la de hacer un monitoreo permanente a aquellas áreas que ya han sido cartografiadas y que ya se conoce que cuentan con materiales susceptibles a moverse (muchos de esos sitios están desafortunadamente asociadas a áreas urbanizadas), para alcanzar a evacuar las zonas en las que hay vivienda.

“Para eso las entidades han hecho mapas de zonificación en zonas de mayor amenaza, y lo que toca hacer, especialmente en época de invierno, es un monitoreo a los suelos, a las zonas de ladera y a las cuencas cuando las precipitaciones están más altas de lo normal, de una manera más consistente y rigurosa”, expresó Moreno. 



Por último, dijo que es imposible adivinar cuándo se va a presentar un deslizamiento o desbordamiento, “pero un monitoreo adecuado y preventivo, al menor indicio puede establecer planes de alerta, evacuación y notificación a las comunidades. Pero evitarlo es muy difícil”.

Desbordamiento en Usme

Las fuertes lluvias del domingo llevaron a que se diera el desbordamiento de la quebrada Piedra Gorda que afectó a varias familias y que provocó que las entidades distritales atendieran la emergencia.

"11 viviendas fueron evaluadas. Las familias se encontraban allí, donde hallamos afectaciones de algunos enceres. Las diferentes entidades de atención de emergencias: Bomberos, Defensa Civil, Policía, la Alcaldía Local de Usme y la Secretaría de Integración Social, adelantan sus respectivos procesos para brindar ayudas a las familias y evitar cualquier riesgo", dijo este lunes el ingeniero Guillermo Escobar, director del Instituto Distrital de Gestión del Riesgo, quien aclaró que se está haciendo un estricto monitoreo de la situación.

El Idiger, por su parte, está adelantando la verificación de la cuenca de la quebrada Piedra Gorda y de todos los puntos donde se pueda presentar inestabilidad para adelantar labores de mitigación.

Por último, el Distrito ha garantizado la asistencia social necesaria para todas las familias afectadas. En total se caracterizaron 11 grupos familiares con 29 adultos y 10 menores de edad. Estas han sido las ayudas entregadas: 31 kits de noche; 11 kits de limpieza; 11 kits de cocina; 11 estufas; 66 tejas; 12 metros de plásticos; 39 pijamadas y 11 bonos de mercado.