Concejo decidirá sobre moción de censura a Secretario de Seguridad | El Nuevo Siglo
40 concejales deberán decidir si se hace o no el debate que podría terminar con la destitución del Secretario de Seguridad.
Foto El Nuevo Siglo/Diana Rubiano
Miércoles, 9 de Diciembre de 2020
Redacción Bogotá

Se radicó la moción de censura al secretario de Seguridad, Convivencia y Justicia, Hugo Acero, por omisión y por una política que no logró prevenir las masacres del 9, 10 y 11 de septiembre en la ciudad.



Firmada por las concejalas de la coalición Colombia Humana-UP-Mais, Susana Muhamad, Ana Teresa Bernal, Ati Quigua, Heidy Sánchez y por el concejal del Polo, Carlos Carrillo, ahora la plenaria del Concejo deberá considerar si se hace o no este debate, que en el supuesto de darse tendría lugar el 21 de este mes.

Es claro que Hugo Acero no ha tenido el liderazgo para asumir el control de la seguridad en Bogotá y el Distrito se ha excusado culpando a la población venezolana sobre los diferentes hechos de inseguridad en la ciudad”, comenzó por referir la concejal de Colombia Humana, Susana Muhamad, quien lideró desde el pasado 8 de noviembre esta propuesta.

Adicionalmente, de acuerdo con la cabildante, es importante resaltar que las condiciones de inseguridad en Bogotá se han incrementado en los últimos meses, y que la respuesta por parte de la Administración no ha sido la adecuada, pues Bogotá ya sobrepasó ese punto en el cual la inseguridad, es "mero tema de percepción".

Moción de censura

Es importante referir que la aplicación de la figura de moción de censura está orientada a establecer un juicio de responsabilidad política, frente a aquellos funcionarios con autoridad y mando en el ejercicio de la gestión pública.

Pero, ¿Cuáles son las razones por las que la coalición de Colombia Humana-UP-Mais y el concejal del Polo, Carlos Carrillo, tomaron la decisión de adelantar este mecanismo que, de materializarse, concluiría con la renuncia del secretario?

Pues bien, hay dos razones macro y varias inquietudes e interrogantes que deben ser resueltas. En una primera medida, de acuerdo con los concejales firmantes en la ciudad de Bogotá hace falta una política de seguridad adecuada a la nueva realidad socioeconómica de Bogotá; y por otro lado señalan que hubo omisión frente al abuso policial que desencadenó una masacre el 9 y 10 de septiembre.

Falta política de seguridad

De acuerdo con los concejales firmantes, la mejor demostración de que la política de seguridad está coja, está en la tesis esbozada por el Secretario de Seguridad en el marco del ciclo de foros organizados por el Concejo de Bogotá en el segundo trimestre del año para examinar, sector por sector, los planes de mitigación elaborados por cada entidad.

“La política de seguridad orientada y dirigida por el señor Hugo Acero, en su calidad de secretario, se ha caracterizado por una visión reactiva que no anticipa ni relaciona la realidad social con los riesgos en seguridad. Se ha impulsado además una prevalencia de la visión de seguridad desde lo punitivo, que ha llevado a la represión y la estigmatización, especialmente en el periodo de cuarentena, debido al aumento de funciones otorgadas a la policía y la falta de articulación de la concepción de seguridad con otros frentes de política pública, como la política social y económica”, refiere la moción de censura.

Adicionalmente, señalan, los mercados de economías ilícitas han aumentado en la ciudad, llevando a una adaptación eficaz por parte de los grupos criminales a las nuevas condiciones socioeconómicas de la ciudad, en detrimento de la seguridad ciudadana, pero este no ha sido el caso de la política de seguridad, “que se mantiene incólume frente a los dramáticos cambios de la ciudad”.

En conclusión de los concejales, en Bogotá ha hecho falta una política previsiva y articulada con los otros sectores de la Administración.

Abuso policial 

Por otra parte, de acuerdo con los concejales que firmaron la moción, en el marco de los disturbios del 9 al 11 de septiembre, Acero orientó la política de seguridad desde un enfoque represivo que llevó a convertir manifestaciones de indignación por el asesinato del ciudadano Ordóñez en una masacre que cobró otras 12 vidas en actos que aún son objeto de investigación penal y disciplinaria.

“Era previsible que las manifestaciones de indignación por el asesinato de Javier Ordóñez pudiesen incrementarse en la ciudad. En consecuencia, se requería establecer medidas de prevención y de aseguramiento de los derechos humanos por parte del Gobierno Distrital y en particular de la Secretaría de Seguridad, lo que nunca pasó”, indicó en su contenido la moción de censura.