Frente a la intervención que se tiene prevista en la Avenida 68-Alimentadora de la Línea del Metro, a la altura de la Calle 26, el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) aclaró que los puentes vehiculares sobre la Avenida Eldorado no se van a demoler en su totalidad, sino que se van a adecuar y a reforzar para permitir el paso de los buses de Transmilenio, con cambio del tablero y de las vigas longitudinales.

Sin embargo, las pilas y las vigas cabezales se mantendrán. Para dar inicio a estas actividades, la entidad está a la espera de la aprobación del Plan de Manejo de Tránsito (PMT) de alto impacto requerido para la intervención, que se encuentra en estudio por parte de la Secretaría Distrital de Movilidad, y que determinará con exactitud cómo funcionará el tráfico en el sector mientras que se desarrolla la obra.

Primero se intervendrá el puente oriental y solo cuando este entre en servicio, se cerrará el occidental, para ser intervenido. Esto garantizará que el tránsito por la Avenida 68 en ese punto no se verá interrumpido en ningún momento, pues mientras dure esta intervención siempre habrá paso por uno de los dos puentes.

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El tránsito por la Calle 26, en ese punto, tampoco se verá interrumpido en ningún momento de la ejecución. En la rehabilitación del puente oriental, que tiene 278 metros de longitud y que cuenta con 11 apoyos y 10 luces, se calcula un tiempo de ejecución de 538 días. Así mismo, en la adecuación del puente del costado occidental, que tiene 225,5 metros, 10 apoyos y 9 luces, se calculan 476 días.

De otra parte, y como complemento a los puentes, se va a construir una nueva estructura (puente BRT), que va a conectar la Avenida 68 con la Calle 26, al oriente en doble sentido.

Para los trabajos de cimentación, subestructura y superestructura de esta obra, se calcula una duración de 672 días.

Este es uno de los más grandes proyectos de infraestructura y movilidad que se desarrolla actualmente en Bogotá, el de la Avenida 68-Alimentadora de la Primera Línea del Metro, una megaobra que avanza en su fase de construcción, dividida en nueve tramos para facilitar la intervención simultánea. Se trata de un proyecto que permitirá, dentro de sus muchos beneficios para la ciudad, la reducción en los tiempos de viaje al 50%, conectando el norte y el sur de la capital.