Campesinos son actores políticos, no solo víctimas: Comisión de la Verdad | El Nuevo Siglo
Foto Comisión para el esclarecimiento de la verdad
Viernes, 13 de Diciembre de 2019
Agencia Anadolu
Esta Comisión lleva a cabo un encuentro con al menos 200 personas en el municipio de Cabrera, Cundinamarca, para reconocer al campesinado como la principal comunidad afectada por la guerra
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La Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad en Colombia realiza su cuarto Encuentro por la Verdad en la población de Cabrera, en el departamento de Cundinamarca, este jueves 12 y viernes 13 de diciembre. Este municipio, ubicado en pleno corazón del Sumapaz y en zona de reserva campesina, es un lugar simbólico de la resistencia rural en el país.

Esta región fue epicentro de una de las guerras más feroces antes del nacimiento de la extinta guerrilla de las Farc, en la que el campesinado liderado por Juan de la Cruz Varela hizo frente a la policía 'chulativa' (grupo armado ilegal que perseguía a los opositores del gobierno conservador de Laureano Gómez) durante un periodo conocido como La Violencia. Así mismo, su población hizo frente a la ofensiva que emprendió el presidente Gustavo Rojas Pinilla contra la resistencia campesina en la década del 50.

El acto contará con testimonios de personas de todo el país que han sido víctimas del desplazamiento forzado, del despojo de tierras, la colonización de las tierras fuera de la frontera agrícola y la persecución política.

De acuerdo con la comisionada Marta Ruiz, en este cuarto encuentro se espera ahondar en cómo la población campesina y las autodefensas campesinas se fueron involucrando en el tema del conflicto y en el surgimiento de las Farc.

Lo que se pretende, según la comisionada, es a partir de los testimonios mostrar cómo ha sido la vida de los campesinos en medio del conflicto y cómo este se interrelaciona con la lucha por la tierra.

“Vamos a reconocer tres cosas que tienen que ver con los impactos del conflicto en los campesinos: uno, el desplazamiento y el despojo; dos, la estigmatización, porque los campesinos han sido señalados muy frecuentemente de comunistas, guerrilleros, etc; y tres, a sus resistencias y luchas por el territorio, la tierra, en fin...", aseguró Ruiz.

Otro objetivo importante del encuentro será reconocer al campesinado como sujeto político y no solo como víctima de un conflicto armado, algo legítimo en materia de reparación. Según indicó la comisionada Marta Ruiz, “los campesinos son interlocutores de la sociedad en la construcción de Estado, de país, de política”.

“Después de la violencia del 48, muchas organizaciones campesinas mantuvieron la defensa de la tierra, pero no como un problema que les den un pedazo de tierra, sino de cómo se concibe el país y el desarrollo del mismo. Ellos tienen algo que decirle al país sobre lo que es el desarrollo”, afirmó.

Junto con el papel que representó la zona del Sumapaz en la guerra, sobretodo en su origen, el evento cobra importancia porque la población campesina es el sector que más ha sufrido por la guerra en Colombia.

Según el Registro Único de Víctimas, de los 8,6 millones de desplazados forzados en Colombia, el 87% son personas de zonas rurales y el 86% de estas, aproximadamente 6 millones de individuos, son de origen campesino. Es decir, el 87% de las víctimas de la guerra en el país son campesinos.

Este jueves habrá una jornada de encuentro entre los asistentes para que puedan tener un diálogo entre diferentes organizaciones, la cual se cerrará con un acto simbólico en la plaza principal de Cabrera, donde hay un monumento a Juan de la Cruz Varela. Y el viernes se realizará una ceremonia testimonial, en la que hablarán campesinos que fueron víctimas desde de los bombardeos de Villa Rica, Tolima, en 1953, hasta la actualidad.

Ruiz afirma que históricamente hay otro problema muy profundo y que se mantiene, que tiene que ver con la representación e inclusión política, pues hay muchos territorios que nunca han estado representados políticamente, o que si lo han estado, dicha representación ha recaído en los terratenientes.

Por ello, hizo mención de uno de los compromisos del acuerdo de paz firmado en 2016 y señala que “las 16 curules que se pactaron en La Habana (y que no fueron aprobadas por el Congreso) no eran inicialmente para las víctimas, sino para los territorios afectados por la violencia”.

Y añade: “Las organizaciones campesinas no son organizaciones de mendigos, sino de gente que tiene propuestas de país”.

¿Qué importancia tiene ese reconocimiento?

Aunque es un reconocimiento simbólico, que es el único tipo de reparación que puede hacer la Comisión de la Verdad, la importancia de este acto radica en que la Comisión es una entidad del Estado.

“Solo la escucha de su palabra ya es muy importante. Pero, además, el reconocimiento de su historia. Para ellos es muy importante que se reconozca que hace 60 años ellos están en la misma pelea, por su territorio, por la tierra, por un reconocimiento”, dijo Ruiz.

Según la comisionada, “la mayor reparación es hacer una reconstrucción histórica de lo que ha sido su trabajo” como campesinos.

“El impacto del conflicto en los campesinos es más profundo de lo que se piensa”

A un año del inicio del trabajo de la Comisión de la Verdad, en palabras de la comisionada se puede comprobar que el impacto del conflicto en Colombia y en los campesinos es “mucho más profundo de lo que todos nos imaginamos” y que aún permanece el miedo.

“Hay mucho dolor, mucho sufrimiento, pero también hay esperanza. En todos los territorios lo que hemos encontrado es que el campesinado se ha sentido abandonado, traicionado, utilizado, y también que hay mucho miedo de que la nueva esperanza que generó la paz, con el punto 1 de La Habana (la reforma rural integral) no se cumpla".

De acuerdo con Marta Ruiz, la gente en el campo tiene mucha esperanza con los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial -PDET- (una estrategia subregional de transformación integral del ámbito rural), pero al tiempo “tiene un temor muy grande”.

“Los PDET significaron mucho porque la gente siente que los tuvieron en cuenta (en la construcción de la paz), que hubo participación, y no quieren que eso se pierda o que el Gobierno enfoque los PDET como una cosa de echar cemento, de hacer obras, sin que ellos sean reconocidos como gestores de su desarrollo”.

Ruiz asegura que “ellos son muy conscientes de que el país les tiene una deuda histórica”.

Además de lo simbólico de la localidad de Cabrera, este lugar había sido elegido por el comisionado Alfredo Molano, que falleció el pasado 31 de octubre y quien estaba al frente del encuentro; por ello se realizará un homenaje en su nombre.

Molano Bravo consideraba el Sumapaz como el centro de una gran fuerza histórica, social y política, donde se gestaron luchas agrarias, múltiples violencias, conflictos armados en los años 50 que fueron la antesala al surgimiento de las Farc. Recorrió el Sumapaz, escuchó a sus gentes, sus historias, caminó por sus caminos y encontró en esta región no solo historias de conflicto y dolor, sino también de esperanza y construcción de la paz desde las comunidades que la habitan.

Este es el cuarto encuentro de reconocimiento a las víctimas del conflicto en Colombia que lleva a cabo la entidad, procesos que se realizan en torno a patrones de violencia que han sido muy fuertes en el país.

El primero fue en junio pasado sobre violencia sexual para mujeres y población LGBTI. Luego hubo otro sobre desaparición forzada; y otro sobre niños y niñas, y sobre los impactos del conflicto en ellos.