Frente al Plan de Ordenamiento Territorial, que este viernes comienza formalmente el trámite en el Concejo de Bogotá con la presentación de las ponencias, la Contraloría de Bogotá y la Pontificia Universidad Javeriana consolidaron un informe denominado, “Propuestas técnicas al POT”, para enriquecer el debate sobre el desarrollo y organización de la ciudad para los próximos 12 años.
La Contraloría hizo un llamado a la Administración Distrital para liderar y ampliar su visión de planeación y desarrollo de la capital hacia la Región Metropolitana, lo que permitiría, entre otros aspectos, llevar conocimiento, experticia y obras hasta los municipios vecinos sin suspenderlas en los bordes, generando sinergias importantes y mejorando la calidad de vida de los ciudadanos.
A este respecto el contralor de Bogotá, Andrés Castro Franco, destacó el importante momento que vive la capital, en aras de lograr una adecuada planeación, con responsabilidad fiscal.
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“La Contraloría de Bogotá estará vigilante a las inversiones que se realicen para cumplir con la hoja de ruta que cobijará el desarrollo de la capital en los próximos 12 años”, afirmó Castro Franco. De igual forma, hizo énfasis en la importancia de contar con normas que permitan afrontar la incertidumbre y los desafíos que dejó la pandemia.
“Bienvenidos todos los aportes y las miradas a la consolidación de un proyecto de ciudad moderna, sostenible y equitativa. Las ciudades no son estáticas. Se transforman constantemente. Y el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) nos permite estructurar ese cambio de manera ordenada, pensando en un mejor futuro para todos”, agregó.
Este documento, vale mencionarlo, recoge recomendaciones puntuales en materia de sostenibilidad urbana, medio ambiente, ruralidad, vivienda, movilidad y logística, localidades e integración regional. Algunas de estas sugerencias son:
Sostenibilidad urbana
La Contraloría destacó que se considera el ordenamiento del suelo rural como elemento primordial para la planificación de la ciudad, teniendo especial cuidado con los servicios ecosistémicos y recursos ambientales como cuencas de agua, tierras y bosques para minimizar el impacto en las condiciones climáticas.
No obstante, hizo un llamado a conjugar la planeación integral con el plan de abastecimiento y seguridad alimentaria de la ciudad; a implementar soluciones basadas en la naturaleza que integren los espacios rurales a las posibilidades del ordenamiento de las urbes contemporáneas, además de priorizar la restauración de los ecosistemas y establecer condiciones que aseguren el acceso al agua limpia y potable. También se refirió a la necesidad de generar modelos agroturísticos y de producción agroecológica para potencializar los activos de la capital.
Movilidad y logística
Ambas entidades recomiendan orientar el crecimiento de la ciudad incentivando el concepto de sostenibilidad, privilegiando el transporte público y permitiendo que la vida de los ciudadanos no dependa del transporte privado. Recomendaron también considerar, así mismo, el impacto que generan los trazados viales sobre la fauna y flora, en particular, sobre los humedales y el cauce del río Bogotá.
Otra de las conclusiones es la de evaluar la interacción entre los ciudadanos y las vías para determinar qué tipo de movilidad requiere cada corredor vial de carga (calle 13, calle 80, Autopista Sur), con el ánimo de mejorar el transporte y los tiempos de desplazamiento. Y considerar incentivos para crear una ciudad "caminable", como los cobros por congestión y el parqueo en vía, que podrían mejorar el tránsito.
Vivienda
Respecto a la vivienda, las dos entidades indican que los estándares de construcción deberían considerar mínimos de ventilación e iluminación a partir de la experiencia que dejó la pandemia. Refirieron también que es prioritaria la seguridad jurídica del POT, ya que la norma está incompleta y significa la generación de conceptos posteriores, un riesgo que deja la construcción a la interpretación y, por ende, a la corrupción.
Añadieron que para dar cuenta de la demanda de vivienda se deben agilizar los trámites de construcción y no aumentar y complejizar el proceso, lo que aumenta las cargas y costos sobre los privados y da cabida a los informales.
Región Metropolitana
Refiriendo que el crecimiento urbanístico de Bogotá no puede limitarse hasta el borde de la ciudad, es recomendación que la capital apoye a los municipios vecinos con conocimientos y experticia, creando continuidad en las infraestructuras y sus funcionalidades, en temas tan sensibles como los sistemas de transporte, la operación logística o los servicios de acueducto y alcantarillado y energía. Añadió que los municipios aledaños deben estar involucrados en la construcción del POT, tanto el propio como el de sus vecinos.