EL NUEVO SIGLO consultó a varios integrantes del Cabildo Distrital saliente sobre los mayores logros y errores del cuatrienio que concluye el 31 de diciembre
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Hace tres años y 11 meses y medio, mal contados, se posesionó un Concejo de Bogotá que llegó para asumir sus funciones legislativas y de control político que delimitaría mucho de la agenda de Enrique Peñalosa, pero que también le haría oposición.
Hoy, con un Concejo que está a días de ser reemplazado por el nuevo Cabildo Distrital, EL NUEVO SIGLO le preguntó a algunos de sus miembros más representativos de cada una de las bancadas, cuáles fueron sus principales aciertos y desaciertos, ad portas de un cambio de cuatrienio.
Ahora, si bien es cierto que lo que fue un acierto para unos fue el mayor desacierto para otros, apoyar la consolidación de la Empresa Metro, la creación de la Secretaría de Seguridad y hundir el Plan de Ordenamiento Territorial, fueron temas comunes entre los grandes aciertos y desaciertos.
Por ejemplo, según la concejala del partido Alianza Verde, Lucía Bastidas, este Cabildo tuvo un papel muy importante, porque trabajó muchísimo y se dedicó a apoyar una nueva visión de ciudad encarnada en Peñalosa. Este Concejo “dejó sentadas las bases para el Metro de Bogotá y para que tuviéramos Transmilenio por la Avenida 68 y por la Séptima. Además, de acuerdo a ‘Concejo Como Vamos’, fuimos uno de los concejos que más ha trabajado durante los últimos años”.
Consolidación del Metro
Por su parte, el concejal de Cambio Radical, Yefer Vega, también resaltó como uno de los mayores aciertos del Concejo durante este cuatrienio el de haber consolidado la Secretaría de Seguridad y la Empresa Metro de Bogotá, “porque gracias a eso hoy tenemos uno de los proyectos más importantes, y no solamente de la capital sino de impacto nacional en materia de infraestructura vial”. En esta apreciación coincidieron los concejales del partido de La U, Rubén Torrado, y el concejal del Centro Democrático, Andrés Forero.
A este particular respecto el concejal del Partido Conservador, Roger Carrillo, se refirió a la larga espera que tuvo que padecer la ciudad por la consolidación del Metro. “Este Concejo pasó a la historia al pensar en el beneficio de la ciudad y sus habitantes, y dar luz verde para que con la próxima administración se empiece a debatir sobre la segunda línea, y que beneficiará a una localidad tan populosa como la de Suba”.
“Este Concejo aprobó la creación de la Empresa Metro y sus condiciones para que se pudiera hacer el ejercicio de adjudicación. Yo creo que esto, adicionalmente a la consolidación de la Secretaría de Seguridad, fueron los temas más relevantes y un ejercicio de control político fuerte”, dijo el concejal Forero.
El concejal del Partido Liberal, Armando Gutiérrez, le precisó que este proceso se sustentó en el Acuerdo Distrital 642 (12 de mayo de 2016) que creó la Empresa Metro; a través de la aprobación de las vigencias futuras con las que se aseguraron los recursos para la construcción (31 de octubre de 2017), y a través de la autorización del cupo de endeudamiento a la empresa Metro el 15 de febrero de 2018, para cubrir los compromisos de la licitación para el desarrollo del proyecto.
“Esta obra mejorará ostensiblemente el acceso al transporte público y los tiempos de desplazamiento de los ciudadanos, sumado al hecho de que se trata de un medio de transporte que no genera impactos negativos al medio ambiente, lo cual impactará positivamente en la calidad de vida de los ciudadanos. Un gran acierto”, le puntualizó a este Diario.
Así mismo, el concejal Torrado destacó que este fue un Concejo coherente en la medida en la que apoyó los proyectos de ciudad, precisamente como la construcción de la primera línea del Metro.
“Esto lo digo porque muchas veces pasa que hay concejos que actúan de una manera irresponsable en qué sentido, en que independientemente de si son buenas propuestas para la ciudad, la votan negativa porque le quieren hacer oposición a la administración. Y este fue un concejo coherente en ese sentido”, anotó.
Hundimiento del POT
De acuerdo con la concejala Bastidas, uno de los grandes desaciertos del Concejo saliente fue el de haberle negado a la ciudad el Plan de Ordenamiento Territorial (POT). “Creo que fue un desacierto. Afectó el proyecto del Río Bogotá y afectó todo lo que significaba e implicaba este POT para la ciudad”, puntualizó, no sin dejar de reconocer que este fue un Cabildo que tuvo una oposición paralizante que denunció y demandó todos los procesos más importantes para Bogotá.
Pero en completa oposición a esta visión, para los concejales Manuel Sarmiento, del Polo Democrático, y Juan Carlos Flores, de la ASI, el mayor acierto de este órgano fue precisamente el de haber hundido el POT. No obstante, de este hecho lo que Flores resaltó fue la organización y juiciosa movilización ciudadana.
“A mí me parece que el mayor acierto fue haber escuchado a la ciudadanía que, como no ocurría hacía décadas en la ciudad, se organizó cuando sintió que se venía contra sus barrios, contra su forma de vida, un gigantesco plan de renovación urbana que significaría rehacer prácticamente un tercio de la ciudad construida, 7.800 hectáreas. Ese movimiento llevó a que muchos concejales nos pusiéramos en el deber de estudiar a fondo sus inquietudes y todo eso condujo al hundimiento del POT de Peñalosa en el Concejo”, añadió el concejal de la ASI.
Y por su parte el concejal Sarmiento, una de las caras más visibles del Polo Democrático y quien durante estos cuatro años ejerció una oposición juiciosa a la administración de Peñalosa, además del hundimiento del POT, se refirió al hundimiento del primer proyecto de valorización: “Después pasó, pero el primer proyecto se cayó en el Cabildo. Era una propuesta para imponer un tributo regresivo que violaba la capacidad de pago de los contribuyentes y que estaba muy mal diseñado desde el punto de vista técnico y legal”.
Flores y Sarmiento coincidieron que en que el mayor desacierto de este Concejo fue que sus mayorías se plegaron a la Administración distrital, sin tener en cuenta los argumentos que se exponían alrededor de ciertas iniciativas.
“En contravía de los deseos de la ciudad, este Concejo se entregó ciegamente a los caprichos del Alcalde Mayor de la ciudad e impidió que el alcalde tuviese un control político que tal vez le hubiera ayudado a corregir el rumbo. El Concejo como institución quedo muy golpeado por esa entrega de su independencia, de la mayoría de sus miembros, a los caprichos del alcalde”, precisó Flores.
Por último, para los concejales Forero y Olga Victoria Rubio, del partido MIRA, el hundimiento de este Plan también fue la falencia más grande del concejo saliente. “Esta decisión no permitió darle a la ciudad un instrumento actualizado que diera respuesta a la situación que vive Bogotá, ni que contara con los distintos aportes de los concejales, pues las proposiciones presentadas para nutrirlo no pudieron ser discutidas”, añadió Rubio.
“La alcaldesa electa, en lo nuclear, está de acuerdo con el POT y si tenía dudas lo que tenía que hacer era no darle desarrollo, pero a cuenta de esa decisión, la ciudad deberá seguir usando una norma urbana desactualizada y que no recoge las realidades urbanas de la ciudad. Fue un desacierto”, finalizó diciendo Forero.