De Roux: el reto es tener una verdad rigurosa | El Nuevo Siglo
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Viernes, 23 de Agosto de 2019
Andrés Romero
El Presidente de la Comisión  de la Verdad afirmó que la misión de la entidad es contrastar “distintos puntos de vista para lograr una narrativa comprensible que nos ayude a los colombianos a encontrar un sentido en medio de la tragedia”
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EL NUEVO SIGLO: Esta semana se reveló una directriz del Ejército en la que se habla de la elaboración de una versión institucional sobre el conflicto para ser entregada a la Comisión. Usted señaló que esto era normal. ¿Cómo va el proceso de conocer estas opiniones?

FRANCISCO DE ROUX: Para la Comisión de la Verdad es muy importante que las distintas instituciones  que,  por una u otra razón, estuvieron implicadas en el conflicto, en este caso el Ejército, que tenía la responsabilidad de la defensa de las instituciones, presenten su punto de vista, presenten su racionalidad. Eso se lo hemos pedido también a las Farc, a  gente que estaba haciendo inversión en el país. Les hemos pedido a los indígenas que ellos presenten su propio punto de vista y también a las comunidades negras. Nuestra responsabilidad es contrastar distintos puntos de vista para lograr una narrativa comprensible que nos ayude a los colombianos a encontrar un sentido en medio de la tragedia que vivimos. Vamos a escuchar también a las personas individuales. Esperamos con absoluta libertad e independencia el miembro del Ejército, el miembro de la guerrilla.  

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Esto se hace  con el propósito de clarificar la verdad a las víctimas, eso es lo que está en juego. De las víctimas de los sectores populares, de las victimas del mundo campesino. Así como la victimización en las clases altas fue por el secuestro y la extorsión, en los pueblos la victimización fue por las masacres de campesinos, negros, indígenas, las destrucciones de pueblos con bombas, la proliferación de minas antipersona, los grandes desplazamientos. Todo eso hay que ponerlo en claridad. Y para eso necesitamos todos esos puntos de vista. De allí que hemos recibido del Ejército diversos documentos. De otra parte, ya hemos revisado los protocolos para nosotros acceder directamente a la información reservada que tiene el Ejército. El propósito es llegar a tener una comprensión, en medio de toda su complejidad, de lo que nos pasó a los colombianos en el conflicto con un propósito de dignificar a las víctimas. Sabemos que es una responsabilidad dificilísima, pero yo tengo confianza en Dios que nos ayudará a hacer esto posible, pero siempre con el propósito de construir un futuro entre todos. Queremos una verdad seria, rigurosa, clarificante hasta donde eso sea posible. Pero al mismo tiempo queremos que esa verdad, en lugar de acrecentar entre nosotros la polarización, los odios, las venganzas nos lleve a construir un futuro compartido.

 

Versión militar

 

ENS: ¿Cuál es la importancia de la versión de las Fuerzas Militares en el conflicto?

FDR: El conflicto fue supremamente duro. De características muy complicadas. Lo que estamos por fuera de la confrontación armada podemos juzgar muy fácilmente una situación tan compleja. Pretender que nosotros podemos explicar lo que le pasó al Ejército sin haber vivido esas cosas como militar es una pretensión imposible. Solo quienes están allí al interior de su propia realidad enfrentando el conflicto desde las responsabilidades que tenían tienen la posibilidad de explicar no dando solamente información de lo que pasó sino dando razones por las que actuaron así, tanto corporativamente como en casos específicos y sobre todo en los casos muy cruciales donde las víctimas de todos los lados tienen preguntas.  Hay que oír al Ejército que dé su punto de vista. El Ejército dará su punto de vista. Eso es lo normal. Pero lo que pedimos es que no tomen una posición apologética, que al mismo tiempo que presenten su racionalidad y sus contribuciones al país hagan una lectura autocrítica o sino no se puede comprender lo acontecido.

ENS: ¿Cómo se va a hacer ese ejercicio de contrastación de las diversas versiones?

FDR: Una vez recojamos toda la información,  que estamos recibiendo directamente de las víctimas y la escucha de responsables de muchos sectores, los paramilitares, los miembros de las guerrillas que han existido en el país,  nosotros en perspectiva histórica establecemos patrones de tipos de victimizaciones que se produjeron en el país, por ejemplo, agresiones sexuales violentas contras las mujeres en un determinado territorio, robos de tierras a los campesinos. A partir de esto, que son aproximaciones descriptivas, nosotros, con el esfuerzo de investigación que hace la comisión, con los aportes de las distintas hipótesis que recibimos de los distintos sectores y con el apoyo de académicos, configuramos contextos explicativos lo más rigurosos posibles.

Pero quiero ser muy claro, la memoria no es verdad. La memoria es variante, está recogida desde el sufrimiento de las víctimas, desde las afectaciones que las personas tienen. La memoria no es la verdad, pero es indispensable. Y también estamos convencidos que la verdad no se construye. Nosotros sabemos que cuando recibimos un informe de una institución muy seguramente vamos a recibir una construcción corporativa. Es una construcción que puede hacer las Farc, que puede hacer algún partido político. La verdad no es una construcción, el gran desafío de la verdad es que esté más allá de las construcciones. Nadie se inventa la verdad, la verdad es siempre un paso hacia la objetividad, más allá de las subjetividades individuales. Y,  por eso, es un desafío complicado y que difícilmente se alcanza. Pero a veces se consigue. En estos casos lo que uno trata de conseguir, como aproximación a la verdad, es una respuesta comprensiva que le responda  todas las preguntas pertinentes a las víctimas o el mayor número de preguntas pertinentes. 

El centro de esta justicia transicional es una satisfacción de la necesidad de verdad que tienen todas las víctimas del conflicto en Colombia. No basta con que los responsables simplemente digan: nosotros aceptamos que somos los responsables. La gente quiere que se explique lo que se hizo, por qué se hizo, quién pagó para hacer eso, qué pretendía con eso, si había un interés económico. Este proceso de transición necesita estas clarificaciones.

 

Verdad oficial

 

ENS: Usted señaló recientemente que no va a existir una verdad oficial…

FDR: Nosotros somos una institución del Estado responsable del esclarecimiento de la verdad. Somos una institución autónoma, que no depende de la Presidencia de la República, como sí lo hace el Centro Nacional de Memoria Histórica. No va a haber una verdad estatal porque eso no existe. Establecer una verdad estatal sería como caer en el fascismo, una verdad que tendrían que repetir los colombianos. Estamos lejos de pretender eso, lo que nosotros queremos es acercarnos a una comprensión de lo que nos pasó en el conflicto, una  comprensión lo más atenta a los diversos puntos de vista, pero tampoco con la idea de que todas las cosas son verdades. Eso tampoco es así. Sino lograr el conjunto de respuestas que más satisfaga las expectativas rigurosas y en derecho que tienen las víctimas sobre asuntos muy delicados. El efecto del conflicto sobre la población más vulnerable del país: los indígenas, los afros, las mujeres, los niños, la población ROM, los sectores del campesinado. En segundo lugar, establecer el efecto del conflicto sobre la democracia colombiana que fue muy profundo. Y luego meternos en preguntas muy difíciles, la relación entre el narcotráfico, las instituciones y el conflicto, la relación entre paramilitarismo, las formas de seguridad privada y el conflicto.  Estas son las grandes cuestiones que la Comisión tiene que enfrentar.