La Procuradora General de la Nación, Margarita Cabello Blanco alertó sobre la grave situación de deforestación de la Amazonía colombiana, problemática generada por el acaparamiento de tierras, malas prácticas de ganadería, construcción de vías ilegales y minería ilegal.
La jefe del Ministerio Público refirió que el aumento de estos motores de deforestación, se intensifica por la presencia y manejo territorial de grupos armados en la región, quienes instrumentalizan a los pobladores y aumentan sus finanzas por medio de cobros para la explotación del bosque y la entrada de cabezas de ganado.
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Para la procuradora, la grave situación evidencia la falta de decisiones por parte del Estado para combatir los motores de deforestación y frente a las medidas oportunas por la defensa de la vida de los líderes y organizaciones defensoras del medio ambiente.
“El costo de la Paz Total no puede ser la pérdida de nuestros bosques y de la soberanía sobre ellos, la Paz Total también debe hacerse con la Naturaleza y sus defensores y defensoras”, refirió
La procuradora también detalló que, la ganadería extensiva representa el principal uso de las tierras deforestadas, precisando que cerca de 1.200.000 cabezas de ganado han entrado a 8 municipios ubicados alrededor de los parques del área de Manejo Especial de la Macarena, La Reserva Nukak y el PNN Chiribiquete.
En lo concerniente a la construcción de vías ilegales, precisó que se utiliza como corredor para actividades ilícitas como el transporte ilegal de madera, la introducción de ganado y la colonización de territorios deforestado, especialmente en los Parques Nacionales Naturales en la Amazonía, en donde se registran 88 vías ilegales que suman cerca de 1.260 kilómetros.
Adicionó Cabello Blanco que, la pérdida de la funcionalidad de grandes hectáreas de bosques en la Amazonía representa un riesgo para la provisión de agua en todo el país, tal como está sucediendo en la ciudad de Bogotá en la que, alrededor del setenta y cinco por ciento (75 %) de la provisión del agua de la ciudad, depende del Páramo de Chingaza el cual se provee en gran parte del agua que fluye de los ríos voladores que discurren desde el Amazonas hasta los Andes.
Finalmente, insistió en que el Gobierno Nacional es responsable de priorizar acciones frente a este flagelo, especialmente en un país biodiverso y que será sede de la COP 16 del Convenio de Biodiversidad: “El agua está escaseando y las entidades no están coordinándose en la protección de la Amazonía, en la atención de un fenómeno del Niño especialmente riguroso debido a la variabilidad climática, lo que compromete derechos humanos de las personas.” Finalizó la jefe del órgano de control.