Un día después de que el concejal Juan Baena, del Nuevo Liberalismo, llamara la atención sobre la ausencia del secretario de Seguridad, Convivencia y Justicia, Aníbal Fernández de Soto, en cuyo puesto puso un maniquí en una bolsa de basura, ayer la plenaria del Concejo continuó al debate de control político sobre seguridad en Bogotá, ahora sí con la presencia del funcionario.
También asistieron el brigadier general Carlos Triana, comandante de la Policía; el secretario de Gobierno, Felipe Jiménez, y el Alto Consejero de Paz, Víctimas y Reconciliación de Bogotá, Vladimir Rodríguez, entre otros representantes del gabinete distrital.
Con la presentación de los concejales del Centro Democrático y del Partido Liberal, la sesión se levantó sin que hiciera su exposición la Administración Distrital y hoy seguirán las intervenciones. Todos ellos coincidieron en que las cifras de seguridad no tienen ninguna relación con lo que están viviendo los capitalinos.
“Durante el primer semestre del 2022 se registraron 55.143 hurtos a personas. El 40% fue mediante la modalidad de atraco; el 24% factor de oportunidad; el 15% fue el famoso cosquilleo; 13% el raponazo y el 3% engaño. Secretario, ¿a usted le parece que ante estas cifras podemos seguir sacando pecho? ¿Podemos seguir diciendo que estas cifras están mejorando? Comiencen a tomar medidas”, comenzó por referir el concejal Humberto Amín.
Y con relación a los mercados criminales, el concejal indicó que hay 11 personas trabajando en este programa cuando han aparecido 27 cuerpos en bolsas y le pidió a la Administración que militarice la ciudad “y solo hasta ahora viene a tocarle una mano a los militares”, concluyó.
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Por su parte, la concejal Diana Diago se preguntó qué está pasando con el sicariato en la ciudad. Indicó que el microtráfico se está fortaleciendo, cada día toma más fuerza, y los ajustes de cuenta son los que, en su opinión, tienen a la ciudad en jaque.
Adicionalmente, la concejal Diago llamó la atención sobre la discrepancia que hay en las cifras. “¿Cómo vamos a diagnosticar una ciudad en temas de seguridad si no hay cifras ciertas? Ese es el primer error que hay que entrar a corregir y los ciudadanos están preocupados porque están perdiendo sus bienes y sus vidas todos los días. La alcaldesa no puede sacar pecho porque la cifra de homicidio bajó. Ella tiene que ser consciente de la inseguridad que vivimos los ciudadanos”, indicó la concejal.
Efectividad de las estrategias
Después, el concejal Javier Ospina se refirió a otro aspecto de la inseguridad, aunque también llamó la atención sobre la falta de rigor en las cifras de un año a otro: indicó que la inefectividad de todas las medidas que se han tomado ha llevado a que la delincuencia sea circular y sigan cometiéndose las mismas fechorías, por ejemplo, en el sistema de transporte público.
Por último, sugirió que hay que articular las instituciones, apalancarse con otras entidades y unificar el inventario de las bandas delincuenciales que están operando. “¿Por qué no volvemos a activar las redes solidarias?”, se preguntó, como ya lo había hecho un día antes la concejal Lucía Bastidas.
El concejal liberal Samir Abismaba también expresó su preocupación frente a las estrategias empleadas por el Gobierno y el Distrito para combatir la inseguridad en la capital, aludiendo a cómo se han creado frentes de seguridad en la ciudad en los años 2020 (146 frentes), 2021 (171) y en el 2022 (149), pero no es clara su efectividad.
“Se pregunta uno, secretario, ¿cuál es la efectividad de las políticas que se está planteando la Administración? ¿Cuándo vamos a tener una mejor percepción de seguridad en la ciudad? ¿Cuándo darán resultados?”, dijo el presidente del Concejo. “No es posible que el Presidente y la alcaldesa digan que Bogotá es ejemplo de seguridad. La delincuencia organizada nos está tomando la ventaja”, concluyó.
Por último, desde el Concejo la Policía lanzó, conjuntamente con la alcaldía de Chapinero, el Plan Semáforo para combatir los hurtos a mano armada en los semáforos. Para ello, ya están identificados los puntos más vulnerables, alrededor de los cuales se harán controles y operativos.