Los grupos que se han rearmado tras la desmovilización de la guerrilla se han convertido en un problema de seguridad nacional. Sin embargo, no hay certeza sobre su ubicación, el poder que tienen y el número de combatientes
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Luego de la desmovilización de la guerrilla de las Farc, sus disidencias (incluidas dentro de los grupos armados organizados, GAO, como GAO-r o residuales) se han convertido en una preocupación constante.
Sin embargo, aún hay incertidumbre sobre cómo operan esas estructuras o cuál es su objetivo, como lo muestra EL NUEVO SIGLO al contrastar los diferentes estudios que hay al respecto.
¿Cuántos?
En el último informe de Inteligencia Militar que conoció el país, el Ejército indicó que las disidencias de las Farc han aumentado su presencia a 17 departamentos, ejerciendo terror en 114 municipios y 4.060 veredas, calculándose que cuentan con cerca de 2.600 hombres armados y cerca de 1.700 personas en las redes de apoyo a estas estructuras residuales.
Según el documento, existe un incremento de 340 combatientes y 309 individuos en redes de apoyo, al igual que un aumento de su presencia en 931 veredas. En total serían 4.300 personas alzadas en armas.
Esta semana, un informe de Insight Crime sostuvo que el número de miembros de las disidencias de las Farc ronda los 3.000 y que para el próximo año estas estructuras estarían en expansión hasta llegar a los 4.000 miembros.
Para Insight Crime, el escenario futuro más factible contempla que las disidencias se conviertan en una “federación criminal”.
“Las exFarc mafia van a crecer en los próximos dos años. Gracias a las boyantes economías criminales y al refugio con el que cuentan en Venezuela, los disidentes tienen mucho más margen de maniobra que el Gobierno. Sin embargo, las Farc no están renaciendo. No habrá un nuevo movimiento insurgente unificado bajo el mando de ‘Iván Márquez’. A lo más que pueden aspirar es a una federación criminal que preste servicios a la antigua ideología y disciplina de las Farc, y que coopere. Es probable que haya conflictos en las exFarc mafia, así como hubo combates entre diferentes facciones paramilitares de las Auc. Ya hay acuerdos con miembros del Eln, y estos continuarán, pero es muy poco probable que se llegue a una alianza efectiva con dicho grupo”, afirmó el estudio.
¿Dónde?
Insight Crime consideró que hay tres grandes bloques: uno comandado por alias ‘Gentil Duarte’, con 12 frentes que operan en Arauca, Vichada, Guainía, Guaviare, Caquetá, Vaupés, parte de Nariño, Cauca, Putumayo y Amazonía; este sería el bloque más grande de la estructura; el informe indica que hay otra estructura comandada por ‘Iván Márquez’ que opera principalmente en Norte de Santander y en el Huila y que está compuesto por cuatro frentes; y por último están los frentes ‘independientes’, con seis estructuras que operan en Valle del Cauca, Cauca y Nariño.
En agosto la Fundación Paz y Reconciliación (Pares) advirtió que existen 85 municipios con copamiento de las estructuras de las disidencias conformadas por 23 grupos con presencia de 1.800 exguerrilleros y 400 nuevos combatientes.
En concordancia por lo denunciado por Insight Crime, la fundación indica que estas nuevas estructuras “se transforman en bandas criminales, eso es lo que se llama proceso de bandolerización, en lo fundamental no hay estructura única de mandos, son estructuras independientes, sin aspiraciones políticas y que van degradándose a medida que la fuerza pública les da golpes”.
Así mismo, Pares sostuvo que estas estructuras tienen presencia en Norte de Santander, Arauca, Vichada, Vaupés, Meta, Caquetá, Putumayo, Nariño, Cauca, Valle del Cauca, Chocó, Antioquia y Córdoba.
León Valencia, director de Pares, manifestó en su momento que “la presencia actual de las disidencias en Colombia a nivel municipal llega a 85, frente a los cerca de 300 municipios en donde hacían presencia en el momento de la firma del acuerdo de paz. Asimismo, en la actualidad las disidencias son cerca de 1.800 exguerrilleros y antes de la desmovilización eran alrededor de 13.000”.
Expansión
Si bien el informe de inteligencia militar advirtió sobre el crecimiento de las estructuras criminales organizadas, el Gobierno ha insistido en que combatirá con total contundencia a las estructuras producto del narcotráfico.
Sin embargo, Insight Crime afirmó que “el Gobierno colombiano se ha mostrado incapaz de llenar el vacío en gran parte del territorio que estuvo bajo la influencia de las Farc. Este trabaja en medio de importantes restricciones de financiamiento, lo que ha permitido el auge de grupos criminales y economías ilícitas en ciertas zonas del país. Otra manifestación de este problema ha sido el asesinato masivo de líderes comunitarios, defensores de derechos humanos y activistas por la restitución de tierras, lo que hace al Estado parecer impotente. Entre enero de 2016 y mayo de 2019, han muerto cerca de 800 líderes e incluso exintegrantes de las Farc”.
La expansión de estos grupos, según Pares, todavía no es total pero va en aumento pues “de los 281 municipios priorizados para el postconflicto, un grupo de 123 donde antes operaban las Farc y que han sido copados por grupos armados ilegales y organizaciones criminales, sobre todo por el Clan del Golfo, el Eln y las disidencias. Es decir, que en más de 150 municipios el postconflicto se ganó y la etapa de violencia política ya se superó. Sin embargo, el crecimiento de los grupos posFarc es alarmante”.
Por otro lado, la Fundación Ideas para la Paz (FIP) publicó que entre enero y septiembre de este año las capturas de la Fuerza Pública se han concentrado en el Clan del Golfo y las muertes en operaciones han afectado más a las disidencias de las Farc.
La FIP indicó que las disidencias han incrementado sus ataques a la población indígena en el Norte del Cauca, así como también ha reconfigurado su dominio territorial en el bajo Putumayo.
Según cifras recopiladas por la FIP, el 36% de las capturas de la Fuerza Pública haya sido contra miembros de la disidencia, así como el 14% de las muertes en combate.