Manejo de UCI por parte del Distrito agilizó atención de 266 contagiados. En el hospital provisional de Corferias se han atendido entre 60 y 80 pacientes
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Un moderado optimismo mostró el secretario de Salud de Bogotá, Alejandro Gómez, no solo porque se ha incrementado el número de UCI para la atención de pacientes afectados por el Covid-19, sino porque mediante la administración de unidades -directamente desde el Distrito- se ha agilizado la atención de los enfermos. Además, destaca el manejo que se le dio a la cuarentena en Kennedy.
EL NUEVO SIGLO: Kennedy fue una especie de experimento. Desde el punto de vista de la salud, ¿qué tan efectiva fue su cuarentena?
ALEJANDRO GÓMEZ: Con los datos objetivos del número de pacientes nuevos, el número de contactos y la tasa de transmisión del virus, el experimento de los 15 días de confinamiento estricto en Kennedy fue supremamente exitoso.
El hecho de haber tenido ese confinamiento, le permitió a toda Bogotá ganar dos semanas. Cuando uno mira la tasa de reproducción del virus y la positividad de las pruebas, bajó en Kennedy y arrastró a Bogotá. Esta fue una medida bastante exitosa en la ciudad.
ENS: ¿Cómo avanza la instalación de los 130 ventiladores donados por el Gobierno nacional?
AG: El Gobierno nos entregó 130 de estos equipos desde el punto de vista contractual, por así decirlo, el pasado sábado. Ahora, el Ministerio no le entrega directamente los ventiladores a la Secretaría de Salud, sino que se programa de manera inmediata la entrega de los mismos por parte de los proveedores a los hospitales.
El fin de semana instalamos 51 de ellos en diferentes hospitales y para el día de ayer, de los ventiladores instalados pudimos habilitar -es decir, poner al servicio de la ciudadanía- a 44 de ellos y hoy esperamos dejar instalado otro buen número. De aquí a mañana deberían estar instalados y funcionando todos y esa es una extraordinaria noticia para Bogotá porque nos llegan en un momento en el que estábamos supremamente congestionados.
ENS: De acuerdo con Saludata hay 812 camas UCI disponibles, ¿ese número ya incluye a los ventiladores instalados?
AG: Sí. Los 40 primeros ya son hábiles, pero permítame que insista en esto porque una cosa es la entrega, otra cosa es la instalación y otra cosa es que el ventilador ya esté al servicio de la ciudadanía. Eso se demora dos o tres días, pero es un proceso que hay que hacer.
La ocupación
ENS: En este momento, la ocupación de UCI está en el 65,3%, ¿llegaremos al 75%?
AG: Sí, por supuesto que es una posibilidad. Nosotros en este momento de la epidemia vamos a estar alta tensión y vamos a estar en un momento de estrés porque se trata de dos números que tenemos que mantener en un cierto equilibrio: el número de pacientes que retienen UCI y el número de unidades de cuidados intensivos. La buena noticia es que las unidades comenzaron a crecer. Habían crecido con esfuerzo propio de las clínicas, pero no en un número tan importante como el que logramos este fin de semana. De aquí en adelante, por lo demás, el Gobierno seguirá entregando ventiladores, entonces si aumentamos las UCI de una manera proporcional al incremento de los pacientes que lo requieren, pues no vamos a tener que tomar una medida más drástica.
ENS: ¿Cómo ha funcionado la rectoría de las UCI a manos del Distrito?
AG: 266 personas que llegaron a un servicio de urgencias y el equipo médico asistencial determinó que necesitaban un ventilador, o bien porque son Covid-19 positivos o porque son altamente sospechosos de padecerlo, y estos 266 fueron regulados a todas las clínicas que en Bogotá cuentan con UCI.
Se tomó la decisión porque había una congestión que era mayor en unas partes que en otras (en el sur ya estábamos casi en el 100%, mientras que en el norte había clínicas que estaban en el 30%). Entonces, la regulación inteligente de estos pacientes, llevándolos a aquella clínica u hospital más cerca del sitio de dónde los están atendiendo, ha permitido que el manejo sea más ágil, que se acorten los tiempos y que le demos buen uso a todas las UCI. Esos pacientes se han atendido independientemente de su aseguramiento y del pagador, con las claridades dadas por la ley.
El balance
ENS: ¿Cuál es hoy el balance de Corferias?
AG: Corferias sigue prestando el servicio de atender pacientes no críticos, es una zona de expansión, pero mire usted que cuando nosotros abrimos Corferias por esa época teníamos un confinamiento importante de la ciudad, lo que llevó, para fortuna de todos, a que se disminuyera la siniestralidad en Bogotá.
Los hospitales se descongestionaron de alguna manera y por lo pronto ha sido menos necesaria. Sin embargo, nosotros siempre pensamos que Corferias sería necesaria para el pico de la enfermedad. En estos momentos se están utilizando entre 50 y 60 de esas camas, pero tenemos como ciudad la tranquilidad de que si necesitamos 500, 1000 o 2000 allí las tenemos inmediatamente.
En Corferias montamos toda la instalación para 2000 camas pero no las abrimos todas, porque no sonaba muy juicioso abrirlas cuando sólo se están utilizando 50. En este momento, físicamente hay allá 200 camas perfectamente instaladas, pero habilitadas, es decir con personal médico y enfermería para funcionar, hay 50 camas que son las que se están usando para cuidar el dinero.
ENS: ¿Cuántos pacientes han sido atendidos en Corferias?
AG: En este momento la cifra exacta no la tengo, pero le puedo decir que han sido dados de alta entre 60 a 80 pacientes.
ENS: ¿Qué piensa del matoneo al personal de la salud?
AG: El personal de la salud está pagando una cuota altísima, no solo por las jornadas que está desarrollando ni el estrés que maneja, sino porque ha sido una población que ha estado altamente expuesta a las amenazas y al matoneo.
Nosotros hemos tenido contaminación, hemos tenido muertes y hemos tenido varios brotes en la ciudad, en diferentes instituciones clínicas y hospitales. A este respecto, nosotros no adelantamos cifras, precisamente, para evitar ese tipo de sanción que, equivocadamente, algunas personas han tenido motivadas por el miedo.
Creemos que nos falta el punto más difícil de la pandemia que es cuando tengamos mayor cantidad de pacientes, y como es apenas esperado, mayor cantidad de muertes. Esto va a someter al personal de la salud a un nivel de estrés mayor y lo que estamos haciendo es un llamado permanente a la solidaridad, al reconocimiento y a la valoración de lo que están haciendo.