Los enfrentamientos entre el Ejército Nacional de Liberación (Eln) y las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) en la conflictiva región del Catatumbo, en el norte de Santander, han dejado ya 80 muertos confirmados, según el último balance publicado por la Defensoría del Pueblo. A ello hay que sumar los heridos, al menos 600 desplazados y confinados.
"Se estima que más de 80 personas han perdido la vida, más de 20 se encuentran heridas y alrededor de 5.000 han sido desplazadas", señaló en un comunicado este domingo William Villamizar, gobernador del departamento de Norte de Santander, al que pertenece la conflictiva región del Catatumbo.
Aterrorizados por la violencia armada, decenas de colombianos y venezolanos cargando apenas sus mochilas huían en botes este domingo hacia Venezuela, donde el gobierno activó el sábado un "operativo especial" para atender a los desplazados en dos municipios limítrofes, constató la AFP.
Otros miles se refugian en el municipio de Tibú a la espera de que cese el conflicto en sus poblados.
Asimismo ha dado cuenta de confinamientos forzosos en esos mismos municipios y de la puesta en marcha de un éxodo de caravanas terrestres, motorizadas o fluviales para huir del lugar.
"Muchas personas, entre ellas firmantes de paz, líderes sociales y sus familiares, e inclusive niños y niñas, enfrentan un riesgo especial de ser secuestradas o asesinadas debido a los señalamientos del ELN. Dichas personas han solicitado su rescate y se han adelantado algunos operativos exitosos para ese fin. Sin embargo, muchas de ellas siguen sin que hayan podido ser rescatadas y están huyendo y refugiándose en las montañas", ha explicado la Defensoría, citada por la revista 'Semana' en su edición digital.
Por otra parte, la Asociación de Comunidades y Caciques del Pueblo Yukpa de Norte de Santander, YUKPAOJETAW, ha denunciado riesgo de desplazamiento y desplazamientos en las comunidades de Yukpa Tayaya de San Pablo, Teorama (126 personas), en el Centro Piloto Karacha ubicado en el casco urbano de Tibú (180 personas y 5 desplazadas a Venezuela) y las comunidades Ucha Petajpo y Manüracha, en Cúcuta (325 personas).
Mientras, el Ejército colombiano ha enviado 300 militares a la región para reforzar su capacidad ofensiva y neutralizar los actos de violencia perpetrados por el ELN y las disidencias de las FARC.
El general Giovanni Rodríguez, comandante de la Segunda División del Ejército, ha explicado que este despliegue busca contrarrestar las confrontaciones entre el Frente 33 de las FARC y el ELN. "Fortalecimos las capacidades de las bases para neutralizar estos enfrentamientos, que están generando víctimas y poniendo en riesgo la vida de la población", ha apuntado Rodríguez.
La decisión coincide con el anuncio del presidente Gustavo Petro de romper los diálogos con el ELN tras calificar como "crímenes de guerra" los recientes asesinatos de civiles y firmantes de paz atribuidos a esta organización en Catatumbo.
El Ejército también ha intensificado las operaciones de evacuación médica de víctimas de los enfrentamientos. Estas acciones han permitido trasladar de manera segura a heridos en zonas rurales de municipios como El Tarra y Tibú.
"Estas operaciones se llevan a cabo bajo la dirección del Puesto de Mando Unificado en la región, con el apoyo de la aviación militar y las capacidades de la Fuerza Aeroespacial", ha destacado Rodríguez.
El comandante del Ejército, el general Luis Emilio Cardozo, ha explicado por otra parte que se han desplazado "unas compañías de fuerzas especiales urbanas para fortalecer la seguridad de algunos cascos urbanos, especialmente en Tibú y también en el Tarra".
"La primera prioridad que nosotros tenemos es evacuar las personas en riesgo de esa zona estamos reforzando el corredor vial entre Tibú y Cúcuta para poder tener un corredor seguro y por ahí se pueden desplazar las personas y estamos llevando tropas especiales algunas cabeceras urbanas donde hay riesgo y mucho temor", ha explicado.
Los militares resguardan los improvisados albergues en varios municipios como en Tibú, el poblado con más narcocultivos del mundo según la ONU.
Cardozo dijo que la guerrilla planeó "con detalle" atacar a la desprotegida población civil. Los rebeldes "llegaron a sus casas, los sacaron de allí, los asesinaron", confirmó.
Ante el conflicto, las clases fueron suspendidas en todo el Catatumbo y varios centros de educación convertidos en refugios. Se declaró la alerta naranja en el área de la salud.
El gobernador Villamizar llamó a las guerrillas a que "cesen los enfrentamientos, respeten los derechos humanos y habiliten corredores humanitarios que permitan a las familias desplazarse sin poner en riesgo sus vidas".