No puede decirse que antes de la pandemia la tecnología no era parte de la vida cotidiana, pues esa fue una de las características del final del Siglo XX. Sin embargo, uno de los rasgos que hace pensar que en este 2020 realmente empezó el Siglo XXI es que la digitalización diaria es una de las claves de los muchos cambios que implicó la cuarentena para enfrentar el covid-19.
De hecho, si antes era parte de las políticas públicas el cierre de las brechas digitales, tras la cuarentena se convirtió en una necesidad imperiosa.
Sobra decir que el mundo experimentó este año una crisis sin precedentes que afectó a millones de personas que se vieron obligadas a replantear muchas dinámicas.
Un ejemplo de eso son las videollamadas, que ya eran usadas por muchas personas, pero que en esta etapa, tanto para quienes ya era habitual hacerlas, como para quienes no era una herramienta cotidiana, se convirtió en el único medio para celebrar un cumpleaños, acudir a una reunión de trabajo o tomar una clase.
Así, cambió el comportamiento en línea, porque son muchas las interacciones (por no decir que todas) que se han tenido que adaptar a los entornos digitales.
Algunas plataformas han ganado reconocimiento mundial en medio de la pandemia, como Meet y Zoom, mientras cientos de aplicaciones han acercado a comunidades de amigos con juegos online y otras organizaciones intentan evitar la parálisis de la economía de sectores de pequeñas y medianas empresas (pymes), e incluso de la oferta cultural.
Comercio electrónico
Entre las modificaciones de comportamiento que originó la situación provocada por la pandemia está el consumo, pues se ocasionó un "impulso sin precedentes" hacia una economía basada en un mundo digital.
Podría decirse, así mismo, que Colombia ha entrado en un periodo en que la riqueza generada en casa, es decir, la economía online, se ha vuelto aún más activa y próspera en la vida cotidiana de las personas.
Según un reporte de la firma Blacksip, se prevé que los ingresos por e-commerce en el país alcancen los US$5.386 millones al finalizar el año, una cifra bastante superior a la de 2019, cuando se facturaron US$4.000 millones.
María Paula Silva, country manager de Blacksip, sostuvo que el impulso fue tal que muchas empresas vieron crecimientos de hasta 500% en sus ventas online.
Durante la epidemia, la demanda en línea de alimentos y otras necesidades diarias aumentó considerablemente. Al respecto, un indicio: desde abril la búsqueda “domicilios” creció 220% en Google y de la misma manera lo hicieron hasta 60% las aplicaciones que ofrecen estos servicios, según la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico.
En el crecimiento de las ventas en línea merece destacarse el Día sin IVA, estrategia que quedó plasmada en el Plan de Desarrollo, pero que adquirió particular relevancia durante la cuarentena.
La Cámara reveló que en el tercer Día sin IVA, realizado el 21 de noviembre, se registraron ventas digitales por $454.430 millones, 712% superiores a las realizadas un sábado promedio. En las dos primeras jornadas del Día sin IVA, en promedio, el 65% de las ventas se realizó con tarjeta, en tanto que en la tercera jornada el 74% de las compras fueron pagadas con tarjeta.
En total, precisó la Cámara, las tres jornadas del Día sin IVA representaron para el comercio electrónico ventas por $1,2 billones y el número total de transacciones fue cercano a los 4 millones.
Pero las ventas no solo se movieron ese día, sino que entre el martes 17 de noviembre y el viernes 20, el anuncio y expectativa del tercer Día sin IVA generó un incremento promedio de las ventas diarias del comercio electrónico del 15%.
En este contexto, la tecnología les permitió al 46% de las pymes permanecer operativas, de acuerdo con la cuarta edición del informe SMB Trends Report, elaborado por Salesforce, que recoge la visión de las pymes ante el panorama actual y cómo hacen frente a los principales retos que tienen por delante, especialmente aquellos relacionados con la transformación digital. En estos momentos, el 51% de las pymes encuestadas -más de 2.300- asegura que la tecnología dirige sus interacciones con los clientes.
Vida cotidiana
Además de hacer compras en línea, las personas han encontrado muchas formas de entretenerse en sus hogares.
Antes de la pandemia, ya los jóvenes ubicaban canales de diversión en los juegos online, ver o hacer una transmisión en vivo en internet o comunicarse y charlar con sus amigos a través de redes sociales.
Pero para todos los grupos de edades, las videollamadas grupales, los webinars e incluso los afterworks online fueron algunos de los puntos de encuentro virtuales que cogieron fuerza durante la cuarentena.
Para mantener el contacto y la conexión a distancia, han aparecido también herramientas que permiten, por ejemplo, hacer una fiesta digital en la que los usuarios se reúnen mediante videoconferencia para bailar al ritmo de la música, o incluso, animar a los jugadores en sus partidos deportivos de forma remota desde un teléfono inteligente que reproduce los sonidos en el altavoz del lugar físico de celebración.
No es de extrañar que el uso mensual de las redes sociales se haya incrementado un 12% en el último año a nivel global, pero que también haya crecido el uso diario, hasta el punto que el mundo pasa más de 10.000 millones de horas conectado a estas plataformas.
La actualización de octubre del informe Digital 2020, elaborado por Hootsuite y We Are Social, analizó el comportamiento de la población en cuanto al uso de las redes sociales y dispositivos móviles, el tiempo que gasta frente a las pantallas, las redes sociales más utilizadas y un apartado especial sobre el uso de la tecnología en el ámbito laboral.
Teletrabajo
En el ámbito laboral, según datos del informe elaborado por Globalwebindex, el correo electrónico sigue siendo uno de los canales de comunicación más utilizados en el trabajo.
De acuerdo con una investigación de la firma colombiana Ubits, el 66,2% de las organizaciones está considerando implementar el trabajo remoto en su empresa. De ese grupo, el 49% lo haría de manera mixta (con trabajo presencial en oficina durante algunos días de la semana), mientras que el 40,4% usaría la modalidad de ‘coworking’ (el trabajador va a la oficina solo los días que lo crea necesario). Solo el 10,6% implementaría el trabajo remoto en un 100%.
En Colombia y en las primeras cuarentenas que estableció el Gobierno y las autoridades locales, cerca de 6 millones de empleados hicieron su trabajo desde casa y otros mediante el teletrabajo, sin embargo esa cifra fue disminuyendo a medida que se fue reactivando la economía. Y es que, muchas empresas prefirieron que miles de trabajadores siguieran laborando desde su casa o de forma semipresencial.
Educación virtual
Quizás el aspecto que eventualmente puede llegar a ser más problemático en el futuro es el de los niños en edad escolar, pues aunque los conocimientos pueden llegar a ser impartidos con relativa eficiencia a través de la virtualidad, nada remplaza el proceso de socialización que requieren experimentar en esa etapa de sus vidas.
En todo caso, los niños son nativos digitales por excelencia y por eso en el ámbito de la educación se han podido utilizar cada vez más las plataformas y aplicaciones disponibles para educar a distancia.
No obstante, el auge del homeschooling (formarse desde casa) plantea algunos retos en torno a la brecha digital y la necesidad de acceso a internet desde cualquier parte, sobre todo en los países con difícil acceso a conexión. Así, han surgido otras alternativas como la educación mediante radio o televisión, o soluciones que permiten educar a través de dispositivos de forma off-line, sin necesidad de conexión a internet.
Un informe conjunto del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) reveló que dos tercios de los niños en edad escolar no tienen acceso a internet en casa, a pesar de que la pandemia hace de la educación en línea el único acceso posible a la enseñanza.
El informe señaló que 1.300 millones de niños entre 3 y 17 años no tienen acceso a internet en sus hogares.
En el grupo entre 15 y 24 años, el porcentaje de personas que no disponen de conectividad en su domicilio es de 63%.
"El hecho de que tantos niños no tengan acceso a internet en casa es un verdadero obstáculo", expresó la responsable de Unicef, Henrietta Fore. No poder conectarse priva a estos jóvenes de los medios "de competir en la economía moderna y los aísla del mundo", añadió.
Esta situación es especialmente grave en un momento en que la pandemia ha llevado a muchos países a cerrar temporalmente las escuelas y a instaurar la enseñanza en línea.
"La falta de acceso a internet priva a las próximas generaciones de su futuro", subrayó Fore.
Telemedicina
Cuando, por supuesto, Colombia estaba lejos de pensar que se avecinaba una pandemia, desde hace poco más de una década, el país cuenta con leyes y reglamentos que regulan la prestación de los servicios de salud bajo la modalidad de telemedicina, que permiten incorporar las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) en el Sistema General de Seguridad Social en Salud.
La telemedicina hace parte de las prioridades del Compromiso por Colombia planteado este año por el presidente Iván Duque, perfilándose como el hito que responde a las exigencias planteadas por la pandemia: evita el contacto directo entre médicos y pacientes y reduce la aglomeración de usuarios en los centros asistenciales, lo cual contribuye a frenar la propagación del virus.
Así mismo, esta modalidad contribuye a democratizar la oferta de servicios de salud, permitiendo que más personas tengan acceso, disminuyendo sus costos y reduciendo los tiempos de espera por una cita.
Como elemento adicional, la telemedicina tiene la posibilidad de llegar a regiones apartadas, considerando que es una práctica en la que, a través de medios electrónicos, los profesionales de la salud pueden atender a sus pacientes de manera virtual.
"Aunque ningún país del mundo estaba preparado para esta pandemia, por lo menos Colombia en lo que respecta a telesalud contaba con un componente normativo fuerte, así como avances importantes por parte de los diferentes actores de salud", precisó Luis Fernando Correa, director encargado de Prestación de Servicios del Ministerio de Salud.
En el reporte del Registro Especial de Prestadores de Servicios de Salud (REPS), con corte al 30 de septiembre, hay en Colombia 2.371 sedes de prestadores inscritos con un total de 9.179 servicios habilitados en la modalidad de telemedicina, ubicados en 400 municipios del país.
Por territorios, Antioquia, Bogotá, Valle del Cauca, Atlántico y Cundinamarca, aportan 62,13% de las sedes inscritas y 6,29% de los servicios habilitados en la modalidad de telemedicina.
En lo que respecta a 2020, entre el 1 de enero y el 30 de septiembre se evidenció un incremento del 117% en las sedes de prestadores de servicios de salud que ofrecen la modalidad de telemedicina y en 192% en los servicios ofrecidos en esta modalidad.
En orden de demanda, los cinco servicios más habilitados en telemedicina son: medicina interna, psicología, nutrición y dietética, dermatología y diagnóstico cardiovascular, respectivamente.
Factor humano
En medio de todos estos cambios, algunos expertos apuntan a que, al mismo tiempo, se está revalorizando el factor humano frente a lo digital y esto va a aportar un "valor diferencial" a las empresas que apuesten por un mayor trato personal a la hora de ofrecer productos o servicios.
Así lo planteó Francesco Nenna, director de Customer Experience de Securitas Direct, que prevé un avance importante de la "fisicalización" en este contexto provocado por la covid-19, que ha llevado a acelerar la transformación digital en prácticamente todos los sectores.
"La tecnología nos va a dar herramientas increíbles, pero a partir de ahí la relación humana y la atención personalizada van a mantenerse como elementos fundamentales", señaló apoyado en las más de 300.000 encuestas de satisfacción que Securitas Direct realiza a sus consumidores cada año.
"Durante la pandemia hemos detectado picos de satisfacción muy altos, con notas de hasta 9,4 sobre 10, y nos hemos dado cuenta de que lo que más valoran los clientes no es que nos hayamos adaptado a un servicio 'online', sino que nuestros profesionales hayan estado disponibles para ellos aunque la situación no permitiese en algunos casos ese contacto personal", detalló en una entrevista concedida a Europa Press.
Paralelamente, la situación plantea retos de otra índole, como es el de la protección de datos.
En Europa, por ejemplo, uno de cada cuatro no confía en las organizaciones para que protejan la seguridad de los mismos, según un informe publicado estos días por Western Digital, en el que se analizan las opiniones de los consumidores en torno a la familiaridad con la 'smart technology' y el conocimiento del almacenamiento de datos, para el que se han realizado 6.000 encuestas 'online' a usuarios europeos.