Curva comenzaría su descenso a mediados de mes. México, Argentina, Guatemala, Panamá y El Salvador lo registrarían en agosto.
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Superando los 100 mil contagios, Colombia está llegando a la cima del Covid-19 y, si mantiene el cumplimiento estricto de las medidas sanitarias podría iniciar el descenso de la curva epidemiológica a mitad de este mes.
Así se desprende del informe de la Organización Panamericana de la Salud, OPS, según el cual nuestro país y Chile verán desde ahora y hasta el 15 de julio el pico del coronavirus, siendo la primera vez que se tiene una voz clara sobre cuándo se alcanzaría este tan anunciado pero incierto punto máximo de afectaciones.
Los rigurosos seguimientos a las curvas epidemiológicas, para las que se consideran nueve indicadores (a saber, número de pacientes, cuántos de éstos en UCI, tasas de mortalidad y letalidad; índice de positividad, prácticas de pruebas PCR, uso de transporte público, transacciones económicas, entre otros), permitieron a la OPS no sólo llegar a la anterior conclusión, sino también asegurar que Argentina, Bolivia, Perú y Brasil llegarán al pico del Covid-19 en un mes, “en algún momento de agosto”.
En Colombia el primer caso se reportó el 6 de marzo. Al cierre de mes y de semestre, registro 97.846 contagios (de los cuales están activos 52.279), 3.334 fallecidos y más de 42 mil recuperados. Con estos datos aparece en el informe diario y global del Instituto John Hopkins en el lugar No.21 (coincidencialmente) tanto de casos como de decesos.
Por su parte Chile, que informó la aparición del coronavirus el 3 de marzo, actualmente ocupando el séptimo lugar a nivel mundial, 279.393 afectaciones y 5.688 defunciones, encasillándose en el 15avo, puesto en esa medición global.
Con extensiones geográficas y densidad poblacional muy diferentes, ya que en el primero aspecto Colombia es casi que el doble de Chile y, en segundo, casi que lo triplica, el impacto del coronavirus muestra cifras muy distantes entre ambos. Y, básicamente se debe, según los expertos en salud, a las medidas adoptadas por sus respectivos gobiernos.
De esta forma, mientras nuestro país optó por una cuarentena obligatoria, preventiva y estricta desde el pasado 24 marzo -con excepción de servicios básicos-, la que comenzó a flexibilizarse un mes después con la apertura de unos pocos sectores, a los que el 15 de mayo se sumaron otros más, el modelo chileno fue muy diferente.
“Cuarentena específica y dinámica” fue la apuesta del gobierno de Sebastián Piñera y que básicamente consiste en imponer y levantar restricciones ciudades, barrios o zonas específicas dependiendo de los contagios. Así las cosas el aislamiento nunca fue completo ni obligatorio. Y aunque al comienzo se pensó que era muy efectivo y por ello realizó un desconfinamiento gradual hacia mediados de abril, un mes después tuvo que reversar algunas medidas, especialmente en Santiago, la capital, y su región metropolitana, ante el inusitado aumento de las afectaciones, 2.660 en solo 24 horas.
Entonces volvió a adoptar medidas restrictivas y mantiene, al igual que Colombia, la cuarentena obligatoria para niños, jóvenes y mayores de 65 años, así como la educación virtual.
Puede deducirse, tal y como lo reseña la OPS, que Colombia está viviendo desde ahora el pico de la pandemia basándose en las cifras de contagios y decesos diarios, que evidencian cómo la curva progresivamente ha ido subiendo y la mayor realización de pruebas PCR ha permitido detectar más tempranamente tanto a pacientes en etapa leve o moderada como a los asintomáticos.
Para ello basta con un solo dato pero que es clave: Colombia pasó de tener el último día de mayo 29.373 afectaciones y 938 fallecidos por el coronavirus, a cerrar junio con 97.846 contagios y 3.322 decesos, un aumento de más del 300% en los primeros y 282%, en los segundos.
Si nos remitimos a solo junio, donde el día con mayores contagios informados fue el pasado sábado con 4.149, se evidencia que al corte de la primera quincena, éstos fueron 21.937 nuevos casos, mientras que entre el 16 y el 30 del mes, se registraron en total 44.773. (Ver tabla anexa)
En cuanto a los fallecimientos, Colombia sumó solo en junio 2.384, de los cuales 787 ocurrieron en la primera quincena y 1,597 en la segunda, para cerrar el mes con el total nacional arriba anotado. El día que más decesos reportó, 167, fue el pasado domingo.
Así las cosas, tras el riguroso seguimiento de las autoridades sanitarias colombianas, que han tenido constante acompañamiento de la OPS, es que la directora regional de la misma, Carissa Etienne, anunció que nuestro país y Chile están viviendo desde ahora y hasta mitad de julio, (dos períodos de incubación del virus -24 días-) el pico de contagios.
Asegurando que América Latina está “en medio del fuego” de la pandemia del Covid-19, la directora de la OPS, con base en estudios de la Universidad de Washington, añadió que todos los países deben estar preparados para al menos otros tres meses de casos, algunos con mayor intensidad que otros.
De la misma forma dio una proyección y emitió un alerta: para el 1 de octubre, América Latina y el Caribe tendrán más de 438.000 muertes por coronavirus. Y que, ante el inicio de la temporada de gripe, tradicional para esta época del año, este panorama se puede complicar aún más.
Sin embargo Etienne enfatizó que “todas estas proyecciones se convertirán en realidad solo si las condiciones actuales se mantienen. Esto significa que los países pueden cambiarlas si toman las decisiones correctas e implementan medidas de salud estrictas y comprobadas”.
Tanto ella como el grupo de expertos de ese organismo rector de la salud en la región instaron a las autoridades de América Latina a tomar y actualizar decisiones considerando las condiciones de salud y las económicas, en busca de una estrategia para minimizar el impacto de la pandemia, especialmente en aquellos que viven del trabajo informal.
Finalmente insistió que ante el desconfinamiento que ya han adoptado muchas naciones se debe tener siempre “un enfoque escalonado basado en las condiciones locales y estar preparados para imponer nuevamente medidas preventivas si la situación epidemiológica cambia”.
Y ante ello insistió en que se debe pensar tanto a nivel nacional como local para la toma de decisiones, las que siempre -insistió- deben tener como base los últimos datos del comportamiento del coronavirus, así como el mantenimiento de las medidas de autocuidado y los protocolos de bioseguridad.