El Índice de Desarrollo Humano de la ONU, mide la expectativa de vida, el nivel educativo y el estándar de vida de los países. Colombia a pesar de la pandemia y de múltiples crisis económicas y políticas por las que atraviesa el mundo, se mantiene en el puesto 88, mismo lugar que en 2020, con 0,752 frente a 0,759 en el informe anterior, en una escala entre 0 y 1. Sin embargo, si se compara con 2019 si perdió posiciones pues en ese año se ubicaba en el puesto 79.
De acuerdo con la ONU el mundo entero retrocedió 5 años en su desarrollo, así se evidenció en el último informe de las Naciones Unidas. Una serie de crisis sin precedentes, principalmente la pandemia de covid-19, hizo retroceder el progreso de la humanidad cinco años y potenció una ola global de "incertidumbre", afirma la ONU.
En este sentido Luis Fernando Mejía director ejecutivo de Fedesarrollo, le dijo a EL NUEVO SIGLO que el Índice de Desarrollo Humano tiene tres dimensiones: primero el que tiene que ver con el ingreso por habitante, segundo el relacionado con los años promedio de educación que tienen las personas en un país y tercero la dimensión relacionada con la expectativa de vida. “Naturalmente con la llegada del covid hubo un retroceso en estas tres dimensiones. Primero porque con la pandemia hubo una caída de la actividad económica y por ende un retroceso del ingreso per cápita de la gran mayoría de países”.
“De otro lado por el cierre de colegios cayó la educación efectiva que estaban recibiendo los niños por lo tanto hubo un deterioro en este aspecto y finalmente la mortalidad produjo una reducción en la expectativa de vida que debería recuperarse en la medida que vayamos saliendo de la crisis”, agregó
Educación y crecimiento económico
En el caso puntual de Colombia afirmó que el país debe apuntarle a estas tres dimensiones, “fundamentalmente a los temas de educación y crecimiento económico. Se espera que en la salud el país se recupere rápidamente con la llegada de la vacunación masiva”.
“La educación es un tema indicador importante teniendo en cuenta que Colombia tuvo cierres prolongados en colegios y jardines infantiles, pero además es importante prestar atención al ingreso por habitante, un determinante del empleo y la pobreza que aumentó sustancialmente con el covid y que no ha retrocedido a niveles de prepandemia”.
Por ende, “la generación de empleo a través del crecimiento económico y los planes remediales de educación que permitan recuperar el tiempo perdido, son los elementos fundamentales para continuar avanzando”.
Además, mejía también se refirió a la reforma tributaria.“Todavía falta mejorar sustancialmente la reforma en términos de la dimensión de crecimiento económico. Esta muy bien abordada desde el punto de vista de equidad y progresividad, pero indudablemente que la reforma como esta planteada genera preocupaciones porque aumenta el costo de inversión para Colombia y eso podría generar que se desestimule los planes de expansión de las empresas y podría echar para atrás la tenue recuperación que hemos tenido”.
De otro lado en el informe también se expone una creciente demanda de inclusión y en este punto específicamente se resalta a Colombia. “Desde 2017 el gobierno colombiano ha otorgado un permiso especial de trabajo para inmigrantes venezolanos. En general, el programa ha ampliado el acceso a la mano de obra, sin embargo, persisten barreras como el reconocimiento de credenciales o el acceso a los mercados financieros, que limitan las oportunidades para los trabajadores inmigrantes”, dice la ONU.
Suramérica
Por otra parte el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) afirma que el Índice de Desarrollo Humano cayó en dos años consecutivos, 2020 y 2021, por primera vez desde su creación hace 30 años.
"Significa que morimos antes, estamos menos educados, nuestros ingresos van en caída", dijo el jefe del PNUD, Achim Steiner. "Solo bajo tres parámetros, puedes tener una idea de por qué tantas personas están comenzando a sentirse desesperadas, frustradas, preocupadas por el futuro", explicó.
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Entre tanto si observa a Surámerica el mejor puesto lo ocupa Chile que está en el 42, Argentina el 47, Uruguay está en el puesto 58, mientras que Venezuela ocupa el 120. Ecuador por su parte ascendió 4 posiciones, ya que en el 2020 estaba en el puesto 99 y en el 2021 ocupo el 95. Entre tanto Paraguay ocupó el puesto 105 Perú en el puesto 84, Bolivia el 118 y Brasil el lugar 87
Pero hay que tener en cuenta que el retroceso es global, impactando a más del 90% de los países del mundo, según el estudio.
Naciones Unidas, uno de los mayores estancamientos de América Latina fue en los logros educativos, que se evidencian en una menor tasa de finalización de la secundaria, así como no se logró mejorar las áreas de lectura, matemáticas y ciencias. Entre los aspectos positivos, en los últimos diez años la cantidad de analfabetos se redujo en 7,7 millones, aunque en las zonas rurales el 12,8% de la población joven y adulta es aún analfabeta.
Por su Suiza, Noruega e Islandia se mantienen en el tope de la lista de Desarrollo Humano, en tanto que Sudán del Sur, Chad y Níger figuran en los últimos lugares.
"Sin precedentes"
Aunque las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania en los alimentos y la seguridad energética no se han calculado hasta ahora en el índice del año, "sin ninguna duda, el panorama para 2022 es sombrío", señaló Steiner.
Asu vez un factor que contribuye significativamente con el reciente declive del Índice de Desarrollo Humano es la caída global de la expectativa de vida, pasando de 73 años en 2019 a 71,4 años en 2021.
El principal autor del informe, Pedro Conceicao, describió el descenso como "un impacto sin precedentes", apuntando que algunos países, Estados Unidos incluido, tienen caídas de dos años o más.
El informe también describe cómo fuerzas transformacionales, como el cambio climático, la globalización y la polarización política, presentan un complejo nivel de incertidumbre "nunca visto en la historia de la humanidad", lo que lleva a crecientes sentimientos de inseguridad.
"Hablando francamente, las transformaciones que necesitamos ahora requieren que nosotros introduzcamos las métricas del futuro: bajas emisiones de carbono, menos desigualdad, mayor sostenibilidad", agregó Conceicao.
El informe presenta una nota positiva al decir que las mejoras pueden realizarse enfocándose en tres áreas principales: inversiones en energía renovable y preparación para futuras pandemias, seguros para absorber los impactos e innovaciones para fortalecer la capacidad para lidiar con futuras crisis.