En medio de un discurso, durante la entrega de registradurías auxiliares en el municipio de Soacha, el registrador nacional del Estado Civil, Alexánder Vega, denunció que las bases de datos que tiene el DANE sobre el número de habitantes que tiene el país no son confiables.

“Lo puedo decir hoy como registrador nacional, y díganselo al director del DANE: las bases de datos del DANE no son confiables frente al registro civil que tiene Colombia y tiene la Registraduría”, exclamó Vega.

Vega puso como ejemplo que Soacha aparezca con menos población de la que realmente tiene. Además, dijo: “Los alcaldes tienen que hacerse valer y que cuenten con el respaldo de la Registraduría, estoy dispuesto a dar el debate con el director del DANE y con el Gobierno nacional, de que las transferencias que le hacen a ustedes los municipios, no concuerdan con la realidad de las poblaciones de las ciudades”.

Por último, cuestionó: “¿Cómo explican que, en el DANE, somos 50 millones de colombianos y en la Registraduría y en el registro civil somos 55? ¿Dónde están los otros cinco millones de colombianos?”.

Llama la atención que lo manifestado por Vega se da a solo algunos meses de las elecciones presidenciales y legislativas en mayo y marzo de 2022. Hay que recordar que el censo electoral se basa en conocer cuántas personas habitan en Colombia.

El número de colombianos habilitados actualmente para ejercer el derecho al sufragio y, por consiguiente, participar en las elecciones y en el ejercicio de los mecanismos de participación ciudadana, es de 38.636.035, de ellas 18.700.335 son hombres y 19.935.700 son mujeres.

Respuesta del DANE 

Después, Juan Daniel Oviedo, director del DANE, le respondió a Vega y dio las que, según él, son las verdaderas cifras de la población en Colombia.

“El señor registrador no mencionó a qué fecha se refería. A junio de 2021 tenemos 51.049.498 habitantes, según las proyecciones, a partir de 48.258.494 que fuimos a mediados de 2018”, manifestó Oviedo, en diálogo con Blu Radio.

Posteriormente, el director del DANE explicó que muchas entidades pueden tener bases de datos, pero que estas podrían ser usadas con “fines distintos”. Aunque Oviedo no habló de objetivos específicos, “llama la atención que Vega hable de una numerosa población de cara a las elecciones del 2022”.

“Nos genera una sorpresa muy grande esas declaraciones porque el DANE viene trabajando con la Registraduría desde 2017, en el marco de un convenio interadministrativo para hacer los chequeos de consistencia de la información que subyace en el Registro Nacional del Estado Civil y en el Archivo Nacional de Identificación. Bases de datos puede haber muchas, pero tienen fines distintos”, señaló Oviedo.

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No obstante, Oviedo aclaró que el censo del 2018 no es legal para fines electorales, pues el Congreso no aprobó esa ley que lo legalizaba, por lo que el censo vigente es el de 1985.

Oviedo explicó que junto a la Registraduría trimestralmente se comparten avances en materia de defunciones e invitó al registrador a que le haga llegar los registros con esa diferencia de cinco millones.

“Estamos radicando el proyecto de ley 222 de 2021 que se encuentra en la comisión primera de la Cámara de Representantes, para dar un marco legal a todas las estadísticas, en donde quisiéramos que el censo de población y vivienda de 2018 sean oficializados y tenidos en cuenta como fuentes de información para todas las decisiones”, dijo en RCN Radio.

Una tercera opinión

EL NUEVO SIGLO consultó a quien fuera registrador delegado para Asuntos Electorales, Alfonso Portela, quien nos entregó su punto de vista sobre esta polémica. “Se están enfrascando en una discusión que no tiene sentido, que podrían resolver a través del manejo de los diferentes archivos y trabajos que cada uno tiene”, sostuvo.

“Cuando yo estuve en la Registraduría, consideramos que esa discusión había que darla en algún momento, ese es un tema de vieja data, precisamente porque el DANE tiene unas funciones que, si bien es cierto, tienen que ver con la población, va muy ligada a la ubicación de ese ciudadano. En cambio, el registro civil no, un menor de edad se registra y a los 10 minutos ya puede estar viviendo en otro lugar”.

“El censo electoral es igual, yo saco mi cédula y en el momento de la expedición me piden una dirección para ubicarme electoralmente, pero ya mañana puedo estar viviendo en otro lugar. Esa situación de las dos entidades son completamente distintas, a pesar de que manejan estadísticas”, agregó.

“El número que maneja el director del DANE, de posibles cédulas que no deberían estar, yo discrepo mucho de ese número, en la medida en que la Registraduría ha hecho procesos de depuración y además la Ley 1475 establece que se debe hacer la depuración permanente y eso se hace sobre la base del registro civil de defunción, si no hay este documento no hay baja de la cédula”, afirmó.

Portela colocó un ejemplo: “Una persona puede estar registrado en el censo electoral de Bogotá, y se va a vivir a los Estados Unidos, pero estando allá no le interesa el proceso electoral colombiano y entonces aparece residente en el exterior, pero en el censo electoral de Bogotá. Como no hay esa obligación de que cualquier movimiento en la residencia, inmediatamente se deba ver reflejado en el movimiento en el censo electoral, entonces por esa razón se manejan unas cifras diferentes”.

Igualmente, dice que “esa diferencia de los tres millones que habla el señor director del censo, yo creo que hay que revisar esos números, porque si bien es cierto, permanentemente se están depurando las cifras, no llegan a esa cifra”.

Finalmente, recordó que el censo poblacional requiere que sea aprobado por ley para poder ejecutarlo en los diferentes escenarios donde se aplica, por ejemplo, “para las curules de cámara, según el artículo 176 de la Constitución, para las curules de concejos municipales, eso quedó congelado de acuerdo al artículo 54 transitorio de la Constitución que dice que mientras no se apruebe el censo electoral, no se puede tomar como referencia esas bases de datos. Entonces lo necesario es que se aprueben por ley los censos para poder actualizar esas cifras, eso es lo que encontramos en una relación censo electoral-censo poblacional”.