La Plenaria del Concejo aprobó ayer el proyecto de acuerdo presentado por la Administración Distrital, que autoriza un cupo de endeudamiento global por $11,7 billones, destinados a cumplir con una serie de objetivos fundamentales establecidos en el Plan Distrital de Desarrollo 2020-2024.
Este nuevo cupo de endeudamiento se solicitó por $5,84 billones para la Administración, sumados a otros $2,8 billones para la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, que se destinarán a la materialización de la planta de tratamiento de aguas residuales del río Bogotá, PTAR Canoas.
Y el monto total de endeudamiento es el resultado de la suma de este cupo con lo que aún no se ha ejecutado del primero, pues recoge, además, los saldos pendientes por comprometer del cupo que esta corporación aprobó en el 2020 por $10,79 billones (el más alto en la historia de la ciudad).
Sus recursos se destinarán, entre otras áreas, al fortalecimiento del sistema educativo, en avanzar en la materialización de la Segunda Línea del Metro de Bogotá y en el robustecimiento del Sistema Distrital Recreativo y del Cuidado.
“Es importante anotar que la capacidad de endeudamiento de Bogotá sigue siendo ejemplar, con un indicador de capacidad de pago que apenas alcanza el 4% en la actualidad, frente al límite que establece la ley, en 40%; con niveles de sostenibilidad de deuda cercanos al 47%, ante el límite del 100%”, explicó ayer el secretario de Hacienda, Juan Mauricio Ramírez.
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Así mismo, indicó que la capital registra la máxima calificación a escala local (AAA) por parte de las firmas BRC Ratings, Value and Risk y Fitch Ratings Colombia S.A. En el plano internacional, la ciudad cuenta con la calificación asignada por Moody’s (Baa2, perspectiva estable) en moneda extranjera, dada desde octubre pasado, de acuerdo con el informe que la sustenta.
De acuerdo con el Secretario de Hacienda, estas calificaciones implican fortaleza económica del Distrito Capital, respaldada en los ingresos propios, así como las sólidas prácticas de gobierno interno y de la Administración. No en vano, históricamente, Bogotá ha mantenido niveles moderados de deuda.
“Damos gracias al Concejo de la ciudad por el análisis juicioso y riguroso de nuestro proyecto, en estos momentos tan importante para el futuro de Bogotá y sus habitantes”, finalizó.
Así mismo, con este cupo de endeudamiento el Concejo aprobó $3,8 billones para la EAAB, destinados al plan de inversiones de la empresa, principalmente al financiamiento de la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) Canoas, un proyecto que permitirá el tratamiento del 70% de las aguas residuales de Bogotá y el 100% de las de Soacha, con la que se saneará la cuenca media del río Bogotá.
Concejales en contra
Aunque desde la mañana de ayer ya se sabía que habría mayorías, los concejales que votaron este cupo en contra manifestaron serias preocupaciones ante el mismo.
“Lo voté negativo porque la solvencia de las finanzas de la ciudad hay que cuidarla. Del cupo anterior solo han ejecutado el 43%, no hay confianza para la ejecución de las obras que ha mostrado este gobierno y porque van a dejar endeudada a la ciudad por lo menos dos gobiernos y medio, y esto no le dejará margen de maniobra al próximo alcalde o alcaldesa. Quedar con 15 billones acumulados es una vergüenza para la ciudad por el simple capricho de Claudia de dejar un legado, a cualquier precio y a cualquier costo”, le dijo a EL NUEVO SIGLO la concejal de la Alianza Verde Lucía Bastidas.
De este partido también lo votaron negativo Martín Rivera, Juan Carlos Leal y Diego Cancino, y de otras colectividades, Juan Baena (Nuevo Liberalismo), Jorge Colmenares y Diana Diago (Centro Democrático), así como Heidy Sánchez y Susana Muhamad (Colombia Humana-UP-MAIS).
De hecho, esta última indicó que “nos están generando una deuda que copa los indicadores fiscales y deja sin maniobra fiscal a los próximos dos gobiernos. Frente a la emergencia social que dejó el covid-19, la administración sigue empeñada en meter grandes recursos de deuda a obras de movilidad sin atender de fondo la situación social de la ciudad. De estas obras no veremos nada concreto hasta dentro de 10 años. ¿Para qué quiere Claudia López llegar casi a un endeudamiento de $15 billones cuando le queda un año y medio de gobierno?”, se preguntó la concejal Muhamad, quien advirtió, no obstante, que ni ella ni su bancada está en contra de la construcción de los colegios contemplados ni de la Segunda Línea del Metro subterráneo.
Por su parte, el concejal Martín Rivera dijo que era una irresponsabilidad endeudar más a la ciudad, aludiendo a cómo “el 61% de los recursos del cupo se invertirán en grandes infraestructuras y no tenemos estudios de detalle del Corredor Verde ni de la Segunda Línea del Metro. Además, los recursos de su ejecución entrarían a la economía en el mediano y largo plazo. Esto no es correspondiente a las necesidades que tiene la ciudad hoy. Por eso, si la inversión del cupo no genera retornos en el corto plazo, va a ser más difícil recuperar la economía y generar ingresos para la ciudad”.