Tal como pasó con un artículo sobre el mismo tema incluido en la reforma política, el proyecto que le otorga al Congreso la facultad de dirigir hasta el 20% del Presupuesto General de la Nación para obras regionales generó polémica entre senadores y representantes.
La plenaria de la Cámara aprobó en segundo debate el proyecto de reforma constitucional que presentó el 17 de octubre el representante por Bogotá Germán Navas, del Polo Democrático, y el presidente de la corporación Alejandro Carlos Chacón, del Partido Liberal.
Navas les dijo a sus colegas que “este es el proyecto antimermelada. Esto no es mermelada. Este es el derecho de ustedes a reclamar para sus regiones lo que ustedes necesitan para que no tengan más que arrodillarse a los ministros de despacho”.
Para Navas, la mermelada se genera “cuando el congresista tiene la capacidad de llevar auxilios a su región para escuelas, hospitales y el ministro le dice yo le doy a usted eso, pero usted vóteme este proyecto. Con la propuesta, esta distribución regional la va a hacer el mismo Congreso”.
“Se requiere que el Congreso recupere la soberanía que como representante del pueblo le corresponde, porque es inaudito que si usted necesita comprar un pupitre en la escuela de su pueblo tenga que valerse del Ministro de Hacienda para que él se lo compre. Se trata de recuperar esa soberanía en el gasto”, recalcó.
Sin embargo, el senador del Partido Liberal, Rodrigo Villalba, consideró que “eso es ganas de enredarnos más con trámites, cuando ya está introducido y no estoy seguro que ello pueda generar más transparencia”, anotando que prefiere lo que ya aprobó el Senado: “En la reforma política iba un artículo por Paloma Valencia que hablaba que el 20% de la inversión fuera de los congresistas. Esta es una iniciativa que tiene todos los congresos del mundo”.