En una operación humanitaria coordinada por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia (MAPP-OEA), fueron liberados dos jóvenes que habían sido secuestrados por el Clan del Golfo en la vereda Rancho Quemado del municipio de Segovia, Antioquia.
Los jóvenes, identificados como Fidel Yesid Baldovino y Víctor Pulgarín Buitrago, habían sido retenidos el pasado 24 de junio bajo acusaciones de colaborar con las disidencias de las FARC y participar en actividades ilícitas, como la recolección de extorsiones para financiar operaciones delictivas. La liberación se efectuó tras intensas negociaciones y la intervención de organismos internacionales que actuaron como intermediarios neutrales.
Lorenzo Caraffi, jefe de la delegación del CICR en Colombia, destacó la importancia de este tipo de operaciones humanitarias: "Nosotros tenemos el privilegio de estar en el terreno y eso nos permitía decir que había todavía conflictos armados, había todavía consecuencias humanitarias y que a partir del 2018 las consecuencias humanitarias han comenzado a subir".
El Ejército Gaitanista de Colombia, conocido como el Clan del Golfo, emitió un comunicado en el que explicó las circunstancias del secuestro y la posterior liberación. Según el grupo armado, los jóvenes fueron retenidos debido a su presunta participación en actividades que perjudicaban a las comunidades locales y generaban ingresos para las disidencias de las FARC.
La liberación de los jóvenes se realizó en cumplimiento de los protocolos humanitarios y bajo la supervisión de las organizaciones internacionales mencionadas. Los liberados fueron trasladados a centros asistenciales para evaluar su estado de salud y asegurar su bienestar físico y emocional.
Manuel Duce, jefe de la subdelegación del CICR en Medellín, enfatizó: "Participamos en esta liberación como intermediarios neutrales con el fin de garantizar un proceso humanitario y seguro. Continuamos trabajando para brindar apoyo a todas las personas afectadas por el conflicto en Colombia".
Este evento resalta la compleja situación de seguridad en varias regiones del país, donde múltiples conflictos armados y la presencia de grupos delictivos siguen afectando a la población civil. La necesidad de intervenciones humanitarias y la protección de los derechos humanos son más urgentes que nunca en estas zonas vulnerables.