Colombia superó los 20.000 fallecimientos por el Covid (20.052 acumulados a este martes) y por ello se ubica en todas las mediciones globales dentro de los 20 países más impactados por la pandemia que irrumpió en el mundo horas antes de que iniciara este año.
Los registros para determinar el grado de afectación del coronavirus lo realizan las autoridades epidemiológicas con diferentes variables (registro total, índice de letalidad, muertes por 100.000 y millón de habitantes). Y, aunque en todas ellas Colombia figura en ese preocupante ‘Top 20’ global, como dice el refrán popular, depende con la óptica con que se mire (en este caso la métrica), su posición varía.
Vale aclarar que el país ha figurado entre los de mayor afectación mundial por la pandemia desde mediados de mayo, cuando los europeos registraban el pico epidemiológico. Y aunque el manejo sanitario que ha dado a la misma no sólo ha sido reconocido por la Organización Mundial de la Salud sino que permitió iniciar desde este martes la “nueva realidad” por la tendencia a la baja tanto en decesos como contagios, persiste el riesgo de que la curva epidemiológica vuelva a subir.
Estos casi seis meses de ‘convivir’ con el virus han dejado muchas lecciones y tal vez las más importantes son dos: distanciamiento social con los respectivos protocolos para evitar los contagios y que el mayor riesgo de letalidad está concentrado en personas mayores de 65 años y/o con varias patologías de base, que les impide sortear con éxito el proceso infeccioso que desencadena el Covid.
Es precisamente por ello, que en esta nueva fase, donde los más de 50 millones de colombianos retoman sus actividades laborales y comerciales, que la estrategia epidemiológica se concentra en dos frentes específicos: la toma de conciencia individual sobre su responsabilidad para evitar nuevas afectaciones y evitar que la población de alto riesgo de letalidad se contagie.
Así lo señalaron en diálogo con EL NUEVO SIGLO, dos reconocidos expertos, Mauricio Santos de la Universidad de Los Andes y Carlos Trillos, de la U. del Rosario.
En términos médicos, Colombia se encuentra ‘estable pero con pronóstico reservado” frente al coronavirus y ello se evidencia que también está en el listado de países que han aplanado la curva epidemiológica, según el Instituto John Hopkins, uno de los grandes referentes al seguimiento de la pandemia. Y, en este aspecto también revela que al hacer seguimiento a nuevos positivos y fallecimientos en los últimos cinco días se evidencia una marcada tendencia a la baja.
Explica dicho Instituto, que aplanar la curva implica reducir la cantidad de casos nuevos de Covid-19 de un día para otro. De esta forma, cuando un país registra menos positivos que el día anterior, es una señal de que está logrando ‘achatar’ su curva epidemiológica. Y ello se confirma al realizar un promedio de sus últimos días.
Bajo esta óptica se puede afirmar que Colombia lo está haciendo, ya que si tomamos el referente de sus últimos cinco días en contagios (y decesos) por el Covid tenemos: 8.498 (299), 9.394 (297), 8.024 (296), 7.230 (299) y 8.901 (389).
Pero veamos cuál es la ubicación del país frente a la afectación mundial, así como cuál ha sido la ruta crítica desde hace 179 días cuando apareció el primer caso del virus y que llevó a decretar una de las cuarentenas preventivas obligatorias más largas del mundo, la que llegó a su fin el último día de agosto.
- Cubrimiento: Colombia supera los 20 mil fallecidos por covid
Aunque hay algunos informes que indican que el coronavirus habría llegado al país a finales de febrero, el Ministerio de Salud informó del primer positivo el 6 de marzo. Fue una joven de 19 años que acababa de regresar de Italia y tras presentar síntomas de lo que pensó era una fuerte gripe acudió a una clínica donde se le practicó la prueba, confirmándose positivo a Covid. Diez días después, un taxista de Cartagena falleció sin conocer que tenía el coronavirus y se convirtió en la primera víctima fatal del mismo.
Con una velocidad impensable, el virus se expandió por varias zonas del país, sumando a diarios nuevos afectados y más fallecidos, principalmente porque no todas las regiones tenían la adecuación de las UCI que se requerían para atender a los casos severos, y que como reseñamos anteriormente, fueron en su mayoría personas mayores de 65 años (inclusive varios centenarios), que generalmente tenían una o más comorbilidades.
Ello llevó a que en menos de dos meses el país registrara casi 400 defunciones por la pandemia, las que en solo mayo se cuadruplicaron, mientras los infectados rozaban los 30 mil, lo que hizo que Colombia se ubicara entre las 25 naciones con mayor afectación según los registros tanto del John Hopkins como de Worldometer. Desde entonces ha escalado posiciones, siendo hoy con (624.069) el séptimo en cuanto a contagios y el décimo primer en fallecidos (20.052).
En su orden, Estados Unidos, Brasil, India, Rusia, Perú y Sudáfrica superan a Colombia en afectaciones, mientras le siguen México, España, Chile, Argentina y Francia. Vale aclarar que en estas dos últimas naciones europeas están incluidas las cifras del repunte que se viene dando, con fuerza desde hace tres semanas.
En el listado de los 12 mayores impactados por letalidad, que mantiene en los tres primeros lugares a los mismos de los contagios, el país está en el No.11, con 20.052 y muy distante de éstos que concentran el 43% de los decesos globales.
Y, en un tercer ítem del Hopkins se presenta el número de recuperados, donde el país está en la octava posición, ya que tiene 469.557, es decir un índice de 75%, superando en este aspecto a dos del vecindario regional, Chile y Argentina pero por debajo de Perú, México y Brasil, que encabeza este listado con más de 3.300.000 personas que superaron la enfermedad. (Ver tabla)
Un panorama más exacto
Los acumulados totales por naciones dan una visión general del impacto del Covid, pero una de las formas más importantes para medir su virulencia es la mortalidad por el mismo. Sin embargo hay que tener en cuenta que las tasas de letalidad informada pueden ser muy diferentes porque hay varios aspectos que influyen, a saber, el mayor o menor testeo (realización de pruebas) ya que ello permite identificar asintomáticos o más personas con casos leves (por tanto con bajísima probabilidad de morir por el virus), la demografía (si concentran alta población de 65 años o más) y el funcionamiento de los sistemas de salud (cantidad y adecuación hospitalaria para enfrentar la emergencia sanitaria).
Recordando que el índice de letalidad se obtiene de dividir el número de fallecidos por los casos confirmados del coronavirus, Colombia, registra una de las más bajas de América Latina e inclusive del mundo. Si la tomamos en referencia a los países que actualmente están registrados como de mayor afectación, está en el octavo lugar con una tasa de letalidad de 3.2%, superando al Brasil.
El primer lugar -en este listado- lo ocupa México con 10,7%, Ecuador 5,8%, Irán 5,7%, Perú 4,4%, Bolivia 4,3%, Indonesia 4,2%, Rumania 4,1%, Colombia 3,2%, Brasil 3,1%, Estados Unidos 3%, Irak 3%, Chile 2,7%, Turquía 2,4%, Sudáfrica 2,3%, Ucrania 2,1%, Argentina 2,1%, India 1,8% y Rusia 1,7%.
Por las variables antes mencionadas observamos que aunque Estados Unidos y Brasil se mantienen a la cabeza del total de decesos por Covid-19 con 184.270 y 121.381, respectivamente, su letalidad es más baja que la de otras naciones, incluida Colombia, que registran decesos muy inferiores.
Ahora, si se omite esa ‘categoría’ de los de mayor afectación actual, hay tasas de letalidad mucho mayores a las mencionadas como la de Italia (13,2%), Reino Unido (12,3%), Bélgica (9,6%), Francia (9,6%), Canadá (7,0%), España (6,3%), Suiza (6,9%) y China (5,3%).
Letalidad por 100 mil y millón de habitantes
Pero esta matemáticas de la pandemia también nos da otro escenario y considerado más aproximado a la realidad por los expertos: las tasas de fallecidos por 100 mil y por millón de habitantes.
Y, obviamente, aquí las cosas son diferentes porque si bien Estados Unidos, Brasil, India y México son los cuatro países con más fallecidos en términos absolutos, al comparar la tasa de letalidad tanto por 100 mil como por millón de habitantes, es Perú el que encabeza dicho registro, ya que tiene 90,48 en el primero y 900 en el segundo.
En el ranquin considerando sólo el primero de esos ítems sigue en Bélgica con 896,63 fallecidos por 100 mil habitantes; Reino Unido con 62,55 y España 62,27. Mirado solo América Latina Chile, ocupa el séptimo lugar con 60,27; Brasil, el noveno con 57,95; México, tres puestos más abajo con 51.04; inmediatamente después Panamá con 47,93; Bolivia en la casilla 15 con 44,28; seguido por Colombia con 39,60 y Ecuador con 38,37; mientras que Argentina está en el No.20 con 19,46. Uruguay cierra el listado regional con 1.28 y Paraguay registra 4,69.
Un panorama similar, porque tiene algunas variaciones, se da al tomar la tasa de letalidad por millón de habitantes. Según coronavirus.app, que aúna la información de 208 naciones, Perú está en el segundo lugar con 900 defunciones por millón de habitantes, seguida de su vecina Chile con 628. El resto de latinoamericanos se ubican así: Brasil, 580 (No.9); México 533 (No.12), Panamá, 489 (No.12), Bolivia, 455 (No.15), Colombia, 401 (No.17), seguida de Ecuador con 396.
Entre tanto Argentina registra 198 (No.34), Paraguay 48 (No. 84) y Uruguay 13 (No. 130).
A nivel global, encabeza San Marino con 1.258 muertes por millón de habitantes, mientras que Estados Unidos, el que acumula los más altos registros en fallecidos y contagios tiene 575, un lugar por debajo del otro gigante en tamaño y afectación, Brasil.
Específicamente en Europa, Bélgica es el más impactado con 864 (No.3 en el listado general), Reino Unido tiene 623, España 620, Italia, 587 y Francia 458.
Vale señalar que a este martes en el mundo son más de 25.509.135 las personas que contrajeron el virus, de las cuales el 69% se recuperó, mientras que 850.902 perdieron su lucha contra el mismo.
Así las cosas se puede concluir que si bien Colombia figura en casi todas las anteriores mediciones en los 20 primeros lugares, sus cifras tanto de positivos y fallecidos acumulados no sólo están muy lejos de las otras naciones con mayor impacto de la pandemia y del peor escenario inicialmente proyectado aquí, sino que evidentemente aplanó su curva epidemiológica.
Retomando el vocabulario médico, se podría decir que no llegamos a la Unidad de Cuidado Intensivo pero permanecemos en la de Cuidado Intermedio. Pasar de allí a piso hospitalario dependerá del comportamiento ciudadano en esta nueva fase, ya que la salida del mismo o el alta epidemiológica sólo se dará en meses cuando el mundo logre una vacuna efectiva y el país pueda inmunizar a una gran parte de la población.
Reducir letalidad
Colombia superó los 20.000 muertos por Covid-19 y, en plena apertura, una de las grandes inquietudes es si aumentará la letalidad por el virus.
Para conocer cuál es hoy, desde la epidemiología, el panorama de la letalidad, EL NUEVO SIGLO consultó a dos expertos en el tema y específicamente en que se debe hacer para evitar que las defunciones por el Covid aumenten en esta ‘nueva realidad’.
De acuerdo con el investigador en la evolución de enfermedades infecciosas del Departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad de los Andes, Mauricio Santos, para controlar la letalidad el Gobierno deberá trabajar en una doble vía: por una parte, deberá prestarse atención a la movilidad hacia los municipios libres de Covid-19 o con muy baja incidencia del virus; y por la otra, deberá cuidar a la población con comorbilidades, que es la población de la que depende, en gran medida, la letalidad del contagio.
“Si pensáramos haciendo una analogía a un incendio, hay que mirar con mucha atención adonde estamos llevando nuevas chispas que prenderán nuevos incendios. Ahí es en donde tenemos que tener mucho cuidado, en cómo manejar la movilidad a esos nuevos municipios, pues no tienen la misma capacidad de atención y de detección y por eso son los que podrían estar en mucho mayor riesgo de tener brotes muy explosivos, con quizás mortalidades mucho más altas por la poca logística hospitalaria”, agregó Santos.
Explicó que debe haber un segundo componente a esa estrategia: el cuidado de la población más susceptible al contagio.
“Hay una gran heterogeneidad entre individuos y esto se tiene que pensar en dos niveles: en cómo evitar que esos brotes sean grandes en lugares con poca logística de salud; pero si los tenemos, entonces tendremos que pensar en cómo controlar que las personas con mayor riesgo no se arriesguen. Entonces toca pensar en estrategias que contemplen esa heterogeneidad y traten de cuidar a la población con más riesgo de letalidad”, añadió el experto.
Por su parte, el epidemiólogo y profesor de la universidad del Rosario, Carlos Trillos, la letalidad del contagio depende y está determinada por las personas susceptibles al virus que se contagian, población que tiene que ser especialmente protegida.
“Ahí es cuando es más letal el contagio. La sociedad ya conoce y ya tiene claro y establecido, porque es un patrón mundial, que los adultos mayores y las personas con comorbilidades como la hipertensión arterial, obesidad, diabetes, enfermedades pulmonares crónicas y renales, entre otras, son quienes tienen más complicaciones y se mueren. En la medida lo posible todos tenemos que apoyar a que las personas de riesgo no vayan a tener contacto, no se vayan a infectar, no se vayan a complicar, porque son las personas con más posibilidades de fallecimiento”.