El Concejo destacó el trabajo que a diario hacen los 316 gestores de convivencia de la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia por su labor de transformar vidas y generar cambios en la ciudad.
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En el homenaje les fue entregada la Orden Civil al Mérito ‘Héroes del Distrito’. Durante la entrega, el presidente del Concejo de Bogotá, Carlos Fernando Galán, reconoció la labor de cada uno de los integrantes del grupo.
“Otorgamos estas órdenes al mérito por la labor que cada uno de ustedes cumple a través de su institución y trabajo con varios años de entrega, y hoy vemos reflejados los resultados”.
Por su parte, el secretario de Seguridad, Convivencia y Justicia, Hugo Acero, agradeció el trabajo de los gestores que se han desenvuelto en diferentes labores.
“Han sido meses de enormes retos para nuestra ciudad y hoy, más que nunca, quisiera destacar y agradecer la labor de nuestros gestores de convivencia, quienes han trabajado de día o en la noche por acompañar marchas, llevar alimentos a los hogares que más lo necesitan y promover el autocuidado con pedagogía, entre otras muchas tareas”.
Víctor Hugo Páez Ortiz, el gestor de convivencia que recibió el galardón en representación de todos sus compañeros, afirmó que era un honor para él y el equipo de gestores de convivencia recibir este reconocimiento a la constancia y trabajo permanente por la ciudad, la convivencia y el diálogo. “Invito a todos a la tolerancia y reconciliación en todas las manifestaciones y derechos a la protesta pacífica”, puntualizó.
El papel de los gestores de convivencia durante la pandemia generada por el covid-19 ha sido fundamental ya que han participado en la entrega de ayudas humanitarias y en campañas pedagógicas para evitar aglomeraciones, promover el uso del tapabocas, recordar el lavado de manos constante y mantener la distancia social.
Los gestores de convivencia en medio de su labor, durante muchas ocasiones han afrontado agresiones, insultos y amenazas, pero aún así continúan con la misma disposición para solucionar de manera pacífica los conflictos de la ciudadanía.
Por ejemplo, Carolina Amaya fue una de las primeras gestoras de convivencia que tuvo Bogotá. Esta madre soltera, que tiene un hijo de 23 años y una hija de 8, recuerda que trabajó en una empresa que se dedicaba a la logística de eventos y conciertos, experiencia que le sirvió para ser llamada a conformar un equipo de gestores con énfasis en culturas urbanas.